Day 07: Free Day

1.1K 159 43
                                    

Notas: Genial, ya terminé el ZhuiYi Week ;u;

No esperé terminarlo porque me enfermé y aún sigo medio enferma, pero me comprometí porque amo la ship. Me hubiera gustado actualizar diario, pero bueno, cosas que pasan. ¡Espero que hayan disfrutado! Me encantó escribir de estos dos.


Lo Random de Jingyi

El día que Jingyi decide aclarar la situación


Del día de campo en la granja, transcurre unos dos meses.

Entre idas y venidas, la barriga de Jin Guangyao comienza a crecer, haciendo que Lan Xichen se vuelva aún más sobreprotector y Lan Jingyi sienta unas repentinas ganas por acariciarla cada vez que puede.

Falta una semana para que entren a clases y no ha frecuentado mucho a Sizhui. Si Lan Jingyi es honesto consigo mismo, considera que tal circunstancia es un respiro para su pobre corazón de pollo que no puede tolerar los descarados acercamientos de Sizhui. Es terrible, demasiado terrible. Lan Jingyi sabe que Sizhui es descarado en su actuar, pero lo hace con tal elegancia que no necesita utilizar sus manos para auto consolarse porque el sólo imaginárselo es suficiente para hacerle acabar.

Pero, pese a su endeble estado físico, el emocional es otro asunto distinto. La repentina e invasiva cercanía de Sizhui lo deja necesitado y con ganas de saber lo que pretende. Lan Jingyi está muy seguro de amar a Sizhui. Lo ama tanto como ama el pastel de chocolate y los abrazos de su madre, lo ama tanto que ha sacrificado a su personaje de menor nivel y en su lugar casó a Liebing con Bichen.

Su amor es incondicional, aunque no tan puro como creía... pero noble, aun así.

Entonces, para tratar de reorganizar sus pensamientos, ha evitado a Sizhui, concentrándose en otra cosa en su lugar.

Como buscar un nombre para su hermanito. O hermanita.

Ha decidido que, si es hombre, lo llamarán Rusong, y si es mujer, Yanli, en honor a la hermana de Jiang Cheng. Eso es una sorpresa que a su madre le agradó escuchar, estando de inmediato de acuerdo con él.

Su labor buscando el nombre adecuado le ha dejado exhausto mentalmente. Ahora está en el baño, duchándose. Foster The People resuena en el fondo y Lan Jingyi canta Style como si se supiera la letra, como si viviera cada frase en una tonada intrínseca, como si conociera el Inglés de forma perfecta, siente cada estrofa vibrar en su piel, alebrestando sus sentidos.

Transcurren tres canciones exactamente y Lan Jingyi sale del baño dejando una estela de vapor a sus pies. Hay una toalla de color bermellón que se afianza apenas a su cintura delgada, su torso aún está húmedo y su cabello mojado se dispara en varias direcciones, haciéndose notar que no se molestó en secarse adecuadamente.

—A-Yi.

Lan Jingyi no grita femeninamente cuando se percata de la otra presencia en su habitación.

Sizhui está sentado en su cama, observándolo. Las cejas están fruncidas, sus manos se aprietan en un puño sobre sus muslos. Lan Jingyi calma su agitado corazón, afianzando aún más el agarre de su toalla.

—A-Yuan, ¿qué haces aquí?

—Visitándote —susurra, frunciendo aún más el ceño—. ¿No puedo?

Efusivo, asiente, apretando con más fuerza la toalla—. ¡Sí! Pero... siempre avisas.

En ese momento se incorpora de la cama, caminando en su dirección, haciendo que Lan Jingyi, inevitablemente, retroceda hasta chocar con la pared. Contempla a Sizhui como borrego asustado, ahora percatándose de la diferencia marcada que hay entre sus alturas.

Abre la boca, emite un suspiro. Sizhui se acerca aún más hasta que la cercanía se torna insoportable.

—¿Por qué me has estado ignorando? —compungido, Sizhui inquiere. Su ceño fruncido se desdibuja para dar paso a una mueca apesadumbrada.

—¡No te he estado ignorando! —exclama, nervioso—. Es sólo que estuve buscando nombres para mi hermanito o hermanita y—

—Pero antes me hubieras llamado para buscarlo juntos, ¿no es así?

Sus pardos revolotean rápidamente, indicio de que está buscando una excusa. Sizhui lo conoce bien porque pronto suspira y esboza una sonrisa llena de pesar.

—A-Yi, me disculpo. No pensé que nuestra amistad pudiera acabarse, y yo pensé que te gusta— —calla, negando con la cabeza—. Olvídalo. No vale la pena ya.

Cuando dice eso último se gira, haciendo ademán de marcharse, pero en ese momento Lan Jingyi decide mandar todo a la mierda y arriesgarse. Total, ya no tiene nada que perder, por lo que lanza sus brazos alrededor del cuello de Sizhui, obligándolo a quedar frente a él. No tarda en unir sus labios a los contrarios en un incómodo beso que parece más un choque de dientes que otra cosa.

Un jadeo de sorpresa emerge de los labios de Sizhui. Sus ojos se amplían y un arrebol tenue mancha sus mejillas níveas haciendo que el índigo de sus orbes brille, intensos. Lan Jingyi cierra los ojos por la vergüenza, no deseando ver el rechazo, pero, lo que esperó no sucede. En cambio, Sizhui no tarda en asir las manos, abrazando su cintura y atrayéndolo más hacia su cuerpo.

Tentativo, su lengua se interna dentro de su boca y pronto comienza un extraño movimiento que no es del todo incómodo. A Lan Jingyi le cuesta seguir el ritmo, y honestamente, no sabe qué demonios está haciendo, pero es tan malditamente hermoso, emocionante y asombroso que sólo desea permanecer así para siempre, porque se trata de Sizhui besándolo, correspondiendo sus sentimientos.

Y es perfecto.

Pero no puede permanecer así eternamente, la necesidad de aire los limita y pronto se separan, jadeantes.

Se contemplan unos segundos, vislumbrándose con intensidad.

Woah —jadea Lan Jingyi. Sizhui esboza una sonrisa tenue, besando sus mejillas.

—Sí, Woah.

—Fue genial, bésame otra vez.

Sizhui ríe en voz baja, apretando con sus manos la piel de su cintura desnuda. En ese momento un pensamiento lejano le avisa que está desnudo, pero Lan Jingyi lo manda al demonio. Si decide separarse romperá el momento y él necesita más besos. Sizhui lo complace, ahora besándolo lentamente. Parece que comprendió el arte de besar y mover sus labios con suavidad para prolongar la agradable sensación que se arremolina en sus vientres.

Una vez más se separan, esta vez por petición de Lan Jingyi que ya siente cómo su miembro comienza a despertar por la estimulación de aquellos besos. Sizhui lo mira, curioso. Niega pronto con la cabeza, jadeante.

—Debemos parar o—

—¿No te gusta?

—¡Me encanta! Pero, pero... uhm —Lan Jingyi titubea, buscando la forma de decirle que su pequeño amigo está despertando. Observa cómo pronto el ceño en el semblante de Sizhui retorna y Lan Jingyi agrega—. Ah... una parte de mí está emocionándose...

El ceño fruncido desaparece, ahora sus cejas están enarcadas. La sonrisa retorna, esta vez es más condescendiente.

Oh, ¿te ayudo?

Lan Jingyi no esperó tan generosa oferta así que no tarda en asentir con efusión.

Joder, sí.

—Lenguaje, A-Yi.

Por favor, sí.

Sizhui ríe, volviéndolo a besar.

Lan Jingyi piensa que no hay mejor besador en el mundo que Sizhui. Y aunque sea el primero en besar, está seguro de que será el último, porque ama demasiado a Sizhui como para soltarlo.

Y maldita sea que alguien lo asesine si se atreve a considerar lo contrario.


Fin.

Lo Random de JingYiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora