VIII - Suelto

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— ¡Ya te dije que no puedo volar!

La insistencia de Namjoon con el tema de irse de la isla lo estaba sacando de quicio hasta el punto de responder. De no estar tan fastidiado solo lo ignoraría, pero ha hecho eso por ya casi dos semanas. Namjoon se desordenó el cabello con una mano, moviendo la cola y las alas inquieto.

—sabes volar, de otro modo no pudieras haber llegado aquí de ninguna manera y te he visto aletear. Si puedes-

—No puedo—interrumpe crispado—. Tampoco lo necesito. Tengo más de doscientos años aquí y sé trepar ¿por qué necesitaría volar?

— ¿Doscientos...? ¿Qué edad tienes? —increpa, lo pensó muchísimo más joven. Yoongi no aparenta básicamente nada de la realidad.

Aparte de parecer un amargado tiempo completo con odio por la vida.

—Doscientos sesenta y ocho. —Namjoon golpeó con demasiada fuerza a Jungkook con la cola, este le devolvió el golpe con un puño.

—Pensé ser mayor que tú...—murmura, Yoongi bufó, Jungkook se omitió toda clase de comentarios pues él es hasta más joven que Namjoon y no vale la pena mencionarlo ahora—. Sea como sea... ¿Es una lesión? ¿Qué herida tienes?

—Solo no puedo.

Namjoon hizo una especie de puchero. Desde el principio ha notado que las alas de Yoongi son rígidas. Es como si estuvieran congeladas o bien si las estira se hará daño. Tiene la impresión de que estar tanto tiempo sin usarlas y así mismo, en estas temperaturas bajo cero, sus músculos se quedaron atrofiados. Muy creíbles tomando en cuenta que no son del todo en proporción a su cuerpo.

—Puedo llevarte—supo que Yoongi le diría que no al instante—. Al menos hasta que dejemos a Jungkook en su hogar y sigamos con nuestro camino. En ese momento veremos qué hacer. Estoy casi seguro que para ese momento podrás volar.

No le respondió y muy en el fondo, Namjoon tuvo la gran impresión de que Yoongi no quiere irse. Quizá el más pequeño tenía la vaga esperanza de que se quedaran ahí los dos y punto final. No hacía falta de más nadie. Estar solo es normal, acompañado resulta más cálido, pero ¿para que juntarse a gente que no conoce? Que podría menospreciarlo apenas lo viera.

Namjoon no se burla y ya conoce perfectamente sus capacidades. Con eso puede estar feliz y en paz en este témpano de hielo en el culo del mundo.

Esta especie de discusión interna siguió presente durante todo el tiempo en que una tormenta obligó a todos los animales de la isla a refugiarse en la cueva. Es casi tierno. Jungkook dormía sin poderlo evitar, estando solo tirado en su rincón en proceso de hibernación. Namjoon lo acobijaba con sus alas enormes al igual que a Yoongi que tirita... Y los animales que se fueron a refugiar en él.

—Nun-nunca hubo una torment-a t-tan fría-a...—balbucea tratando de cubrirse con sus alas, sin éxito. Ni siquiera su piel gruesa y escamosa servía.

—Tam-también sale del horario que-que mencionaste—escupió más fuego a la fogata para avivarla, se va disminuyendo cada dos por tres—. N-no creo que sea s-seguro quedarnos aquí más-s tiempo.

—P-pero-

—A-apenas disminuya nos i-iremos.

Sobra decir que la idea impuesta no le gustó en lo absoluto, sin embargo, tiene que darle la razón. Si el clima iba a descontrolarse de esa manera no es seguro para ningún permanecer ahí aun si pueden aguantarlo de forma moderadamente buena. Jungkook acabaría muerto por el frío si seguían esperando por una afirmativa de Yoongi.

La tormenta seguía siendo bastante fuerte, pero Yoongi logró subir a Jungkook al lomo de Namjoon y treparse en el mismo. Es una suerte que Namjoon pudiese llevar tanto peso. En las patas lleva un par de enormes cestos con los animales que aún viven a pesar del frío.

Tardaron alrededor de cinco días en llegar a una isla en condiciones. Namjoon dejó a los animales en un sitio para que estos pudieran dispersarse como quisieran. Avanzó a la profundidad de el isla hasta dejarse caer muerto por el viaje y el peso.

— ¿Cómo lo llevas?

—Dame... un par de horas...—pide entre agotados jadeos. Yoongi se limitó a asentir y seguido empezar a caminar.

Había olvidado como se sentía la grama, la tierra seca. Se arrastró por el suelo, dio vueltas y cuál pequeño cachorro empezó a dar saltos entre cierta zona de hierva alta... al menos así hasta que cayó en un lago que no notó. Salió y sacudió la cabeza.

—Supongo que quedarnos unos días no te molestara. —dice Namjoon con Jungkook sentado a su lado, luciendo tiernamente pequeño en comparación. También muy juguetón con esos ojos tan enormes que se carga.

Yoongi fue hasta él, se sacudió y gorgoteó al mismo tiempo que Namjoon, ambos restregando su cabeza ay cuello contra el otro en gesto afectivo. Jungkook rodó los ojos para iniciar su marcha a lo largo del lago para no seguir siendo mal tercio con el par.

Se notaba que el frío amargaba a Yoongi si ya está tan cariñoso con Namjoon.

O quizá es así siempre y por fin está en real confianza de demostrarlo. Quién sabe.

—se están cuidando entre sí, eso es muy tierno...

Miró a todos lados con las aletas levantadas. No ve nada. Entrecerró los ojos y empezó a correr tras aquella especie de reflejo extraño que se mueve ¿Es un dragón? No logra distinguirlo y ya sabía de su presencia. Rompe ramas y pasa entre arbustos.

Rugió cuando sintió un pisón en la cola, lanzó bolas de fuego purpureó de forma bastante aleatoria, incendiando algún que otro árbol. Lo cierto es que atinó a la criatura que se quejó. Un rayo de sol inoportuno lo hizo perder la visión clara y solo pudo ver algo alzando vuelo y desapareciendo en una bola de fuego.

— ¡QUÉ MIERDA FUE ESO! —quejumbra malhumorado, al bajar la mirada se percató de escamas tiradas en la grama. Las olisqueó.

¿Omega...?

Uy... se supone que no puede hacerle daño a los omegas, pero ¡¿A dónde se fue!? ¿¡Cómo hizo eso!? No conoce ninguna raza de dragones que sea capaz de desaparecer en la nada. Creyó escuchar más ruidos, pero lo cierto es que Namjoon lo está llamando. Antes que preocuparlo prefiere dejar este asunto así. Quizá sea paranoia por despertar bien finalmente fuera del frío.

—Es muy tierno. —gorgotea guindando del árbol con su cola.

Jungkook volteó y no vio nada. Hizo una mueca antes de seguir andando para alejarse. Está muy mal, aparte de imaginar un dragón, le imagina una voz tan fina.

A comer algo, a de ser hambre.

Weak Link | NamGi || Book 1#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora