ホセオクの怒り ᯽ 𝗁𝗈𝗉𝖾𝗏

四

Taehyung abrió la puerta trasera de la casa de Sulli. Era tarde, así que trató de ser tan silencioso como le fuese posible. Fue de puntillas, tratando de recordar dónde crujían los peldaños de la escalera. Taehyung hizo eso hasta el peldaño superior, y se inclinó en la escalera para asegurarse que había apagado la luz de abajo, antes de subir. Taehyung no podía recordar si había golpeado el interruptor o no.

Taehyung gritó silenciosamente cuando Sulli agarró su brazo.

- ¿Tarde, verdad? Recompensa a una anciana y dime que fuiste travieso- dijo cuando le soltó el brazo y entonces lo acarició con su frágil mano-. Dame algo qué contarles a las señoras de mi círculo de bingo.

Taehyung sonrió abiertamente. Realmente le gustaba Sulli. Tenía una mente aguda para su edad. Podía zumbar constantemente sobre las cosas más extrañas, pero era una buena compañía para Taehyung.

Taehyung sacudió su cabeza, su pecho vibraba con una risa silenciosa.

- Una muchacha puede soñar.- Ella agitó su mano hacia su entrepierna-. ¿Tú no tienes alguna disfunción ahí abajo, verdad, joven?

La risa murió, y la boca de Taehyung colgó abierta con incredulidad. ¿Qué podía saber una mujer de ochenta años sobre esas cosas?

Ruborizado, sacudió nuevamente su cabeza.

- Bien, entonces tu galán debería estar feliz. Venga, vamos a por té.

Sulli lo arrastró de regreso abajo. Taehyung trató de dar un toque a su muñeca para indicarle la hora, pero ella sólo la apartó. - Eres joven. La falta de sueño no debería ser algo que no puedas manejar.- Ella acarició su pelo.

- Yo, en cambio, necesito mucho sueño de belleza.

Taehyung silenciosamente se rio entre dientes. Sulli era demasiado. Se sentó en la sala sobre una de las suaves sillas decoradas con flores rojas y amarillas mientras Sulli caminaba hacia el aparador y volvía con una bandeja. Taehyung la habría ayudado, pero la última vez que se había ofrecido, lo había sermoneado sobre sus capacidades. Taehyung no se había vuelto a ofrecer desde entonces.

Ella apoyó la bandeja y entonces le alcanzó a Taehyung una taza de porcelana.

Aceptando la taza, Taehyung bebió a sorbos el té Earl Grey. Había aprendido que el té favorito de Sulli era el Earl Grey. No era malo, pero Taehyung no era un verdadero bebedor de té. Preferiría un vaso de soda.

- ¿Fuiste a verle esta noche, no es verdad?- preguntó mientras vertía un poco de leche en su té.

Taehyung asintió. Arrugó su rostro para lucir enojado y entonces suspiró y sus hombros cayeron.

- ¿Entonces es dominante, es del tipo mandón?

Oh chico, lo era. Taehyung sacudió su cabeza asintiendo enérgicamente.

- Sabes, querido, a veces los hombres son así cuando no saben cómo expresarse. Tienes que ver a través de eso, ver lo que realmente quiere decir.- Sulli acarició su mano-. Mi Jongdae era de esa manera. Su manera de decirme te amo era aplastarme contra cualquier superficie.- Ella se rio tontamente mientras sus ojos verde suave adquirían aquella lejana mirada como si ella volviera a revivir los recuerdos-. Hubo una vez que él...

Taehyung se desconectó de lo que creía que ella diría. ¿Podría ser que estuviera equivocado con Hoseok? ¿Sería posible que sólo no supiera cómo expresarse? Lo había echado bastante bien a juicio de Taehyung. ¿Qué es lo que trataba de decir entonces? ¿Te amo? Taehyung resopló. Nunca había oído a alguien decir te amo con la punta de su bota.