LA LLEGADA

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Narra Grace

Tiempo actual.

Todo era blanco y frio, mi cuerpo sentía mucho dolor, pero a la vez no había nada de ello. Era como si volviera a nacer, entonces ahí me encontraba. De la nada sentí un vértigo, como cuando caes, pero sabes que esa caída no tiene un fin. Pronto sentí un gran golpe. Y después de que todo era blanco y frio ahora era negro.

Al abrir mis ojos, me encontré con algo observándome, me miraba directamente a la cara, trate de levantarme rápidamente, pero no me encontraba con la suficiente fuerza, sentí como se acercaba donde me encontraba y comenzó a lamberme mi rostro nuevamente caí dormida. No se cuento tiempo había transcurrido desde que me quede inconsciente, al abrir nuevamente mis ojos ese acompañante aún se encontraba ahí, trate de levantarme nuevamente esta vez sí lo logre.

-Hola amigo. Me dirigí hacia donde se encontraba.

-Era muy pequeño, tal vez aún era un cachorro, su pelaje era blanco con manchas cafés, era muy lindo.

¿En dónde me encuentro? Mire todo a mi alrededor, no se parecía a nada de donde yo vengo, aquí todo era bonito, a lo lejos se escuchaban los ruidos de los automóviles, el cielo era muy azul, todo parecía muy tranquilo, como si nunca hubiera pasado nada, tal vez esto es porque un va a pasar reflexione.

Comencé a dar pasos muy cortos, aun me sentía un poco desorientada, sentí que me seguían y no era nadie más que el cachorro que me había encontrado hace un momento atrás.

-Vete, pronuncie.

El solo me movía su cola.

-mira amiguito, tienes que entender que no te puedo llevar a donde voy.

De pronto sentí que me movía más la cola y se ponía emocionado.

Suspire muy fuerte.

-VETE, Vete de aquí.

El solo me veía, con su cara muy feliz.

-Ok, sabes que -Le dije directamente, no me importa que me sigas, pronto te cansaras.-Le dije con mi cara muy seria.

Al ir caminando pude notar, algo que no me había percatado hace unos momentos.

Me encontraba completamente desnuda.

¡¡¡Diablos!!!

Mientras iba avanzando más a la superficie de donde me encontraba pude notar, que había una casita muy pequeña.

-Perfecto, dije entre mí.

Al llegar a esa casita pude ver que había ropa tendida en su pequeño patio.

-Ok, tu. Me dirigí hacia el cachorro, -Necesito que te quedes aquí y no hagas ruido.

Y como si me pudiera entender, se sentó moviéndome la cola.

-Buen chico. Le dije.

Al entrar al patio, tome lo primero que vi. Una camiseta sin manga blanca y unos pantalones negros. Muy bien me dije a mi misma, ahora unos zapatos. Mire y busque para todos los lados pero no encontré nada. Maldije nuevamente.

Entonces vi una camioneta estacionada muy cerca de ahí.

Rápidamente me acerque hacia ella y entre, la pude encender con mis habilidades que tenía. Aún recuerdo cuando Dani me estaba enseñando a encender un auto sin la necesidad de tener las lleves, me decía que esto me podía salvar de un aprieto en el que me encontrara. Creo que este era el momento de demostrar lo aprendido.

Abrí la puerta nuevamente para meter al cachorro que ya se encontraba muy cerca de mí.

-Muy bien amigo es hora de ir por Dani.

Terminator: Dany & GraceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora