El Internado ||joerick|| Terminada

《dos》

Ya habían pasado dos semanas desde que llegarán esos chicos, Erick y Christopher, según Richard, el cual había esmerado en que fuéramos todos amigos.

Zabdiel se había unido a Richard, en lo que vendría siendo o, como lo habían llamado ellos, "operación hacerse amigos de los nuevos para no parecer asociales y antipáticos como Joel", nombre con el que claro no estuve de acuerdo.

Hacerse amigos de los nuevos, implicaba dejarme sólo a la hora del desayuno, almuerzo, merienda y cena. No, nunca estaban conmigo.

Estaba tan solo que, al parecer, un chico se acercó a hablarme por, seguramente, la pena que me tenía o quizas estaba solo al igual que yo.

El nombre de este chico era Yoandri, Yoyo para los amigos.

Era un chico bastante risueño, hijo de un grande empresario y una hermosa modelo, convirtiéndolo así en también un modelo reconocido que a veces me contaba de sus viajes por el mundo.

Era divertido y amigable no podía negarlo, pero su presencia y amistad no era la misma que la de Zabdiel y Richard, de los que me había hecho amigo desde el primer día.

Ahora me encontraba en mi habitación, Erick se encontraba encorvado sobre el escritorio con varias hojas y libros esparcidos sobre la superficie.

Tocaron la puerta y Erick amablemente se paró a abrir, después de una guerrilla por quien abandonaba su comodidad.

--- Te buscan ---. Pronunció con exasperación volviendo a su estudio. Esta vez colocando uno de sus auriculares.

Me levanté de mi sitio para ir a la puerta, era Yoandri.

---. Hola Yoyo ---. Saludé con mi mano ---. ¿Necesitabas algo? ---. Pregunté, no es por ser malo, pero en verdad no quería salir hoy. Era mi día libre y quería descansar.
y hacer nada un rato.

---. Nada muy importante, sólo quería saber si quieres ir a recibir a los nuevos ---. ¿Nuevos?

---. Wow, más nuevos, todavía no soporto a los últimos. ---. Dije un poco más alto de lo habitual intentando molestar a Erick.

---. Te escuché ---. Dijo Erick lanzándome un bollo de papel lleno de ecuaciones mal resueltas.

Reí.

---. ¿Y qué dices? ---. Preguntó Yoyo.

---. ¿Hey quieres ir? ---. Le pregunté a Erick. Me miró y asintió, para levantarse cerrando un par de libros de texto y acomodando levemente el escritorio.

Sorpresivamente podía decirse  que no me llevo tan mal con Erick, es un chico... interesante, a veces divertido.

Caminamos hasta los portones charlando de cosas sin sentido, esperando a que llegaran los autos.

--- ¡si! --- escuche celebrar a Erick --- mira, para ti que me decías que no iba a poder pasar este nivel --- me dijo enseñándome la pantalla de su teléfono celular, había estado jugando en sus tiempos libres a un nuevo jueguito.

Me lo decía porque días atrás, cuando se descargó el juego, le dije que no pasaría ni el primer nivel.

--- Te quiero ver con el que sigue --- dije intentando burlarme, pero en verdad se había vuelto malditamente bueno en ese juego.