EPÍLOGO

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Estoy llorando desconsoladamente.

Han pasado seis años ya y sigo sin poder superarte. ¿Cómo podría superar al gran amor de mi vida? ¿Cómo pude haber sido tan miserable de destruirte? Primero, te quité la vista, luego las ganas de vivir. Fui tan estúpido que desearía borrarlo todo, desearía haber disfrutado los últimos meses junto a ti JiMin y no haberte engañado jamás.

Pero supongo que la mierda nació para ser mierda.

Nací solamente para hacerte daño. Nací solamente para lastimarte mi bello ángel, cuando lo único que tú hiciste fue entregarme tu vida entera. Me he echado al olvido desde el día que te fuiste mi vida, he echado al olvido todos nuestras cosas y no sabes cómo me ha dolido. Todo lo que había construido por años, cayó de un momento a otro porque tú mi amor ya no estás a mi lado.

Me estoy muriendo.

Tu bello retrato colgado en la pared, lo he sacado de ahí. Me dijeron que tenía que liberarme de todo lo que era tuyo para poder olvidarte. Me negué, claro que lo hice. Me negué a borrar todo de ti, pero acabé cediendo tras años de no poder olvidarte.

Y fue aún peor.

Te añoro con mi vida entera, la poca que me queda. Nuestra casa está triste y vacía. Como yo. Aunque he sacado todo de aquí, aún tengo aquella cajita que tanto guardabas, donde están todas esas cosas que el mundo dice que me hacen daño.

Donde están tus recuerdos.

Vivo mis horas siempre dormido en nuestra cama, siempre con el rostro sin emociones. Me paso escuchando tu risa en cada rincón y tu voz en mi mente. Y lenta transcurre mi asquerosa vida en este mundo, sin la esperanza de que algún día vuelvas a mí.

De que vuelvas otra vez.

Cansado, desganado, sin alma, sin voz, ojeroso y sucio, flaco y sin emociones. Estoy muriendo, mi cuerpo ya no puede más, sólo falta eso para irme, porque mi alma y mi corazón, murieron el día que tú te fuiste de mi lado.

¿Qué puedo hacer si mi llanto lleva tu nombre?

Sé dónde estás y no puedo ir a verte. Me gasto la vida y me enveneno el propio aire. Y aunque quiera salir como un loco a buscarte, siento que alguna vez regresarás por esa puerta por la que te fuiste y me quedo sentado a esperarte.

Vuelve por favor.

Hoy me arrepiento de haberte herido, cuando tus besos solo me besaban con amor, cuando tus manos solo me tocaban con adoración, cuando tu amor era mío. No hubo motivos jamás para hacer que tu bello rostro llorase, pero al final eso fue lo único que hice.

Perdón.

Aunque pasen miles de años nunca podré dejar de amarte, siempre serás el único en mi corazón. El tiempo se detiene y yo seguiré pensando en ti, en los momentos felices que vivimos mi ángel. Perdóname por lastimarte mi amor, por haber profanado y mancillado tu cuerpo, por haber traicionado tu confianza.

Por mentirte.

No sé en qué momento se salió todo de mis manos. Todos decían que ella era la indicada. Yo la alejaba, tu operación estaba cerca. Era de alto riesgo. En mi mente recreé millones de escenas dónde tú me dejabas, donde al volver a ver la luz encontrarías millones de personas que estaban dispuestos a darte el mundo entero, donde te ibas de mi lado.

Y te encerré.

En aquella casa que era nuestro hogar. Te encerré porque no quería que nadie te viera, que nadie te conociera, que nadie me robe el tesoro que quería conservar sólo para mí. Me volvía loco el sólo pensar que algún día te irías de mí, que te cansarías, que en otros brazos encontrarías lo que yo nunca pude darte.

Luz.

Te quité la luz del mundo y la de tus bellos ojos, aquellos ojitos que se achicaban cuando sonreías. Yo, al que nada le importo, lastimar tanto tu amor a cada momento, yo, yo que en honor a la verdad, hoy confieso llorando que no he podido dejarte ir.

Que te amo cada instante.

Y ella estaba ahí. Mirándome, presionándome, diciendo que era todo para ella. Que jamás me dejaría como seguramente tú sí lo harías. ¿Fui un estúpido cierto? Tantos años me brindaste de tu vida, tanto amor tenía tu sonrisa para mí y yo simplemente no confié. Mi amor, al final te fuiste.

Por mi culpa.

Y tu dueño ya no seré, en la soledad de esta habitación te extrañaré. Mi dolor se agudiza con la interrogante de ¿por qué me equivoqué? Aunque sé bien que la respuesta la sé, no puedo evitar culparme a cada instante por mi error.
¿Cómo alguien tan sucio como yo podría ir hacia el ángel que representas mi amor? Sólo me queda llorar, destinado a perderme a mí mismo. Amándote y extrañándote viviré, sólo me queda llorar, vacío y herido sin ti.

Odiándome viviré.

Entre lágrimas de dolor y la consciencia amartillándome, te recordaré. Quiero morirme, irme contigo y no dejarte, porque sólo extrañándote yo estaré. El remolino de emociones que ataca mi corazón me sigue matando lentamente y me lo merezco, claro que me lo merezco.

Nunca debí aceptar que tus ojos vean la luz.

Ha leído tantas veces el diario que tengo en mis manos que me lo sé de memoria ya. Hoja tras hoja representan lo que pensabas de mí, lo maldito que fui. ¿Así te destruí segundo a segundo? Jamás me lo perdonaré aunque sé que tú sí me perdonaste. Soy un maldito desgraciado que nunca pudo hacerte feliz.

En el amor no basta simplemente amar.

Día a día te alejé de mí aunque te quise como a nadie. Nunca mi amor, nunca debí dejar que te regresaran la luz de tus ojos, aunque haya sido un maldito egoísta, no debí.

Te equivocaste mi amor.

En tu última hoja escribiste que yo te había hecho el amor para que te quedaras. Dijiste que me dormí y te fuiste de mí. Sabes mi vida, yo nunca me hubiese dormido, yo te hubiera sostenido entre mis brazos para siempre. Pronosticaste un final.

Uno que jamás ocurrió.

Porque hoy se cumplen esos malditos seis años desde que en esa operación te fuiste de mi lado. Y sí, tus ojos nunca volvieron a ver la luz. Nunca debí dejar que lo intentaran si quiera. Nunca debiste morir así sin saber que yo hubiera hecho todo para que te quedaras a mi lado así yo sea un maldito egoísta. Tu diario nunca debió tener ese final mi ángel. Cariño, siempre fuiste el único para mí.

Perdóname...










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Nombre: Jeon JungKook

Fecha: 7 de Diciembre del 2025

Lugar: Busán, avenida JongSan 135.

Hora de muerte: 8:23 pm

Causa: Desconocida

Evidencia: Una caja con un diario y un anillo dentro. En la última hoja del diario hay algo escrito y empieza diciendo: "Estoy llorando desconsoladamente..."

ɪ'ᴍ ɴᴏᴛ ᴛʜᴇ ᴏɴʟʏ ᴏɴᴇ ➳ [ ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora