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De acuerdo a lo acordado días antes, ese viernes Jungkook se encontraba en un puesto de bebidas en la entrada del centro comercial más cercano a su casa. Y al parecer también la de Hoseok.


Cuando el pelinegro le pidió que lo acompañará a comprar algunas cosas para su fiesta de cumpleaños número dieciocho, él no dudó en aceptar. Solo que luego de un tiempo cayó en cuenta que no estarían Sowon y Eunha hablando cómodamente o tal vez Yuna y Yerim peleándose. Estarían ellos solos, no era una salida de amigos, pero tampoco era una cita.

"Solo lo estás acompañando", se convenció luego de muchas dudas. Y con ese pensamiento se fue a encontrar con su amigo.

Esta vez no había sido muy diferente de la primera vez. El pelicastaño había llegado un tanto más temprano que su amigo, pero tampoco tardó demasiado en aparecer.

Hoseok se bajó del mismo auto gris lujoso en el cual llegó la primera vez a reunirse con él. Y cuando se fijó en su rostro, este ya lo había visto y le había dedicado una hermosa sonrisa.

"Tan lindo..."

Él había sonreído también y levantó su mano sacudiendo la con emoción.

Luego de ver cómo el pelinegro se volteó y hablaba con la persona frente al volante del auto pudo procesar lo que acababa de pensar y hacer.

Jungkook bajo su mirada y soltó una risa nerviosa; está bien, no hay ningún problema, Hoseok era un chico guapo, alegre...

Hoseok era lindo.

Y no ocurría nada, había estado esperándolo, podía emocionarse de ver lo llegar. Se estaba reprochando mentalmente por sus acciones, que no él mismo sabía por qué hacía. Jungkook no sabía que pasaba con el respecto a Hoseok.

Para cuándo levantó su mirada el pelinegro estaba frente a él, con la sonrisa bonita de siempre, y simplemente no pudo evitarlo, su mirada nerviosa pasó rápida y delicadamente por todo su cuerpo, observándolo de pies a cabeza.

Pantalones azules ajustados a sus piernas para nada flácidas, una camisa de color verde opaco perfectamente planchada y doblada en los antebrazos, tenía puesto un reloj, unas pulseras a juego y por supuesto el collar que había comprado para él. Su cabello estaba peinado hacia los lados, dejando ver su rostro limpio y fresco, y...

Sus labios tenían bálsamo transparente, viéndose de un tono rosa opaco brillante bastante bonito.

Para cuándo encontró sus ojos pudo notar la sorpresa y el sonrojo en el menor, pero esto no duró mucho pues Hoseok sonrió con gracia, alzó una ceja e hizo lo mismo, bajo su vista y la repasó por todo el pelicastaño, riendo al llegar a su rostro y ver su expresión.

Hoseok podía sentir su pecho revolotear, jamás hubiera esperado eso de el pelicastaño, y cuando fue su turno de mirarlo se fijó en los pantalones y chaqueta que tenía puesta, aunque no fuera un gran cambió se notaba que había puesto atención a como vestía, además tenía el reloj de siempre junto con la pulsera. Pero Hoseok decidió no mostrar lo bien que lo hizo sentir eso.

Jungkook se veía más preparado, el clima estaba frío y había mucho viento, por lo que su chaqueta era efectiva, no como él, que se fue más por lo estético para impresionar. Además el pelicastaño no había olvidado traer la mochila para guardar las compras, y así no cargar todo en las manos.

Gay MODE ﹫ 𝑱𝒖𝒏𝒈𝒉𝒐𝒑𝒆 ཻུ⸙͎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora