Esta no es una historia epica, esta es la historia de cinco personas en otro mundo...
William Smith: Un chico con ideal de heroe que no logra salvar nada.
Jun Sun: Una chica que lucha por la justicia en un mundo donde no existe.
Ciara Micheletti: Un...
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...Dicen...
Dicen que todos vivimos bajo nuestras propias impresiones, no lo puedo negar a estas alturas
Nacer, crecer, reproducirse y morir...ser feliz, esa es la vida del ser humano resumida. Entre medias hay una historia, un libro escrito a puño y letra. Algunas son grandes historias, otras son cortas e irrelevantes.
Pero los libros se queman, se pudren, se desintegran con el pasar del tiempo, es algo que todo humano siempre ha temido.
Nunca pensé en eso hasta el día de hoy. Vivía el presente, soñaba mi futuro y aprendía de mi pasado, esa era la visión del hombre contemporáneo. Aun así, esa clase de forma de ver la vida era...muy sosa, muy banal y superficial.
"El hombre nace para ser feliz" "El que se esfuerza y construye su futuro, logrará todas sus metas" "Soñar, idear y cambiar" Vaya mierda de idea
El hombre no es nada, los seres humanos no son nada. La tierra, el agua, el aire, el cielo, el espacio, las estrellas y hasta el mismo tiempo, incluso el mismo universo...no son absolutamente nada.
Realmente nacemos para algo, vivimos para algo, no somos un error ni mucho menos somos los arquitectos de nuestra propia vida. Pero esa misma razón...nos hace ser nada.
"¿Dónde quedó el hombre que añoraba ser un héroe? ¿Dónde quedó aquel niño que quería salvarlos a todos?"
¿Dónde? ¿me hablas de aquel niño de la profecía que salvaría a todos de la devastación?
Él murió Junto a todos los sueños e ideales por los que luchaba
Él era solo una historia de muchas, un libro de cientos de miles que hay, un insignificante libro de oro en una enorme biblioteca llenas de innumerables libros de oro.
Porque su vida tenía significado, porque su historia ya estaba escrita y todo lo que fue escrito, fue para entretener a algunas cuantas personas.
Fui el hazmereír de todos, fui simplemente un actor más de esta enorme obra llamada vida. Mis ideales solo fueron eso, un mal chiste contado por un niño...un niño que siempre estuvo cegado por la gloria.
Me merezco el título de héroe, niño de la profecía, de protagonista...porque eso es lo que siempre soy y siempre he sido.
