– S-señorita A-Anesha – llamó Ciara mientras le daba un gran abrazo y su cara reflejaba un llanto infantil.
Anesha se sorprendió un poco por el contacto físico, pero sonrió mientras le devolvía el abrazo e incluso la mimaba un poco a su amiga.
Jun, por otro lado, se quedó en silencio mientras miraba a otro lado, avergonzada de sí misma.
La chica rusa se rio un momento mientras separaba a la chica rubia de ella – No se sientan mal por mí, ya lo superé hace un tiempo – dijo ella mientras les sonreía
–El ayer es el ayer y el mañana, el futuro hoy – dijo ella en forma de acertijo mientras miraba como ya casi estaban en las murallas.
– Quizás estemos más perdidas que un náufrago en estos momentos, pero la verdad es que yo...me siento libre – decía mientras daba un gran respiro
– Este nuevo mundo quizás este plagado de muchos desafíos que parecerán insuperables, pero prefiero morir por una decisión mía a vivir una larga vida de servidumbre – admitió con el rostro serio, pero al mismo tiempo parecía estar tranquila.
– La idea es no morir tempranamente – dijo Jun con un sudor en su frente – Pero creo que puedo entenderte – admitió ella, ahora siendo más empática con ella, podía entender a lo que se refería
–Uh, ya llegamos – dijo notando como había dos guardias ahí, eran los de antes quienes se apresuraron a abrir las grandes puertas del jardín real.
Anesha saludó con una linda sonrisa, dejando anonadados a los guardias, quienes respondieron con una sonrisa boba
– Bien, supongo que eso es todo – dijo ella notando como los guardias se quedaban, de mala gana, detrás para cerrar las puertas, aunque quisieran acompañar al pequeño grupo.
– Si – dijo perdida Jun mientras veía el enorme todo que tenían en frente – No soy una experta en estas cosas, pero... – dijo ella mientras miraba por todos lados, había una gran cantidad de personas y todas ellas se les quedaba mirando
– ...me siento fuera de lugar – añadió notando como todos se le quedaban mirando por sus ropas y, sobre todo, por haber salido del palacio real.
Ciara y Yo estábamos usando el uniforme de la universidad, así que tenían sus razones para vernos demasiado.
Era extremadamente raro ver ropas como las nuestras. En contraposición, el vestido de bruja estereotipada de Anesha, que en nuestro mundo resaltaba demasiado por su rareza, parecía ser el día a día en este nuevo mundo.
Aun así, la belleza natural de mi amiga rusa era tal, que todos se quedaban maravillados ante su presencia y su porte elegante natural.
Aunque con un poco de envidia, realmente agradecí que me dejaran de lado, ya que no soporto mucho las miradas interrogativas de tanta gente.
ESTÁS LEYENDO
La Guerra del Santo Grial |Reencarnados|
FantasiEsta no es una historia epica, esta es la historia de cinco personas en otro mundo... William Smith: Un chico con ideal de heroe que no logra salvar nada. Jun Sun: Una chica que lucha por la justicia en un mundo donde no existe. Ciara Micheletti: Un...