Esta no es una historia epica, esta es la historia de cinco personas en otro mundo...
William Smith: Un chico con ideal de heroe que no logra salvar nada.
Jun Sun: Una chica que lucha por la justicia en un mundo donde no existe.
Ciara Micheletti: Un...
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El cargo de sacerdotisa ha pasado de generación en generación a lo largo de los siglos. Siempre que hay un héroe elegido, anteriormente nacerá una sacerdotisa, un heraldo de los cielos que guie al héroe hacia la victoria.
Gracias a la devoción de la familia real hacia el único y verdadero dios, la Sacerdotisa siempre habrá de nacer en el seno de la familia, siempre una de las hijas del emperador.
La presencia de la niña elegida por los cielos advierte sobre una época oscura por llegar y la futura llegada de un nuevo héroe bendecido por dios.
La niña habrá de ser instruida para ser el heraldo del dios y compañera perfecta del héroe. Sus poderes, incluso superiores al del sumo sacerdote, son una gran fuerza del bien contra la lucha del rey demonio.
– Que increíble – susurró William, escuchando atentamente la historia sobre la Santa Sacerdotisa, doncella del reino de Midgard.
– Sí, aunque no me siento totalmente segura de mis capacidades o mi utilidad hacia el héroe, yo creo firmemente en mi fe y en el héroe – dijo ella con una sonrisa cálida.
– C-Claro – susurró William, sintiéndose un poco incómodo por tal devoción – Entonces... ¿te unirás a mi grupo? – preguntó él, sin entender por completo las intenciones de la chica.
– Seguiré al héroe hasta los confines del mundo – dijo ella sin dudarlo – Me he preparado toda mi vida para este momento, es bueno conocerlo finalmente, héroe – saluda ella, riéndose un momento.
William se sonrojó mucho por la forma de desenvolverse de la chica – E-El gusto es m-mío – respondió el castaño, intentando no mirarla para no sonrojarse más.
– Espera – se detuvo William, pensando un momento – ¿No sería eso un problema? – preguntó, llamando la atención de la chica – Sigues siendo la princesa del reino, todos podrían reconocerte – dijo con algo de duda.
Mi pensamiento en ese momento era muy claro, ser aventurero. Comenzar como el héroe elegido puede ser bueno, pero definitivamente traería mas problemas que otra cosa.
Por la forma en como los estaban tratando, todo decía que la situación de invocación al héroe era completamente secreta, por lo que la gente normal no sabía de su existencia.
La idea era entrenarnos lo suficiente como para que vaguemos por el mundo libremente y de esa forma encontráramos nuestro camino hacia el rey demonio.
Aun así, debí darme cuenta que había algo raro estaba sucediendo, pero en ese momento no podía pensar en otra cosa que la chica bonita que tenía frente a mí.
– No se preocupe, héroe – dijo ella con una sonrisa pequeña – Nadie sabe cómo soy en realidad, siempre he estado en la basílica del único y verdadero dios – reveló ella con una sonrisa.
