Después de una tierna e inocente confesión que marcó la vida de Min YoonGi como la de Park JiMin, se desata un caos que involucra el tiempo de vida de ambos.
Un rechazo que marcó el final de un principio.
El futuro da muchas vueltas y una vez que lo...
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El silencio había reinado en la habitación, puede que ya no era tan incomodo como antes, pero aún así, ninguno de los dos había tenido el coraje de decir algo luego del abrazo que se dieron y de las lagrimas que habían estado llorando por un largo rato hasta acabar así. Puede que no lo dijeran en voz alta, pero aquel gesto fue de lo que tanto habían anhelado para empezar a cicatrizar las heridas del pasado.
─Me gustaría que empezarás desde el principio, Yoongi ─Fue lo único que pudo formular Jimin luego de tanto tiempo en silencio, mostrando aquella seriedad la cual era una barrera que lo mantenía protegido, mientras continuaba tratando de calmar los latidos de su corazón por sus tontos impulsos de desear más ─, ¿Qué fue lo que nos pasó para acabar de esta forma?
Todo había cambiado.
─N-No sé si sea buena idea ─El rostro de Yoongi había palidecido más de lo que ya era, de alguna manera no sabía que decir para poder iniciar todo aquel caos que marco la vida de ambos, pero debía ser sincero ─. E-Es decir, cometí muchos errores en el pasado al ser un adolescente tonto e inmaduro que creía que tenía todo ─confesó ─, incluso hasta el día de hoy, no hay momento en el que no me lamente por lo que te hice, merezco todo lo que me ha pasado hasta ahora, es lo mínimo que podía recibir luego de pisotear tus sentimientos.
─Pero tienes que decirme algo que explique porque cambiaste conmigo. Creo que el día es largo, así que puedo esperar todo lo que quieras hasta que te sientas más confiado ─expresó Jimin mientras se encontraba en su computadora concentrado en responder los mensajes de algunos inversionistas que deseaban buenos deseos en su nueva línea de vestidos ─. Merezco saber la verdad, no es justo que no obtenga respuestas, así que te escucho.
En silencio y sin decir nada, Yoongi estaba sentado en frente del escritorio del omega, con la vergüenza presente en su cuerpo no sabiendo cómo empezar. No entendía como el menor estaba tan tranquilo luego de que ambos habían llorado como una hora en el suelo, tal como si fuesen dos niños pequeños con miedo del mundo.
─T-Tenías razón.
Aquello fue lo único que pudo pronunciar Yoongi luego de largo tiempo sin decir nada. Jimin dejó a un lado lo que estaba haciendo para mirar a Yoongi confundido, había sido tan de repente y confuso, que no entendía las palabras del alfa.
─¿A qué te refieres? ─cuestionó mientras se quitaba sus gafas y observaba a Yoongi con más tranquilidad ─. No te entiendo, ¿De qué era lo que tenía razón? Sé que siempre la tengo, pero no recuerdo esa parte.
El omega realmente quería que Yoongi fuese sincero y confesará todo lo que había estado guardando por tantos años. Claramente podía ver el arrepentimiento en sus ojos, pero necesitaba escucharlo de su boca para poder avanzar y soltar el dolor que estuvo cargando por tantos años hasta ahora.
─En que debí hacerte caso cuando me decías que no debía juntarme con esas personas porque no traerían nada bueno a mi vida ─Sus manos se habían dirigido a su rostro, quitando las lágrimas que estaban saliendo de sus ojos y aunque no lo supiera, sus acciones estaban causando un estrago en el corazón del omega ─. Desde un principio hasta el final, en todo tenías razón, pero te ignoré y seguí con ellos a pesar de que no eran buenos para mi, lo peor fue que terminé como un error, un fallo de la naturaleza que no tiene reparación por mi propia cuenta.
