La niña AnaA veces olvidamos que tenemos cosas que hacer, olvidamos que prometimos hacer algo, y no lo hacemos. Eso le pasó a Ana.
Ana es una niña a la que no le gustaba ordenar sus cosas a la hora de terminar de usarlas. No arreglaba su cuarto, no arreglaba su ropa, no guardaba sus juguetes cuando terminaba de usarlos y le hacía rabietas a sus padres cuando la mandaban a que hiciera alguna cosa.
Un día Ana estaba jugando con sus juguetes y sus padres le dijeron que cuando terminara los guardara y como premio ellos la llevarían a comer helado. Ella prometió que lo haría, prometió que al terminar de jugar con sus juguetes los guardaría. Las horas pasaron, Ana se cansó de jugar se levantó del suelo y caminó hacia la cocina, no muy lejos de donde ella estaba vio a sus padres y recordó lo que les había prometido, así que corrió rápidamente a su cuarto para recoger los juguetes, pero pensó que si los ocultaba ellos nunca se darían cuenta de que ella no los había guardado. Pero los escondió debajo de la cama y para poder verlos había que agacharse a ver, desde la puerta los juguetes escondidos no se lograban ver.
Su madre entró a la habitación y al no ver los juguetes regados felicitó a Ana y le dijo que se bañara y vistiera porque saldrían a la heladería.
Ana sonrió, le causó gracia haber engañado a su madre, pero eso está muy mal.
Ella se bañó rápidamente y fue a la sala donde la esperaban sus padres sentados en el mueble.
—¿Estás lista cariño?— preguntó la madre de Ana, ella dijo que sí mientras movía rápidamente su cabeza asintiendo.
Salieron de la casa camino a la heladería. A Ana le gustaba el helado de vainilla así que ese le compraron. Los tres se sentaron a comer en una mesa de la heladería. Tiempo después volvieron a la casa y Ana se fue a dormir.
Al otro día el padre de Ana se fue a trabajar y la madre llevó a Ana a la escuela. Estado la madre de regreso a la casa se puso a limpiar. Entró a la habitación de Ana y cuando metió la escoba debajo de la cama para barrer, se encontró con todos los juguetes que Ana había usado el día de ayer.
Ana quedó castigada por mentirle a sus padres, ella se puso a llorar porque no quería estar castigada, pero luego entendió que lo que había hecho estaba muy mal y le prometió a sus padres ser mas ordenada y cuidadosa.
Fin.
Enseñanza
Está mal engañar, pero a veces nos damos cuenta tarde. Así que no intentes engañar a las personas y mucho menos a tus padres, ellos te corrigen porque te quieren y quieren que hagas las cosas bien.
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Hola gente, aquí estoy con un cuento nuevo para ustedes. La misma situación, alguien me pidió que los escribiera, sí, en plural.
Tengo otro aparte de este y luego lo subiré, espero que les gusten. Gracias por leer. ❤
Miércoles 4/12/2019
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Cuentos infantiles
Short StoryCuentos cortos para niños, cada uno con una enseñanza al final.