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Lejos de la cálida y agradable mañana que pensó que le recibiría, son los mensajes y llamadas lo que lo despiertan. Gruñó para sí mismo y se sentó en la cama tomando su teléfono, sus padres y amigos habían estado como locos hablándole durante la mañana, y Jimin solo sonrió, como de costumbre todos querían felicitarlo por el día anterior. Dejando el teléfono un rato, mira a su lado en la cama y se encuentra con un JungKook totalmente dormido. Aunque todavía estaba enojado por su escapada del día anterior, difícilmente podía enojarse con el menor.

Se inclinó para dejar un beso en su frente y lo ve arrugar el ceño para darse vuelta, Jimin soltó un risa, JungKook era un bebé gigante.

Saliendo de la habitación para no despertarlo, camina hacia la sala de estar del cuarto de hotel, donde prende la televisión y llama a recepción para tener su desayuno. En medio de todo eso, estuvo respondiendo mensajes de su teléfono al azar. Una vez que pudo sentarse para relajarse, abre el mensaje de NamJoon. Aparte de las felicitaciones por los premios, le había enviado un link de un portal de noticias. Jimin rodó los ojos y suspiró, siempre que había una noticia relevante o algo que afectara a todos, NamJoon se las enviaba a todos para que leyeran la noticia.

Al pincharlo, abre el artículo y alejado de los pensamientos que tenía, se encuentra con un artículo sobre JungKook. Con la boca abierta lee la noticia, la noche anterior había salido de fiesta luego de la premiación y habían captado fotos de él bebiendo y bailando. Jimin se detiene un rato para calmarse, tratar de apagar la traición que emergía de su pecho, y deslizar hacia las fotos, viendo una a una.

La secuencia de fotografías seguía el mismo tono. JungKook bebiendo, bailando, riendo y en todas, notablemente borracho. Él hablando chicos y siendo sociable como siempre lo era fuera de las cámaras. ¿Así que prefirió salir a divertirse con otras personas, en vez de estar con él para celebrar la noche? ¿Sin molestarse en decirle algo o responder sus mensajes?.

Jimin sentía un fuerte agujero en su pecho, pero nada pudo ser peor que lo siguiente. La fotografía de JungKook besando a un chico.

Muchas veces, a lo largo de su relación, hablaron sobre cómo sería cuando salieran ante el mundo. Tenían muchos escenarios. Ambos siendo idols retirados, afirmando que habían tenido una relación larga y que estaban felices. Uno besando al otro en alguna premiación porque no pudieron aguantarse más. Otro siendo atrapados por Dispatch en medio de una salida romántica. Habían tantas formas en las que planearon salir del armario, pero ninguna de ellas era esta.

Jimin dejó de lado su teléfono y no fue hasta que soltó un sollozo que se dio cuenta que estaba llorando.

Se suponía que eran la pareja más fuerte que conocían, todos sus amigos y familiares siempre los ponían de ejemplo y admiraban su relación, pero luego de años de dedicación, amor, resistencia... ¿Para qué servía si al final te pagarían de esta manera?

JungKook era la persona en la que más confiaba. Pasaron por mucho juntos, desde cuando no eran nadie, hasta cuando estuvieron en la cima del mundo. Era más que su novio. Era su amigo, su aliado, su compañero, la persona con la que quería compartir su vida. Y por eso que la traición le estaba desgarrando el corazón.

— ¿Jimin? — Con voz ronca y pasando sus manos por su rostro para despertar, apareció JungKook.

Al verlo, Jimin pudo ver el rostro de alarma que tenía cuando lo miró. Al comienzo dio unos pasos apresurados hacia él, para preguntarle qué sucedió, pero se detuvo de golpe y Jimin lo supo. JungKook estaba recordando todo lo que hizo anoche.

— Jimin...

— ¡No! — Jimin era un caos, estaba llorando sin control mientras veía que JungKook también comenzaba a llorar.

— Lo jodí ¿cierto?

— No, Jeon JungKook, solo acabas de serme infiel y destruir por completo tu maldita vida — Jimin se levantó del sofá y se acercó a la ventana del cuarto, para abrirla sin tocar las cortinas, necesitaba aire y urgente. Se sentía ahogado, no era por la falta de aire, sino por sus emociones descontroladas.

— Yo... Yo ni siquiera sé qué decir.

— ¿Y tú crees que yo sí? ¿Esperabas que tuviera todo un discurso armado luego de enterarme que mi novio de nueve años besó a otro? — Jimin lo miraba con amargura.

El silencio los inundó. Jimin se sentía tan traicionado, desolado e infeliz, miraba a JungKook y trataba de buscar una forma para salvarlo de esto. Para salvarlo a él. Incluso en esa situación, quería buscar la forma de ayudar a JungKook, porque a pesar que le dolía como la mierda lo que había sucedido, no podía odiarlo.

Lo amaba tanto y estaba tan enamorado, que esta traición no lograba eclipsar lo que sentía o la historia que tenían, pero sí lo estaba golpeando duro.

JungKook ahí frente suyo seguía siendo su pareja. Seguía siendo el hombre que le susurró tantas veces al oído que lo amaba. Al que le entregó su corazón, vida y alma, y que él respondió de la misma manera. Pero ahora lo veía, y solo recordaba la fotografía de él besando a otro.

— ¿Por qué? — Jimin aclara su garganta. — ¿Por qué lo hiciste?

JungKook se sonroja con su rostro totalmente cubierto de lágrimas. — Yo... Estaba celoso, luego de verte ganar y...

— ¡¿Estás siendo jodidamente serio, Jeon JungKook?! ¡Porque si esa es tu estúpida excusa, eres la mitad de inteligente de lo que pensé que eras!

— ¡Sabes lo exigente que soy conmigo! — JungKook se puso a la defensiva y también alzó la voz, pero temblorosa. — ¡Sé que no debo sentirme así, pero verte ganar se sintió como la mierda! ¿Sabes cuántas horas de mi vida le dedico a esto?

— ¡Las misma que yo, idiota! ¡Recuerda que estuvimos en el mismo grupo por años! — Jimin lo mira con ira, dolido, porque JungKook no era el único perfeccionista entre ambos. — ¡¿Y crees que no se sintió como la mierda verte besar a otro?! ¡¿Eso era lo que querías?! ¡¿Querías que me doliera como a ti te dolió no ganar un premio?!

— Yo... ¡No! ¡Sabes que no te haría daño de esa manera!

— ¡Entonces explícame, porque sino nunca podré perdonarte!

— ¡No sé! ¡No sé qué pasó! ¡Estaba bailando con él y lo único que recuerdo es que se me echó encima para besarme! — JungKook movía sus ojos de lado a lado de manera frenética, tratando de explicarse. — ¡Me separó de inmediato! ¡Lo juro! ¡No quería besarlo!

Jimin se rió sin gracia. Cruel. — ¿Entonces por qué en un primer lugar fuiste a un bar gay? Si simplemente querías pasar tus penas en otro lado lejos de mí ¡¿Por qué mierda fuiste a un bar gay?! ¡Sabiendo que todo el mundo te conoce!

— ¡No estaba pensando! — Su voz comenzó a desgastarse y en vez de ser la defensiva voz fuerte, pasó a ser baja y sollozaste. — Yo no quería besarlo, Jimin, al momento que me separé vine acá, me di cuenta de lo estúpido que fui al ponerme celoso y lo mucho que te amo... Me asusté, ni siquiera me di cuenta que me sacaron fotos, lo único que pensé en ese momento era en estar contigo... Por favor, Jimin, créeme.

—... Vete.

— ¿Qué?

— Vete, la habitación de tu manager está en frente... Yo, necesito pensar y creo que la mejor manera es que estemos separados un tiempo.

— ¿Separ- ¡No! Jimin. Nunca hemos estado separados — JungKook abre sus ojos rojos y se quiso acercar, pero una mirada de Jimin lo detuvo. — No me dejes... No podré pasar por todo esto sin ti.

— Pues tú decidiste pasar por todo esto sin mí — Jimin secó sus lágrimas y se acercó a JungKook. Lo empujo y JungKook no opuso resistencia, pero trató de detenerlo.

En medio de empujones, se acercó y abrió la puerta. Y aunque se encuentran con la persona que venía a dejar su desayuno, antes de poder decir algo, Jimin empujó a JungKook y este cayó contra el carrito, ensuciándose y rompiendo todo.

Jimin lo miró por última vez, y sin decir nada, cerró la puerta.

Trust Me →kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora