El Diario del Robin Perdido

Despedida parte 2

Bruce había salido un momento, se sentía sofocado ahí adentro, y necesitaba tomar algo de aire, hasta que sintió una presencia familiar detrás de él

-Como estas murciélago?- le preguntó una voz femenina, haciendo que se diera la vuelta

-Selina...- murmuro mirándola, invitandola a acercarse con la mirada y luego regresando a apreciar la ciudad

-Debes estar muy triste no?- preguntó la mujer parandose  a su lado para también mirar la ciudad

-Estoy bien- aseguró, aunque en realidad estaba intentando convencerse a si mismo de que eso era cierto

-Se que no estas bien, quien podría estar bien cuando acaba de perder a dos de sus bebés? A dos de los pequeños que crio y vio crecer... Nadie está bien después de eso, ni siquiera tú Bruce- Selina se acercó a el, pasando sus brazos por su cuello para abrazarlo- Apenas y te ví soltar un par de lágrimas, no te lo guardes Bruce... Dejalo salir, estas en un funeral, nadie te va a juzgar y menos pensar que eres débil- le aseguró susurrando en su oído con voz suave

Bruce asintió y miro por un momento a la mujer frente a él- Gracias Selina, ahora me gustaría un momento a solas- pidió separándose de ella lentamente

Selina entendió el mensaje, y con un asentimiento se separó de él- Si me necesitas, estaré adentro- y con eso la mujer volvió a ingresar al lugar

Bruce se quedó ahí afuera, únicamente viendo la ciudad, y de repente se sintió enojado y golpeo la pared a su lado con fuerza, lleno de frustración, dejando finalmente salir las lágrimas que estuvo conteniendo desde la muerte de Tim

-Maldita sea...- gruño en voz baja, le parecía injusto, la ciudad, las personas, todo seguía con normalidad, como si nada estuviera pasando mientras que para él su mundo se derrumbaba

Bruce nunca le gustó ser egoísta, pero esa vez quería que todas las personas en la ciudad sufrieran el mismo dolor de la pérdida que él...

No hubo tiempo para más, pues la ceremonia tenía que seguir, y pronto se llevaron los ataúdes para ser enterrados en el cementerio de la familia Wayne

-... Estas bien?- Jason preguntó mirando a Damian mientras ambos viajaban en la limusina camino al entierro

Damian no pudo decir nada, así que simplemente decidió negar con la cabeza mientras se cubría el rostro

-Si... Yo igual...- murmuro el mayor pasando su brazo sobre los hombros del pequeño a manera de consuelo

-Esto no es justo para nadie... Por qué fueron ellos y no nosotros?- preguntó Damian en voz baja

-Me pregunto lo mismo... Hay que aceptarlo, perdió a los mejores hijos, perdió al alegre acróbata y al inteligente detective y se quedó... Bueno, se quedó con el cruel mercenario y el malvado demonio- murmuro mirando por la ventana con tristeza en los ojos.

Llegaron al cementerio, donde se realizó la última parte de la ceremonia... El entierro...
Todos dijeron su último adiós y lanzaron una rosa blanca a cada uno y cuando se finalizó el entierro y pasados unos minutos, la gente comenzó a retirarse poco a poco después de dar unas últimas condolencias a la familia...

El pequeño se acercó a las tumbas, en cada uno se encontraba gravado sus nombres, cuando nacieron y la fecha en la que murieron, además de algunas palabras cursi que a Damian no le parecieron suficientemente buenas para describirlos

-... Grayson... Drake... - los llamó en voz baja, mirando hacia atrás, esperando no ser escuchado por su padre o Jason, que hablaban con los últimos invitados-... Qué se supone que haga yo ahora?...- murmuro bajando la mirada soltando un leve sollozo