He cogido la cuchilla de afeitar de mi padre.
Me la he acercado a la muñeca.
Pero no he podido cortarme.
Quizás tenga miedo.
Quizás tenga esperanza.
Quizás tenga conciencia.
Quizás...
Quizás...
Quizás...
Es la primera vez que le cuento a alguien mi afición.
Supongo que me gusta que me escuchéis.
Me gusta saber que alguien me recordará.
Aunque solo sea una persona.
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Treinta Días (Blog #1)
Short Story¿De verdad hay un momento en el que tocas fondo? ¿Seguro?