Dia seis

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Me desperté...mis ojos dieron justo en el reloj digital de mi mesa de luz

Cuatro de la mañana, ¿Quien se despierta a las cuatro de la mañana?

Giré hacia el lado de la ventana, la luna llena se veía enorme, cuando reinaba el silencio en mi habitación mis pensamientos sabían ir mas allá de lo real

Como siempre mamá regresó a mi cabeza, ella fue de las madres que necesitaba proyectarse en mi, tenía que ser perfecta para complacerla y me encantaba la sonrisa que ponía cada vez que hacia algo bien pero luego encontraba el detalle y la sonrisa se borraba para convertirse en mi mounstro que vivía debajo de mi cama

Le gustaba encerrarme en todos los cuartos posibles de la casa, baño, alacena, habitaciones, cuarto de limpieza, el cuarto de lavandería; Me encerraba ahí por horas luego me sacaba antes de que llegue papá

A pesar de eso siempre la quise, era mi madre y desde luego que desde ese día, me imaginé a mamá llegar a casa y reconstruir todo lo que destruyó pero a los segundos mi cabeza reacciona y se da cuenta que la gente normal no hace eso, arruina algo y huye, huye lejos

Mis ojos se fueron cerrando pensando una vez más en mamá...

- Solecito, hora de levantarse- Abrí los ojos y los sentí pesados, seguramente estaban algo hinchados por no dormir muy bien - ¿No has podido dormir, Solecito?-

- No- Susurro y me bajé de la cama rodeando a Martita

- ¿Otra vez tu madre?- Solté un sonido de frustración

- Si...pero no quiero hablar más del tema- Me adentré al cuarto de la ropa y me cambié ahí mismo

- Bien y por favor desayuna algo, últimamente no estás comiendo-

- Mejor- Susurré mirando la ropa

(...)

Miré a Jai sentado en el banquillo tomando un café mirando su celular, cuándo sonrió me hizo suspirar

Alzó la mirada y siguió con su sonrisa

- Buenos días señorita Amanda-

- Jai- Asentí yendo hacia la isla y sentarme frente a el

- En veinte salimos- Asentí y Martita que no me había notado seguía dándome la espalda, me paré y caminé hacia ella apoyándole una mano en el hombro

- Solecito, me asustaste- Le sonreí - ¿Quieres un café?-

- Yo se lo sirvo- Dijo Jai alzándose y tomar una de las tazas que estaban sobre la mesada a nuestra izquierda

Martita me codeó llamando mi atención, la miré y me guiñó el ojo haciéndome sonrojar

Me volví a sentar y Jai me pasó una taza con café caliente

Le dí un sorbo y sonreí sintiendo el líquido bajar por mi garganta

- ¿Le falta azúcar?- Lo miré conectando con sus ojos celestes

- No... gracias- Noté como Martha salía de la cocina silenciosamente

Se armó un silencio algo abrumador, quería hablar con el pero como siempre no sabia sobre que

- Hoy es la fiesta- Dijo Jai sacándome de mis pensamientos

- Mhj mjh- Asentí con mi garganta y darle un sorbo a mi café

- ¡Amanda!- La gruesa voz de papá se escuchó haciéndome suspirar y sin querer volví a mirar a Jai, este me miraba fijamente - ¡Amanda ven aquí!-

Mi ChoferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora