Tres días

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- Muy bien, eso es todo- Me apoyé en el respaldo de mi silla declinable viendo a los proveedores salir por la puerta uno por uno

El ultimó le dio el pase a Susi que entró corriendo como siempre 

- Señorita Amanda, llamó otra vez Valery, dice que quiere cambiar el color del lugar- 

- ¿En serio?, ya lo cambió como tres veces- Miré un punto fijo en la pared, tratando de entenderla, los muros de mi oficina eran de color vino desde que yo llegue, nunca los había cambiado; mire otra vez a la chica de baja estatura - ¿Le recordaste que faltaban dos semana para su boda?-

- Creeme, ella lo sabe más que nadie- Le asentí - ¿Es apuesto?- Fruncí el ceño a su pregunta - El novio- Sonreí de lado y le hice una seña con mi mano para que se ponga al lado mio, cosa que hizo enseguida

Busqué a Mateo en facebook, apareció y le di click a su perfil

En su foto de perfil estaba besando la panza de Valery y de portada estaba con Jai, abrazados 

- ¿Ñam y ese bonbon?- Con mi dedo indiqué a Mateo

- Ese es el novio...- 

- ¿Si, si y el otro?-Me interrumpió

- Oh...el es Jai, su mejor amigo- 

- Esta más bueno que el pan- Sonreí por lo que le estaba por decir

- Lo siento Susi, esta casado- Esta hizo una mueca

- ¿Porqué los más buenos tienen que estar casados o son gay?- Solté una carcajada

- No lo sé- Alcé mis hombros

- Muy bien, te dejo el color que quiere Valery- Le asentí, se giró para salir de la oficina dejándome sola 

Suspirando tomé el teléfono que tenia en el escritorio y llamé a los pintores

[...]

- Si, creo que estaría bien así- Le asentí a Francisco 

- De acuerdo, ¡Muchachos, comencemos!- Exclamó, sus empleados comenzaron a pintar el color violeta sobre el rosa pastel - Espero que sea la ultima vez que pintemos estas paredes- Reí por el comentario del hombre

- Yo también, creeme-Mi celular comenzó a sonar en mis manos, lo miré

Era Valery 

- Hola Val, ¿Estás segura del color? Porque ya empezamos a pintar-

- Si, si, es definitivo, si quisiera cambiar, Mateo me pediría el divorcio antes de casarnos- Río

- De acuerdo, ¿Para que me necesitabas?-

- Yo...- Aclaró su garganta -...bueno como verás tenemos que estar unos días antes en Chicago por temas de la boda...-

- Lo sé Val, yo te lo dije-

- Bueno, lo que sucede es que...- Tomé aire tratando de ser paciente con mi amiga embarazada - Quería saber si había posibilidad que paremos en tu penthouse...ya tuvimos suficiente gasto con la boda y bueno, luego tenemos el viaje de luna de miel y...-

- Ya, ya, Val, esta bien, no tengo problema en que vengan Mateo y tú-

- Oh, es que...-

- ¿Es que, Valery?- Revolotee los ojos

- Quería saber si había la posibilidad que vengan Jai y Emily con nosotros, sabes que ellos no tienen mucho dinero para rentar un hotel- Murmuró tratando de no alzar mucho la voz

Jai...Jai en mi penthouse, de ninguna manera, ni pensarlo, nunca lo dejaría pisar el piso blanco de mi casa, ni a él, ni a su esposa, que se busquen su propio lugar, no quiero que otra vez me juzgue por tener dinero

- Claro, no hay problema, avísame cuando y tendré todo listo-

- ¡Eres genial! No sé cómo tienes tiempo para consentirme-

- Siempre serás mi consentida, Val- Sonreí a pesar de que ella no me podía ver

- Bueno, ya debo irme, tengo que ir de la doctora, en tres días estamos ahí-

- ¿Que? Espera Valery, ¿Cómo tres días? ¿Val...- Me había cortado

Realmente los esperaba en una semana, no en tres días

(...)

Salte un gemido de satisfacción cuando Rodrigo comenzó a pasar su mano por mi espalda desnuda, cuando hacia eso mi piel se convertia igual a la de un pollo

- ¿Repetimos?- Sus labios remplazaron sus manos

- Estoy cansada- Murmurè contra la almohada, seguí dándole la espalda

- Uno rapidito, para bajarmela- Sentí como paso una mano por mi cintura y apoyo su erección contra mis nalgas

- En serio estoy exhausta- Murmurè otra vez

- Vamos- Bajó su mano a mi intimidad, no hice nada para alejarlo ya que estaba empezando a calentar

Mordí mi labio cuando mi cadera salto por la primera descarga que me dió al presionar mi clítoris

Solté leves jadeos comenzando a mover mis caderas contra su erección, Rodrigo hice un sonido grave desde lo profundo de su boca y me dió vuelta para posicionarse arriba mío

Se alineó a mi entrada no antes de meter sus dedos para palpar si estaba bien mojada, me sonrió al notar cuan mojada estaba, sacó sus dedos y me penetró sin perder el tiempo

Mi ChoferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora