Capítulo 8

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Al día siguiente me levanté con mucho desgano. La verdad es que no quería ir a clases, pero debía cumplir mis obligaciones para evitarle a mi madre un par de disgustos innecesarios. Mi única motivación era Joshua y sus ojos ya habían visto demasiadas bragas. 

Las clases transcurrían como siempre: muy aburridas y más cuando Joshua no había venido: era la peor mañana de mi vida. El profesor no hacía nada para que la modorra no se fuera de mi cuerpo. Me estaba por dormir y mi amiga no lo iba a impedir otra vez.

Cuando todo parecía perdido, de pronto, todos oímos que tocaban la puerta de forma incesante. El profesor lo abrió y ahí apareció, instalado en el umbral, el chico pervertido que lo tengo hasta en mis sueños, era él: Joshua. Tarde, pero ya estaba cerca de mí y yo volvía a sonreír. No paraba de mirarme.

Mi Crush Pervertido ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora