Muestrame la pancita [Taekook] [Adap]

🐾UNO🐾

Adaptación

Historia original by: Yarelinus

La guerra había estallado. Los alfas del norte avanzaban a pasos agigantados hacia el Sur con la intención de robarse el territorio. Parecía que no había poder divino que los detuviera. Los pobres ciudadanos del centro habían logrado retenerlos, pero no por mucho; después de medio año de una sangrienta batalla habían cedido y los norteños se habían hecho de sus tierras. Ahora era turno de los del Sur.

Los países cercanos habían creído que no resistirían por mucho tiempo, incluso se habían aliado con los alfas del norte para quedarse con un buen tramo del territorio, pero no pasó. Sorprendentemente, el batallón sureño resultó ser más salvaje de lo que aparentaba y había logrado prolongar la lucha. Por ningún motivo se dejarían vencer tan fácil. Los rumores decían que todo se debía al Coronel Kim Taehyung. Un lobo alfa de cabello plateado que había ganado infinidad de luchas. El mismo alfa que se encontraba entrenando una tropa en lo profundo del bosque.

Todos los machos de las principales ciudades habían querido reclutarse con él, deseaban honrar al Sur y salvar a sus omegas, pero pocos tenían el privilegio de ser escogidos. Sólo los verdaderos lobos de sangre pura lograban recibir la tan ansiada carta donde se les indicaba que su presencia era necesaria dentro del equipo. A veces, no obstante, alguno que otro lobo de menor rango también recibía la orden, siempre y cuando tuviera alguna cualidad indispensable, como ser un gran estratega o poseer una musculatura y fuerza descomunal.

Kim Yugyeom era el claro ejemplo de aquello, un joven alfa que no pertenecía a las grandes familias, pero que había sido reclutado por ser el mejor atleta del sur de Corea. Guapo, talentoso, amable, servicial y, sobre todo, mejor amigo de Jeon Jungkook, nuestro joven protagonista, un omega dulce de ojos castaños con veinte años, que añoraba con servir a su nación. A su favor, podía decir que tenía un cuerpo bastante trabajado.

-Estás loco, Kookie, eres un omega... jamás te aceptarán-. Yugyeom lo miraba de reojo mientras hacía abdominales. Como cada mañana, estaban escondidos dentro de la vieja escuela abandonada ejercitando sus cuerpos para estar listos por si la batalla llegaba.

Jungkook imitó sus palabras agudizando su voz. Odiaba que su casi hermano lo reprendiera. Soltó las mancuernas caseras hechas de cemento que había estado usando y se estiró para relajar los músculos.

-Eh, sí, sé que soy un omega, ¿pero qué tiene? Te aseguro que soy más fuerte que muchos de ustedes, alfas tontos-respondió a la defensiva y bebió un poco de agua sin perder de vista las gotas de sudor que caían por la frente de Yugyeom. Sin querer evitarlo, las siguió en su caída mientras resbalaban por alguno de sus mechones negros.

-¿Estás mirándome con deseo otra vez?

-No le hago daño a nadie con mirarte.

-Soy tu amigo, Jungkook.

-Uno muy sabroso.

Yugyeom rodó los ojos y dejó el ejercicio para sentarse en posición de loto.

-No soy comida. Y no creas que no me doy cuenta de que me miras así sólo para distraerme, tenemos que hablar ahora.

Jungkook sonrió y asintió por haber sido descubierto. Él jamás podría ver a Yugyeom como algo más que familia. Además, el chico era menor, él prefería a alfas mayores, unos diez años más, mínimo.

-¿Hablar de qué? Ya lo decidí, iré contigo mañana para solicitar ser reclutado. Punto. No pueden decirme que no, soy inteligente, ágil y huelo bien.