El camión se estacionó bajo un árbol de gran tamaño que se encargó de camuflarlo. Los soldados bajaron uno a uno y corrieron para formarse de inmediato delante del hombre de cabello plateado. Jungkook los siguió y se escondió detrás de ellos imitando la postura tensa que habían adoptado. En el lugar había más sujetos que al parecer habían llegado por otros medios, lo que lo hacía sentirse más ansioso; estaba a punto de entrar en contacto aún más directo con la guerra y ni siquiera tenía un arma. El hombre que supuso era el Coronel Kim Tehyung, carraspeó para llamar su atención y todos le dirigieron sus miradas. Éste sostenía un mapa con ciertos puntos que pronto señaló.
—De acuerdo al teniente Kim hay un campamento enemigo a dos kilómetros de aquí, llegaremos por el poniente y... —el coronel continuó exponiendo su estrategia al resto de los hombres ahí presentes. Jungkook trató de memorizar cada detalle ignorando su nervioso corazón. Estaba a unos minutos de matar a personas por primera vez con tal de llegar hasta Yugyeom.
Cuando la explicación terminó, el Coronel Kim mostró sus caninos y ordenó a su tropa con una voz profunda que iniciaran con la misión. Jungkook avanzó un par de pasos, pero se detuvo de golpe cuando una mano lo jaló desde el hombro.
—Ni creas que no me he dado cuenta de que no perteneces a esta campaña—. Kim Taehyung lo miraba con sus ojos aún más grises que antes. Aparentemente su celo había llegado al fin (siempre que un alfa entraba en calor cambiaba la tonalidad de sus ojos), pero el hombre parecía tener un increíble control sobre sí mismo como para ceder al dolor que seguramente estaba sintiendo.
—Se-señor, yo... Juro que no soy un traidor —Jungkook se sorprendió de lo bajo de su tono de voz.
Podría ser su aroma a vodka con menta o sus fuertes manos agarrándolo, pero lo cierto era que el tipo lo hacía sentirse pequeñito.
—Sé que no, me parece haberte visto antes, pero no recuerdo dónde —el coronel Kim se acercó a su cuello y olfateó apenas un poco—... ¿Por qué no puedo saber a qué hueles?
Taehyung arrugó su nariz. Se sentía frustrado porque su celo se había adelantado y no sabía la razón, sus hormonas se habían disparado captando cualquier olor por pequeño que fuera y ahora incluso percibía un ligero aroma del cuerpo de su subordinado, no obstante, algo le impedía reconocer exactamente qué era.
—Huelo a mirra, señor —explicó Jungkook ahora con las piernas temblando.
Si salía vivo de su primera misión, se encargaría de tomar una dosis extra de supresores. Su celo parecía querer llegar antes de lo previsto.
Taehyung asintió y lo soltó para dejarlo ir, no sin antes arrojarle una vieja pistola. Ya tendría tiempo de cuestionarlo. Lo único en lo que se debía de preocupar en esos momentos era en cumplir la misión de acabar con el campamento norteño sobre su territorio.
La sangrienta batalla terminó tres horas después. Ni un minuto más, ni un minuto menos. Del regimiento de ciento cincuenta hombres que el coronel Kim lideró sobrevivieron apenas cien soldados que lograron derrotar a los lobos del Norte. Jungkook había sido uno de los afortunados, pero bajo unas condiciones terribles.
Su mano derecha sufría una torcedura y había sido mordido en el hombro por un alfa que había descubierto su condición de omega. Si había sobrevivido al ataque había sido gracias a su extraordinaria agilidad que lo hizo agacharse en el momento exacto en el que una bala atravesó el campo impactando en el rostro del sujeto.
Lo que siguió a partir de ahí había sido un borrón en su mente en el que lo único que recordaba eran manchas de sangre, golpes, disparos, sudor y a él mismo llegando hasta donde se les había ordenado regresar.
ESTÁS LEYENDO
Muestrame la pancita [Taekook] [Adap]
FanficEl coronel Kim Taehyung no podía estar enamorado de otro alfa, por supuesto que no, él no se convertiría en un delta por culpa de uno de sus subordinados, mucho menos por Jeon Jungkook, pero, ¿Por qué demonios su lobo tenía tantas ganas de enseñarle...