El azul no es tan malo

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Morir... Aquella palabra, aquél pensamiento comenzaba a rondar por mi mente... No, esto es lo que quieren, no van a conseguir quebrarme, no van a escuchar ninguna palabra salir de mi boca... Si debo morir, me llevaré el secreto a la tumba...

Estaba muy débil para ese entonces, peligrosamente delgado, probablemente algún hueso roto, o mínimamente fisurado, las costillas... Era la peor tortura respirar, dolía muchísimo, tenía heridas por todo mi cuerpo, ardían mucho... Perdí demasiada sangre apenas podía moverme un poco.
Me arrastré sacando fuerzas de quien sabe donde, gatear no era una opción, mis rodillas estaban a carne viva, pero necesitaba beber algo de agua y ellos tuvieron la "amabilidad" de dejarme un tarro en un rincón de aquella celda... Peor que a un perro, me siento fatal. Bebí agua y me recosté boca arriba, comenzando a sollozar, voy a morir, claramente voy a morir acá...

Mi familia, tanto que me costó tener una, lo que me costó tener una buena relación con papá o encontrar a mamá... Ver como mi tío y Yukio se empezaban a llevar bien... Tío lo siento tanto por desconfiar de tí... Perdóname por como te trate... Perdón...

-Perdonenme... Mamá... Papá ayudenme...por favor... -

Me quebré totalmente, comencé a llorar cada vez con más fuerza, no me importaba el dolor, necesitaba gritar, necesitaba sacar todos esos sentimientos atravesados, no quería que mi mente se rompiera... No quería terminar como mi madre formando parte de estos hijos de puta que me robaron todo... Me robaron a mi familia, la felicidad de mamá, de papá, la mía... Probablemente se robaran mi vida también...

-Shiro...- escuché una voz llamarme, apenas veía sin mis gafas, pero la reconocí.

-Vete... Eres una perra traidora... No quiero oírte...- Nunca en mi vida insulté, menos a una mujer, si es que a esa cosa se la podía catalogar como tal.

-Shiro... No llores... -insistió Naomi-

-Dejame en paz... Y no pongas ese tono de víctima, de niña timida e inocente... Eres la peor escoria del mundo... Perteneces a esta organización nefasta... Eres una persona horrible... Y te odio... Te odio por destruir la única felicidad que tuve en 17 años...- Ni yo sabía donde encontraba la fuerza para hablar, quizá del odio que sentía por ella.

-Cómo se nota que llevas la Sangre de Kirigakure...- Se escuchó la voz de Toudou, ya la reconocía perfectamente- ¿Te parece dirigirte así a una dama?-

-No es ninguna dama... Es como todos ustedes, una basura más...- Ya mi vida no me importaba en absoluto.

Toudou entró a la celda, pisando con fuerza mi abdomen, dejándome sin aire -Atrevete a repetirlo-

-Ella...Ella es... -Me costaba mucho recuperar el aliento, Toudou me tomó del cabello, levantándome casi como si no tuviera peso y me miró, esperando que siguiera.- una... Perra...-él me lanzó contra las rejas de la celda, lo primero que impactó fue mi cabeza. Grité, grité muy fuerte de dolor.

Cruce miradas con Naomi, ella estaba paralizada, o al menos eso me parecía, Toudou camino hacia mí y apreté los ojos, tenía miedo, pero él sólo salió de la celda- Naomi, no puedes tener lástima por él... Tu madre estaría muy decepcionada si sabe que no seguiste con las palabras del comandante... Así que es tu turno...-

-Pero abue... Toudou-san yo...-Había duda en su voz-

-Hazlo... Total todo esto es tu culpa... Me traicionaste de la forma mas rastrera... No me sorprende nada de ti...-

No sé porque dije eso... Debía generarle duda para que ella sufriera, pero casi que la provoqué para ayudarla... Maldita sea Shiro, preocupate por ti, mírate cómo estás.
Toudou le entregó un aparato pequeño, de color negro a Naomi, el cual ella inspeccionó, no pude notar su expresión, pues mi vista estaba muy nublada sin las gafas

Me sentía fatal para ese momento, sentía náuseas constantemente debido al hambre que tenía, no sentía los pies y apenas las manos, mi espalda se sentía horrible, casi como si mi columna estuviera rígida, limitándome totalmente, tenía frío, mucho frío en todo el cuerpo, mi corazón golpeaba con fuerza el pecho, parecía estar forzandose a latir.
Naomi entró a la celda junto a Toudou, éste último, de una patada, me acomodó boca arriba, no opuse resistencia, apenas me quejé, me estaba entregando, ya no tengo más fuerzas, no tengo más ganas de seguir peleando... Lo siento mamá y papá, no quería hacerlos sufrir, pero tampoco quiero seguir soportando aquello.

Naomi se acercó a mí y murmuró un "lo siento". Ella dudosa apoyó aquél aparato en mis costillas, no tenía idea de que era aquello.

-Naomi, hazlo, es lo que tu madre hubiese querido...- dijo Toudou manteniendo algo de distancia.

Naomi se apartó un poco y apretó algo en el aparato, asumía que un botón, de inmediato sentí la corriente eléctrica recorrer rápidamente por mi cuerpo, el cuál comenzó a agitarse a la par que gritaba con fuerza que parase.

-Abuelo... Se trabó, el botón ¡Abuelo!- escuché a Naomi gritar alterada.

De repente la corriente en mi cuerpo cesó, los escuché gritar a los dos y en cuanto abrí los ojos todo se veía azul, el calor era diferente, familiar... Como un abrazo de un ser querido... Como su fuera el abrazo de papá o mamá...

-Heredó la protección de Satán como Yukio... -Dijo Toudou molesto quizá, la escuchaba llorar a Naomi asustada, pero no era capaz de verlo... Veía a mamá... Si a Shura.

-Ma...má... Mami... -Shura me miraba, no podía oírla pero trataba de decirme algo, aunque al llamarla ella parecido sorprenderse... Eso si pude leer en sus labios "Shiro"

El azul poco a poco se fue tornando negro y la imágen de mamá se apagó con ello...

No puedo diferenciar la realidad de la fantasía, pero ver la imagen de mamá me daba paz... ¿Acaso morí? ¿Qué fue todo eso? No podía entenderlo, las cosas en mi cabeza eran confusas, demasiado.

No di muchas más vueltas, asumí que era el recuerdo... Yo ya había visto a mi madre cuando mis ojos se encendían y ella calmó mi miedo y me consoló... Sólo fue un recuerdo... Pero que reconfortante... Creo que el azul no es tan malo... Aunque ya no importa



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SÓLO QUEDA UN CAPITULO DE ESTA TEMPORADA AHHHHHHHH

No Sabía Nada De Ella... (Ao No Exorcist) 1ra TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora