Un minuto de paz

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Me desperté el sábado, eran casi las 12 del mediodía, nadie me despertó para desayunar, al parecer papá y mamá quisieron que durmiera un poco más. Me levanté al baño, así me lavaba los dientes y me daba una ducha, pensar que hasta hace unos meses este era mi lugar para llorar y descargar todas mis frustraciones, y ahora se me hacia tan relajante entrar y darme una ducha caliente, dejar que el agua masajee mi cuerpo, a pesar de que apenas comenzaba la primavera, aun el clima se sentía frío.

Me costaba mucho creer en todos los cambio que habían sucedido desde que mamá volvió, hace unos meses, me parecía una locura imposible de creer entablar una conversación con Yukio en donde no terminara sintiéndome mal por sus palabras, o donde él no me echara en cara cosas sin sentido, aun me cuesta mucho trabajo confiar plenamente en él, si bien todo mejoro, aún quedan vestigios de años y años de maltrato psicológico, a veces me daban ganas de echarle todo en cara... o quizá me gustaría entender bien porque hizo todo eso... pienso que quizá tiene que ver con como fue criado, pocas cosas sé del abuelo, a veces es como un tema tabú, Rin alguna vez mencionó que era una persona con muchos secretos, y que muchos de esos secretos habían lastimado a Yukio, pero con el pasar de los años, él había comprendido sus acciones y agradecía aquello, probablemente en unos años más seré capaz de entender a papá, como él entendía al abuelo

Salí ya vestido y fui hacia la cocina, tenía hambre, pero me detuve al ver a mis padres en el sofá dormidos, al parecer ellos se quedaron un poco más viendo una película y en algún punto se durmieron en el sofá. Mamá dormía sobre las piernas de papá, y él estaba con la cabeza hacia atrás, durmiendo con la boca abierta, se veían muy tiernos juntos. Pensé en sorprenderlos y fui a la cocina, cocinaría el almuerzo para los tres, pensé en algo sencillo, unos fideos con salsa quizá, mamá mencionó algo que vivió muchos años en el Vaticano y que le había tomado gusto a las pastas en su estadía, así que me gustaría hacerla feliz así, después de todo desde que llegó siempre me esperó con la comida hecha, siempre se ocupo de mi, ahora le tocaba a ella disfrutar. Además bueno, me gustaba cocinar, creo que tantos años viviendo con el tío Rin influyeron bastante en eso.

A mitad de cocción, mamá se despertó, y por ende despertó a papá, me asomé por la cocina y los salude.

-Hola bellos durmientes, la comida está casi hecha...-

-Hm... ¿Shiro? No hacia falta, puedo hacerlo yo...-

-Lo sé mamá, pero quiero que pruebes la comida de tu hijo, además te has esforzado mucho por nosotros...-

Papá sonrió y besó la frente de Shura, casi como diciéndole "no seas terca y acepta esto de tu hijo". Nos sentamos en la mesa, Yukio me ayudó a prepararla y yo serví los platos. Esperé a que mamá lo probara, quería su aprobación.

-Shiro... esto es delicioso, cocinas bien como Rin...-dijo Shura sonriente.

-Oye, pero es mi hijo...-

-¿En serio crees que un niño tan lindo saldría de alguien como tu, cuatro ojos?-

-Justamente porque es cuatro ojos, sé que es mío...-

-Touché... buen punto cuatro ojos...-

Los tres comenzamos a reírnos, me encantaban las peleas entre ellos, eran casi como un código, sabían perfectamente como responderse, como picarse, pero mamá nunca se enojaba, siempre era papá el berinchudo.

Precisamente es esto, esto es con lo que soñé toda mi vida, aún me cuesta creer que es verdad, que todo cambió para mejor en tan poco tiempo... No podía creerlo, a veces creo que sigo internado en el hospital con el azúcar por los suelos y un pico de estrés y que todo esto es obra de mi imaginación, es perfecto, incluso más de lo que nunca en 14 años soñé.

-¿Qué se quedaron haciendo hasta tan tarde?- pregunté despreocupado antes de tomar un poco de jugo.

-Bueno... pues estuvimos hablando con Yukio sobre lo que querías, hijo... lo de una hermana... y decidimos que adoptaríamos una niña, pero quizá el año que viene, aún tengo que actualizar muchos papeles y además quiero conocerte bien a ti y...-

-¡¿En serio tendré una hermanita?! –dije eufórico a lo que ambos asintieron sonrieron. Me levanté de la mesa para abrazarlos a los dos, me sentía un niño pequeño por mi reacción, por lo que me avergoncé un poco.- Ah... lo siento...- dije apenado.

Ellos solo rieron y me abrazaron, ahora si que ya no podía pedir más nada, parecía todo un sueño, las cosas no podían ser reales en ese punto, creo que jamás fui tan feliz como en ese momento de mi vida.

Pasé el sábado estudiando en casa, papá y mamá habían salido a terminar unos tramites más, era pesado, pero debía levantar las notas, no mucho, pero quería recuperar mi promedio. Pasé las manos por debajo de las gafas para fregar los ojos, ya me dolía un poco de la cabeza, y la espalda, la silla si que era incómoda. Decidí ir al sofá a ver alguna película, cualquiera que me despejara la mente un rato. Ahhh todas eran muy aburridas, sentía que el aburrimiento contribuía al dolor de cabeza. Quise levantarme a conectar la play, fue ahí cuando noté que era más que un dolor de cabeza, me maree, debí volver a sentarme en el sofá, sentí el estómago revuelto ¿qué era esto? Agarré mi teléfono y llamé a mi madre.

-Mamá... ¿dónde están?- dije

-Ya estamos volviendo, ¿El bebé nos extraño?-

-Ma... me voy... me voy a desmayar...apúrense... por favor...-

-¿Shiro? Apurate Yukio... ¿Yukio?-

Dejé el teléfono a un lado, estaba viendo todo azul, ¿Mi vida está en peligro? Pero donde... no veo... mi vista está muy... argh... me puse de pie como pude, No puede ser que no tenga un minuto de paz... yo sabía que era demasiado bueno para ser verdad... mamá, papá... apúrense... estaba muy mareado, sentía que me tambaleaba cada vez más. Vi la puerta abrirse y una sombra entrar... y solo eso.

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Alv a paz en esta fic >:v

No Sabía Nada De Ella... (Ao No Exorcist) 1ra TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora