Debo ser fuerte

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Abrí mis ojos. Estaba en una sala blanca, asumía que en un hospital, mi mano izquierda tenía conectado un suero, mi cabeza ya no dolía, mi tío estaba dormido en una silla al lado de mi cama ¿Había pasado toda la noche acá?

-Tío... ¿Dónde... estoy? –Susurré apenas, pero Rin alzó su cabeza y se acercó a mí a abrazarme.

-Shiro al fin... al fin despertaste... tranquilo ¿Sí?- Se lo notaba cansado, pero notoriamente feliz.- Tuviste un pico de estrés muy fuerte... casi 40 de fiebre... igual estarás unas horas más en observación... perdóname por no notarlo antes...-

-No eres tú quien debe notarlo tío... pero ya no quiero hablar de eso... lo siento por como reaccioné... no quería llorar... no quería gritarles... yo lo siento...-sentía que mi voz se quebraba otra vez, pero Rin me abrazó con fuerza.

-Tranquilo Shiro, está todo bien, no te preocupes... descansa ¿Si?... ahora vengo... voy a avisarle a Shiemi así no se preocupa...-dijo dirigiéndose a la puerta.-

-Tío...-él se giró a verme- No le digas nada a papá... por favor...- dije volteando a ver la ventana, creía que era mejor así, él sólo respondió que estaba bien y se fue.

Al rato vino la enfermera a traerme la comida, me sentía mejor gracias a los medicamentos, y tenía hambre, mucha, comería cualquier cosa. Atrás de la mujer entró un médico, la mujer acomodó la camilla para sentarme y me acercó la mesita para colocarme la comida, unos fideos con algo de queso, no era mucho, pero el olor ya me hacia agua la boca. Di el primer bocado, el segundo, aunque al tercero sentí una arcada y un dolor punzante en el estómago, el doctor parecía saber lo que iba a ocurrir y me acercó un bote de basura, de inmediato vomité lo que había comido. Lo miré con ojos llorosos mientras me limpiaba la boca.

-Mira... Shiro... lo que te sucedió es muy extraño... y tienes un golpe muy fuerte en la boca del estómago... estás en confianza de contarme lo que quieras... estamos a solas... -Lo miré con sorpresa y negué. Las cosas no eran así.

-No... Rin no hizo nada... tuve una pelea en la escuela con un idiota... y me golpeo en el estómago... y lo otro es por... porque me suspendieron y nunca me había pasado y...-

-No hace falta que lo encubras... según tu historial has perdido más de 10 kilos en un mes... ¿Eso también es por culpa de una pelea?-

-No... las cosas no son así se lo juro... es sólo que últimamente no he tenido tanto apetito, es sólo eso... lo juro, no le haga nada a mi tío... él no ha hecho nada malo, es como un padre para mí...-

-Tranquilo, no haremos nada... no te alteres o te harás peor... come despacio, así no vomitaras... pero sabes que cualquier cosa puedes decirnos, estás a salvo acá...-

Asentí, y él se retiro, sentía el estómago cerrado, aun más, no quería causarle problemas a mi tío, entendía perfectamente porque habían sido esas preguntas, a donde quería llegar con todo eso, y me asustaba mucho la idea.

En cuanto pude tolerar sólidos, me dieron el alta, tenía una dieta estricta y algunos complementos de vitaminas, por suerte volví a la casa del tío, aunque no me sentía cómodo, tenía miedo de que pudiesen acusar a Rin de algo que no era por mi culpa, supongo que debo empezar a cuidarme más y a subir de peso, debía forzarme a comer aunque no quisiera, aunque me sintiera mal, debía forzarlo.

Debo ser fuerte, no tengo que dejar que las palabras de Yukio me afecten... O si no, por mi debilidad meteré en problemas a mis tíos... Y eso no sería para nada bueno... No puedo dejar que ellos carguen mis desgracias, no tienen la culpa del padre que me tocó... Ya hacen demasiado por mí como para que encima los meta en problemas...

Shiemi preparó mi comida favorita la noche que volví, pero la angustia cerraba mi estómago, me forcé a terminar ese plato de igual forma, evitando cualquier gesto de molestia, ya habían tenido suficiente de mi esta semana, lo siento tíos... pero no me siento bien, aún me siento fatal por todo...

A mitad de la noche me desperté sudado, era un sudor frío en todo el cuerpo, junto con una presión en la cabeza, no podía ver la hora del reloj, quise levantarme, pero me era casi imposible, estaba a punto de desmayarme, mire a Kai, pero no me animé a despertarlo, no quería perturbar a nadie, con cuidado me levanté y agarrándome de las paredes llegué al baño y logre sentarme en el suelo. Todo me daba vueltas, definitivamente me estaba por desmayar, pero antes de cualquier cosa me incliné hacia el inodoro y vomité nuevamente.

La presión desapareció, pero me sentía débil, mi cuerpo temblaba asustado, aunque al menos ya no tenía esa sensación de que me iba a desmayar. Me tomé unos minutos antes de ponerme en pie y lavarme la cara.

Aquellos episodios se repetían bastante seguido, era quizá la forma en la que mi cuerpo respondía a todo lo que pasaba, cada vez me sentía más enfermo y débil, me estaba consumiendo en vida, estaba muy desanimado y papá parecía exigirme el triple en cada entrenamiento luego de la pelea que tuvimos, terminaba agotado... pero esa tarde fue la peor de todas.

Fue una pelea cuerpo a cuerpo, donde claramente gano él, no tenía más fuerzas, sentía que me faltaba mucho el aire y que mi cabeza dolía.

-Tsk... un hijo mío no sería tan débil...- se quejó él mientras trataba de ponerme de pie, a lo que sólo me empujo para hacerme caer- Eres un desastre Shiro... y carne de cañón para cualquier demonio... a este paso te mataran... -Y ojalá lo hicieran, ojala me muera de una maldita vez... me quedé en el suelo jadeando, me sentía muy mareado.- Vamos ponte de pie... no seas débil... estúpido niño...-Yukio me empujó con el pie, dejándome boca arriba, simplemente apreté los ojos estaba acorralado y asustado, pero para mi sorpresa él se fue.

Tarde unos minutos en poder ponerme de pie, estaba agotado, aturdido y muy mareado, no me podía mantener en pie, estaba asustado, no estaba en casa, quería buscar un profesor o al tío Rin, tenía miedo y las palabras de Yukio resonaban en mi cabeza aunque no lo quisiera.

Ayudándome con las paredes, caminé torpemente hacia la sala de profesores, debía estar como a 20 metros... pero fueron eternos. Abrí sin tocar, a lo que los ojos de todos se posaron en mí, menos los de Yukio.

-¿Shiro?- Dijo Rin poniéndose de pie.

-Tío... yo...hm... no... no me siento...-

.......

Creo que estaría odiando a Yukio (?

No hay mucho más que decir :'v sólo que tengo sueño hahahahahha

Mila💕

No Sabía Nada De Ella... (Ao No Exorcist) 1ra TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora