¿Yukio es mi padre?

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No pude pegar un ojo en toda la noche, y las siguientes noches fue igual, en mi mente no paraban de girar todas aquellas preguntas, quizá podría encontrarlas, podría decirle algo a mi padre que lo haga reaccionar, que lo haga entender que pese a que mamá no estaba, si estaba yo... lo mejor sería ayuda psicológica, pero dudaba que aceptase...

Una semana sin verle la cara a mi padre, creo que ya es hora de volver a casa de una vez, siempre me daba miedo hacerlo, no sabía cómo iba a reaccionar Yukio, si me diría algo, por la suspensión ni apareció por la academia, aun le quedaba una semana más, pero ya me urge volver a casa, necesito más ropa y algunos apuntes.

Entré, el panorama de siempre, todo estaba lleno de botellas vacías de alcohol y paquetes de comida rápida, suspiré y deje mi mochila a un lado, él dormía en el sofá, su barba estaba larga, desalineado y sus gafas quien sabe dónde. Lo miré un rato, me preguntaba cómo había sido ese Yukio en su mejor época, cuando estaba casado con mamá, me muero de intriga de saber algo más de ellos, quizá así podría comprenderlo más. Me arrodille a su lado, lo miraba como si tratase de descifrar que ocurría en su cabeza, de algo estaba seguro, Yukio estaba lleno de odio, guardaba mucho rencor y al parecer desde muy pequeño, ¿Será que con la muerte de mamá volvió todo ese miedo y odio de cuando era pequeño? Probablemente sea eso o quizá no haberla salvado. Quizá nunca lo sepa.

Acerqué mi mano curioso a la de él, pero rápidamente la aleje cuando papá se giró, por suerte no se había despertado, que idiota soy... me estaba por ir a mi cuarto, pero tenía ganas de hacer algo y finalmente el impulso venció. Tomé la mano de mi padre y pose mi mejilla en ella sintiendo una caricia, probablemente la única de toda mi vida. Fue torpe, vacía e inconsciente de su parte, pero se sintió completamente distinta a la que me daba en tío Rin... ¿Será por que Yukio era mi padre? Sentía ganas de llorar, sólo quiero tener un padre de verdad, que me aconseje y que me acaricie cuando me siento mal, sentirlo cerca... sólo nos tenemos el uno a otro ¿Cómo no se da cuenta de eso?

Suspiré, me sentía sumamente triste, suponía que si en todos estos años había sido así, ya nunca cambiaría. Subí a mi cuarto y me tiré en la cama, esta noche no tenía ganas de comer, ni de hacer tareas. Agarré mis auriculares, los conecté y sólo cerré los ojos dejándome llevar por la música. Mis gustos eran extraños, podía escuchar de todo un poco, pero mi inclinación era siempre pop, rock y últimamente un poco de trap, aunque no muchas canciones. Esta era mi escapatoria de todo lo que pasaba en el mundo real, en este momento no tenía familia, era como estar en una isla, era extremadamente relajante para mí.

Abrí los ojos al oír la alarma, me había dormido otra vez escuchando música y de nuevo amanecía sin batería en el teléfono, aunque bueno, no había clases con papá, así que no me importaba mucho. Con rapidez armé mi mochila con las clases que tocaban hoy y luego me dirigí al baño para lavarme los dientes y el rostro, papá parecía estar en su cuarto encerrado, me pregunto si se habrá enterado que su hijo volvió a la casa. Realmente me duele el rechazo de mi padre, sólo suspiré y sequé mi rostro para luego salir, encontrándome a mi padre apuntándome con sus pistolas, reprimí un grito y alcé mis manos en señal de que no traía nada, Yukio sólo suspiró molesto.

-Ah... sólo eres tú niño, deberías avisar que regresas, puedes llevarte de regalo un tiro entre las cejas la próxima... ¿A qué has venido? ¿Tú tío ya no te soporta más en la casa?-

-Ya cállate maldita sea... -Era la primera vez que le levantaba la voz a Yukio- Mi tío, tu hermano, ha sido más un padre para mí que tú, sólo me quedan dos malditos años más bajo tu tutela, al menos hazlos llevaderos, o si es para hablarme así prefiero que ni me dirijas la maldita palabra Yukio.-

-¿Esa es la forma de dirigirte a tu padre?-

-¿Ahora te pones ese título? Nunca has estado en ningún aspecto de mi vida, no vuelvas a repetir aquello.-Sentí una puntada en mi cabeza y por un momento todo se quedó en negro, cuando mi vista volvió los ojos de Yukio expresaban asombro, y quizá miedo, pero no hice caso.

Fui a mi cuarto, agarré mis cosas y me fui a la academia, el dolor de cabeza seguía, pero a lo largo de la mañana fue cesando así que no le tomé importancia.

La mañana fue eterna, no presté atención a absolutamente ninguna clase, las notas me sobraban y la verdad es que tenía demasiadas cosas en la cabeza. Pasé mis manos por debajo de las gafas para fregarme los ojos, las cosas no podían seguir de esa manera, no dejaría que nadie, ni siquiera Yukio vuelva a hablarme de esa manera, estoy harto de intentar hacer todo bien para que él al menos me diga alguna palabra de aliento. Lo siento Rin, pero no puedo creer la historia que contaste, Yukio me odia y eso está muy claro, no me harás cambiar de opinión.

Teníamos el tiempo del almuerzo y busqué en mi mochila el dinero, ahí es cuando noté que al haberme dormido anoche y por la pelea de la mañana había olvidado mi billetera en casa... argh el hambre sólo aumentaba mi malhumor, pero ya a esa altura me daba igual, quería alejarme y pensar muchas cosas.

Tomé mi mochila y salí del aula, no quería hablar con nadie, en el fondo ninguno de mis "amigos" conocía todo lo que estaba padeciendo... mi padecimiento tenía nombre "Yukio" estoy harto, ya me cansé de darle oportunidades, Yo también perdí a mi madre y no por eso estoy maltratando a todo el mundo y ahogándome en alcohol... nunca seré como él... lo odio, realmente lo detesto a ese maldito borracho asqueroso... lo detesto...

Estaba tan cegado en mi mente que choqué contra uno de los chicos, de estos típicos malotes que se creen los más vivos por molestar en grupos a los del primer año, pues contra ese tipo de gente vine a chocarme.

-Huh... ¿Y este tomate con patas?- Su grupito rió y uno de ellos le aclaro que yo era de primer año.- Hah... carne fresca... ¿Sabes que debes pagar tu derecho en el instituto?-

-No me fastidies... no estoy de humor...- Todos comenzaron a reír y a rodearme, uno de ellos, el que más cara de idiota tenía, me arrancó la mochila de la espalda, los otros tres tronaron sus dedos al unísono, en un intento de gesto patotero...

.......

Holiii perdón la tardanza, me jui de juerga el finde gg

Pero mejor tarde que nunca x3

Nos vemos el domingo💕

Mila💕

No Sabía Nada De Ella... (Ao No Exorcist) 1ra TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora