El Sello Del Kazekage.

Vacío.

10 dias y 10 noches habían pasado en el desierto de Sunakagure y seguían sin saber nada de Gaara.

Naruto estaba manteniendo a raya a las demás aldeas logrando calmar todo de nuevo, pero no era suficiente, había uno que otro rezagado que aún dudaban de la inocencia de la aldea pérdida entre la arena.

Mientras tanto los nativos del desierto estaban de luto por la pérdida de Hinata y también por la perdida de su kazekage.

Temari trataba todos los días de entrar en el gran torbellino de arena situado en medio del desierto.

Hablaba con los granos que flotaban con furia alrededor pidiendo y rogando entendimiento pero nadie le respondía y a la llegada de la noche volvía a encerrarse en su estudio.

10 días y 10 noches su alma rota en miles de fragmentos se aferraba al amor que yacía inerte entre sus brazos.

Besaba sus labios reseco con infinita ternura y había veces que lograba oir latir su corazón.

Pero entonces abría sus ojos color esmeralda que ahora se encontraban opacos y miraba el que antes era un rostro aterciopelado, esquelético con grandes ojeras y recordaba que ella ya no estaba a su lado.

Ese cuerpo estaba vacío, como el mismo cuerpo de él, ya no había lágrimas se habían secado ya hacía unos días, solo había una cara llena de dolor, unos ojos tan muertos como lo que sostenía en sus brazos.

El momento había llegado, acabaría con todo su sufrimiento, ni siquiera su escudo impenetrable lograría detenerlo.

Acabaría con su vida y se harían uno mismo con el desierto, sus cuerpos flotarian con el viento y serían uno mismo.

Busco con su ojo de arena uno de  los escorpiones más venenosos de Suna y lo atrajo a su mano, el escorpión estaba listo para atacar.

Beso esos labios que lo tenía loco de nuevo y le dijo al oído.

- Te amo, siento mi vida no tiene sentido, puesto que mi vida eres tú, pero te as ido y me dejaste vacío, ahora te acompañaré y seremos uno solo-

Cuando iba a retirar su rostro una pequeña brisa de aire llegó a su oreja y rápidamente miro el rostro de ella de nuevo pero se desilusionó al ver qué no movía ni fin músculo.

Tenía esperanzas apesar de que había pasado tanto tiempo pero era inútil.

El escorpión rápidamente inyectó su ponzoña en él y el efecto empezó casi de inmediato, su estabilidad se vio afectada y estuvo apunto de soltar el cuerpo de Hinata, pero por el contrario la abrazo más fuerte y la pego a su pecho.

Se sentía mareado y con asco, un sudor frío recorría su frente, su corazón latía frenético y de la nada sintio unos latidos débiles y perezosos.

Volteo a verla de nuevo y miro sus ojos violetas abiertos observandolo.

La muerte era bellísima, era exactamente lo que esperaba, acaricio su rostro y su vista fallo, sintió como todo su cuerpo dejo de tener fuerza.

Temari estaba parada frente al torbellino de nuevo, ya no sabía si él había perdido la razón por completo pero esperaba que no fuera así.

Quería que Hinata tuviera un funeral como debe de ser y anelaba que su hermano volviera a ser ese hombre orgulloso y de temple de hielo.

Pero no lograba nada gritando como loca,lo diferente es que está vez no estaba sola.

Naruto, Sakura y Chikamaru estaban con ella puesto que habían decidido sacarlo por la fuerza si era posible, estaban perdiendo tiempo valioso, él podría estar en peligro y había mucha gente que lo quería.

-por favor Gaara, aslo por Hinata-

Temari no recibió ninguna respuesta, solo suspiro y giro hacia atrás .

-creo que es momento Naruto-

La mirada determinada de Naruto le dijo que lo arrastraría si era posible. Sakura y Shikamaru estaban listos por si eso se ponía rudo.

Pero en ese momento una gran cortina de arena cayó con fuerza a sus pies logrando que no tuvieran visibilidad alguna.

El corazón de Temari y los demás latió con fuerza, ese no era un buen presagio y corrieron entre la bruma tosiendo y restregando se los ojos.

En medio de todo ese caos estaba Gaara sentado, acunando a Hinata con los ojos cerrados.

El mal presentimiento de Temari se hizo realidad y cayó de rodillas al suelo desolada.

Sakura corrió al lado de Gaara, mientras Shikamaru consolaba a Temari.

Continuara...