Capitulo 1

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-Jim, esto no va a funcionar-

El rubio capitán se sostuvo el pecho mientras se separaba del abrazo de su amigo, sus ojos tardaron a acostumbrarse a la luz escaneando rápidamente  a su alrededor en busca de amenazas, sus brazos y piernas estaban temblaron débiles por la tortura y apenas podían sostenerlo. Su visión se volvió borrosa obligándolo a caer de rodillas.

-Jim...-

-Debes llevarlos huesos. Llévalos a la nave, antes que esos malditos nos alcancen, si no, no podremos...- el capitán se quitó la brújula de la muñeca apresuradamente y se la entregó al doctor, pero él lo rechazo.

-De pie, tenemos que irnos. Seré tu apoyo- insto el medico con gesto serio.

Kirk sabía que no podría avanzar más, no en ese estado, los golpes, la pérdida de sangre y el hambre le estaban pasando factura. De no ser por su buen amigo quizá ya habría muerto hace días. Juntando toda la energía que podía, se puso de pie y agarro las solapas rotas de su jefe médico.

-Es una orden- gruño encajando la brújula en las manos morenas-Váyanse ahora, yo los detendré lo más que pueda mientras escapan hacia la nave.-

-Tu no...-

-¡Es una orden doctor MacCoy!- el grito del capitán erizo los pelos de la tripulación a su alrededor, poniéndose firmes de manera involuntaria.

-Capitán, no creo que deba quedarse, sin esa brújula no podrá encontrarnos, la interferencia magnética del planeta...-Cojeando el ingeniero en jefe de la nave se une a los dos hombres, pálido y con el rostro lleno de sudor. El capitán enderezo los hombros y miro firmemente a los hombres y mujeres miembros restantes de su tripulación que habían sobrevivido a esa expedición del demonio.

-Señor Malek, ayude al señor Scott-ordeno a un hombre cercano al ver el torpe bamboleo del más bajo-En marcha, el doctor MacCoy guiara el camino-

Los ojos rodaron al médico principal, esperando una respuesta al silencioso enfrentamiento de esas dos fuerzas, nadie quería dejar atrás al capitán. El azul inamovible del rubio y el castaño del jefe médico se encontraron.

-Por Spock...- susurro el capitán.

El castaño apretó los puños y crujio los dientes, pero cedió.

-¡Rápido! ¡Debemos seguir!- el medico se ajustó la brújula en la muñeca y apunto hacia el poniente. Espero a que el resto estuviera a una distancia prudente antes de hablar- Por Dios Jim, siéntate o vas a desmayarte-

-No lo haré- El capitán sonrió lenta y dolorosamente observando de reojo como dos miembros de su tripulación arrastraban en una camilla improvisada al más muerto que vivo vulcano.

-Toma esto, se lo quite a uno de esos malditos, no es tan bueno como un Phaser reglamentario, pero te servirá para atizar algunos de esos bastardos- el doctor obligo a su mejor amigo a levantar un brazo y a ajustar su tacto a la tosca arma.

-No te preocupes, quizá ni la necesite...-

-Quieres decir. Jim, esto podría matarte, si usas tus habilidades en este estado... ¿Por qué?-

El capitán se ajustó el arma a la cintura

-Es un planeta minero y yo soy la mejor opción contra ellos- Unos pasos y voces inentendibles sonaron a la distancia-¡Vete Huesos!- empujo al médico-No habrá misión de rescate, nadie debe verme, nadie debe saber....lo entiendes ¿verdad?-

-Si el duende despierta...-

-Detenlo si es necesario, el más que nadie...- un rayo paso rozando sus sienes-¡Corre! ¡No dejes a nadie!-

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