Universos Paralelos | Emiliaco

I Want You (She's So Heavy)

Narrador

I Want You

- Con un demonio Emilio, ¡Métela ya!

I Want You Is So Bad

La gruesa cabeza de la polla de Emilio extendía la entrada de Joaquín, vaya, no era la primera vez que tenían sexo, pero se sentía así.

- ¡Por Dios! Se gentil... Ah... Por favor - apenas logró articular palabra cuando todo su interior estaba lleno de Emilio

I Want You

- Eres tan estrecho - susurró Emilio al oído de Joaquín, voz ronca y un toque de lujuria

- ¡Sigue, sigue!, ¡Dale!, ¡Partéme el culo!

Emilio se movía rápido y sin delicadeza, hundiendo sus dedos en la piel blanca y pura de Joaquín, dejando pequeñas marcas.

I Want You Is So Bad
It's Driving Me Mad
It's Driving Me Mad

- Dale... Ah... Más... ¡Más rápido! - Joaquín gruñó, estaba tan exitado, fuera de sí, rogándole a Emilio que lo dejará sin poder caminar por lo menos un mes - ¡Al carajo la delicadeza, dále, dále!

Emilio gruñía, palabras ininteligibles salían de su boca, mordía de vez en cuando la piel del cuello del pequeño insaciable, sus caderas se movían rápido, tratando de satisfacer su sexo lo más que pudiera.

La cabecera de la cama golpeaba contra la pared, era más que seguro que a la mañana siguiente se encontraría con una marca, los vecinos ya no se inmutaban en quejas, para ellos ya era normal escuchar cada tercer día los gemidos, que vamos, en realidad eran gritos los que soltaba Joaquín cuando su rizado le metía su polla.

She's So Heavy

Para nadie era novedad que Joaquín era insaciable a la hora del acto sexual, por qué para el propio Joaquín era increíble la manera en la que se desenvolvía en la cama.

- ¡Duro!, ¡Cógeme como nunca lo hubieras hecho!, ¡Quiero estar lleno de tí!

- Eres tan...

Emilio soltó un fuerte gemido, salió de Joaquín, lo puso a cuatro patas, este era el último round, sus cuerpos cansados, el rizado se arrodilló detrás de Joaquín, tomando sus caderas lo empujó hacia atrás, enterró tan fuerte su polla que provocó en el menor un fuerte grito.

I Want You Is So Bad

Fuertes embestidas iban y venían, la habitación estaba llena de gritos y palabras sucias, sudor y otros fluidos cubrían sus cuerpos hasta que el tan esperado orgasmo se hizo presente.

Yeah
She's So

Joaquín se dejó caer, Emilio se quedó encima de él, su respiración chocaba contra la nuca de Joaquín. Emilio entrelazó sus manos, sus párpados pesados cayeron, sin más que decir, los dos se durmieron.

Y la verdad sea dicha, los dos estaban mal, era tanto su amor, tanto el deseo y la pasión que cuando se encontraban en una cama, solos y en silencio lo único que querían era besarse, avanzar al siguiente nivel y quedar satisfechos en medio de la noche, disfrutando del calor que emanaba el otro.