¡si mi capitán! [[Stony❤]]

Hola Rubio

Howard miraba a Jarvis en la camilla,sonrió al ver como este lo miraba.

-Hola rubio-susurró sentandose aun lado de la camilla,Jarvis se sacó la mascara de oxigeno.

-señor Stark-
-no me digas así,me siento viejo-hizó un puchero y Jarvis le tomó de las manos.
-¿me dira que lo tiene asi de triste?-acarició con delicadeza las manos de howard.
-extraño a Tony y a Pepper-hizó una mueca-no me gusta estar solo-el rubio sonrió negando-y quiero un abrazito-.

El rubio comenzó a reirse de la cara que habia puesto Howard,el hombre era un niño que jamas iba a madurar,era un niño en el cuerpo de un hombre.

Uno lo veia a traves de la televisión y parecia un hombre serio y prepotente.

Pero cuando uno lo conocia,era como un niño travieso,a esos que le gusta asustar a sus hijos,disfrazandose de payaso asesino y agarrandole los pies mientras duermen.

Tony y Pepper eran el reflejo exacto de Howard.

Divertidos,sarcasticos y de esos que nunca se tomaban nada en serio.

Ah pero claro,Howard era experto en regañarlo cuando el era el reflejo de los niños.

El telefono de Howard se hizó escuchar y Jarvis suspiró.

-¿quien lo llama ahora?-Howard contestó la llamada y luego de un corto monologo,colgó la llamada.

-tengo una entrevista,ya sabes respecto a mi candidatura como presidente-
-¿sigue con esa payasada?-
-quiero hacerlo,tengo mucha informacion que sirve...quiero vivir en un país justo-

Jarvis suspiró y se cruzó de brazos.

-hazlo que quieras pero luego no te quejes-el castaño suprimió una sonrisita y le robó un beso al rubio.

-no te enojes,lo hago por ti y por los niños-el rubio sonrió no del todo convencido pero allí estaba, observando como el castaño salía feliz del hospital.

El solo suspiró y cerró nuevamente los ojos esperando que esa intuición que tenía fuera solo eso, intuición.

Tony miró a Steve algo nervioso.

-Siéntate Stark, ahora-habló de forma seria y demandante.

Se sentía pequeño y frágil.

Terminó obedeciendo con algo de temor esperando por un castigo de parte del Capitán.

-lo que hiciste fue irrespetuoso-

-lo lamento mi capitán -

-pagarás por haberme faltado el respeto de esa forma-el rubio se levantó y el castaño apretó sus labios mientras sentía el nudo en su garganta.

¿Había dicho que era una persona muy sensible?

Por qué lo era, era muy sensible.

Sintió el paso de las botas de Rogers a sus espaldas y su corazón se paralizó al sentir los brazos de Rogers rodeando sus hombros y el mentón en su cabeza.

-es broma Tony -habló sonriendo con una risita ronca y dulce -¿realmente creíste que te iba a castigar por haberme besado? -volteó la silla y lo miró fijamente a los ojos.

Acariciando con las yemas de sus dedos las suaves mejillas del castaño justo donde habían marcas del río de los ojos de Stark.

Sonrió enternecido -no te trato a ti como a todos Tony, creí que había sido muy obvio-susurró el militar acariciando con sus pulgares las mejillas del castaño, seguía arrodillado ante un Stark que intentaba taparse el rostro con sus manos.

No importa cuántas veces grite y le lloré a mi bandera, jamás me arrodillé a ella como lo hice con tus ojitos marrones.

-Hey, no llores -el rubio miraba preocupado al castaño que lloraba.

Siempre llorabas por cualquier cosa hasta por cosas irrelevantes, me hubiese gustado verte llorar cuando estabas roto y tus ojos perdieron brillo... Me hubiese gustado que corrieras a mis brazos pero no fue así, no fue así y fue mi culpa... No fue así y tus ojos se secaron, se secaron y los brazos de ellas te acurrucaron.

-yo...yo creí que me... Que me ibas a odiar-sollozaste entrecortado, atorandote con la saliva, tus lágrimas y las palabras.

El rubio sonrió negando y acariciando el cabello castaño del moreno.

Negó nuevamente con una sonrisita, juntó sus frentes mientras envolvía las manos de Tony con las suyas, abrigandolas.

-¿existe algún ser capaz de odiar a un chico tan lindo y dulce como tú?, dímelo así lo busco y lo mato-el castaño sonrió y el rubio aún más.

Se sentía pagado con cada sonrisa que el castaño le daba.

El rubio de un impulso lento y buscando aprobación por parte del contrario, se acercó y rozó sus labios con los del menor.

Sintiéndose en el paraíso cuando Tony envolvió sus hombros y cintura para dar el comienzo a infinitas sesiones de besos.

Sobre todo besos a escondidas.