Chapter Two

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El aire pegaba en el rostro de la joven. Una sonrisa se formulo en su rostro, estaba feliz. Acababa de llegar al aeropuerto de París desde Londres en su avión privado.

Podrían llamarla loca por viajar en avión cuando prácticamente solo son menos de 15 minutos de viaje. Pero a ella le encantaba ese avión.

Su piel se erizo al sentir la suave brisa, como extrañaba estar en su ciudad natal. Hace mas de 1 año que no venía. La única razón era venir a visitar a sus padres pero ellos la visitaban a ella.

Estaba recorriendo el aeropuerto hasta llegar a la parte exterior de este y encontrarse con una limusina color negra. Se adentro en ella y la limusina arranco rumbo a la casa de los padres de la azabache.

Como su viaje era muy aburrido decidió llamar a la primera persona que le recriminaría si no le avisaba que había llegado a París. Su mejor amiga, Alya.

La muchacha marco el número de su amiga, el tono de voz marcaba pero nadie atendía hasta que la línea se atendía.

- ¿Hola? ¿Quién habla?

- Hola Alya, soy Marinette. - Respondió mientras enredaba un mechón de cabello con sus dedos.

- ¿Marinette? ¡Oh! Hola Amiga. ¿Ocurrió algo?

- Si, a que no sabes donde estoy. - Una sonrisa grande se formo en su rostro.

- Ayy no lo se. Tu siempre te andas por todo el mundo gracias a tus torneos.

- Si, si pero ahora gracias a unos de mis torneos estoy en ¡Paris! Y lo mejor es que me voy a quedar durante 6 meses.

Hubo un pequeño silencio al otro lado de la línea algo que hizo preocupar a la joven o un poco porque sabía lo que venía en... 1... 2... 3...

- ¿¡Estas en París!? ¡Que bueno! ¡Voy a poder verte! ¡Y te quedaras bastante tiempo!

La azabache rió por la actitud de su amiga. Siempre pasaba lo mismo. Era de esperarse.

- Yo ahora me dirijo a la casa de mis padres. ¿Te parece si en la tarde quedamos de vernos?

Al otro lado de la linea se escucho una risota de parte de su amiga. La de ojos azules quedó confundida. ¿Acaso ella no queria verla? No entendía.

- Amiga, claro que me gustaría pero no puedo. - La sonrisa de ella se esfumo. - Oye te conozco y de seguro estas un poco triste pero es que estoy en New York haciendo una entrevista a algunos famosos, ya sabes para la universidad. ¿Acaso lo olvidaste?

- Ehh... Jeje sabes como soy. Bueno y ¿Cuándo vuelves?

- Mañana tomare el avión y pasado mañana ya estaré allí. - La sonrisa de la azabache era hasta perceptible para su amiga aunque no pudiera verla.

- Perfecto, yo mientras tanto me quedare en el Hotel Le Grand París en donde siempre me quedo cuando vengo ¿Recuerdas?

- Claro que recuerdo. Por algo me llamo Alya y no Marinette. - La morena y la azabache rieron hasta más no poder.

- Bueno, nos vemos pronto. Me avisas cuando estés acá yo quiero ir a buscarte ¿Okay?

- Okay, adiós amiga.

Y la llamada se corto. La limusina ya se encontraba en la puerta de la casa de sus padres. La azabache se bajo del auto y se encontró con sus padres en la puerta esperándola.

- Hija, cuanto tiempo. Te extrañe mucho. - El padre de la joven se adelanto y abrazó fuerte a su hija.

- Pa-pá n-no puedo res-pirar. - La chica trataba de apartar a su padre pero el era mucho más fuerte y grande que ella.

Mi Chica Deportiva // MLB (RESUBIDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora