Chapter Eleven

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Habían pasado 3 días desde la llegada de Alya a París y lo ocurrido en el departamento de la azabache. 

No se le había visto salir de su departamento por ninguna circunstancias a la joven, cosa que preocupo de sobremanera a sus amigos y familiares.

Podrán decir que es exagerado pero cuando se abre una herida vieja que nos costo tanto sanarla es difícil enfrentar nuevamente el mundo. Y sus tres amigos lo sabían perfectamente.

La joven no dejo de llorar después de ese altercado en su departamento, sentirse sucia, sentirse inútil, sentir que todo le salia mal. Después de todo lo que hizo para sanar su herida ahora con unas simples palabras vinieron como si no pasara ni un día desde que lo pudo superar.

Una ola de emociones, la mayoría de tristeza y sufrimiento. Dolor era lo que  sentía, dolor por recordarlo, dolor por vivirlo, dolor por saber lo ingenua que fue y por haberlo amado tanto que se dejo manipular.

El primer año solo se había concentrado en destacar en lo que mejor sabia hacer. No importaba el costo de lo que tenga que hacer con tal de ser la mejor. Decidió no darle una oportunidad al amor, aún era muy repentino.

Cuando decidió tener algún novio lo eligió a él, a Ben. Un tenista muy lindo y dulce, o eso es lo que mostró al principio. Después de unos meses se volvió una relación tóxica, demasiado para ella y ya consciente de que no lo iba a volver a sufrir decidió terminarle.

Lo mismo paso con sus otros dos siguientes novios, Matt y Zac. Después de otra toxica relación con Matt conoció a Zac que le hizo la misma jugada que Matt y Ben.

Cayó en una gran depresión por meses. Hasta que llegó él, la persona que le hizo ver la luz en la oscuridad, que la saco de su depresión y la hizo surgir como un fénix, la hizo sentir especial, hermosa, única. Le demostró que no todas las personas son una mierda, aunque para ella si lo eran.

Ese joven atleta que respondía al nombre de Lê Chiên Kim, él que le sacaba siempre una sonrisa a esa hermosa azabache. Con él ella se sintió feliz, volvió a ser la estrella que era antes pero con más esplendor.

Y por esa razón, por el echó de que él haya dado su vida por ella, haya estado en cada momento, por eso decidió dejarlo ir, porque lo amaba y si alguien merecía ser feliz, era él.

Pero sin embargo en ese momento lo necesitaba, quería que él le diga que solo son malos recuerdos y él estaba para cuidarla, que la abrazaría y no la soltaría. Pero él no estaba él no la iba a abrazar.

La triste realidad la hizo llorar, haciendo que una mano acaricié su pelo. Ahí se dio cuenta. Estaban sus mejores amigos. Ella estaba entre los brazos de Luka y Alya. Por un instante se sintió feliz y tranquila. El saber que le importas a alguien, eso la hizo dejar de sollozar.

— Ya, ya... — Decía con una voz tranquila y preocupada a la vez su mejor amigo.

Decidida de dejar de llorar y pasar esa vergüenza se recompuso con cuidado y se fue al baño. A la media hora salio ya bañada y cambiada de ropa, como si nada hubiera pasado estaba más alegré más feliz. Con una sonrisa se dirigió hacia sus amigos que la quedaron mirando asombrados.

No quería seguir así, aunque por dentro quería seguir llorando no podía hacerlo. No quería que la vean llorar. No quería que sus amigos estén con ella y no se ocupasen de su vida. Ella era fuerte, tenia que ser fuerte.

— ¿Qué miran? ¿Tengo algo en la cara? — Pregunto entre unas risas. — Venga, vamos a ir a pasear. Ya casi ni me acuerdo como se sentía el sol en mi piel y estar tres días encerrada ya es agotador.

El azabache y la morena la miraron respectivos desde su lugar, con una sonrisa se levantaron y fueron hacia su amiga para abrazarla. Los tres se sumieron en un reconfortante abrazo y se dispusieron a salir para ir a pasear.

Mi Chica Deportiva // MLB (RESUBIDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora