Mi Chica Deportiva // MLB (RESUBIDO)

Chapter Three

La azabache se encontraba en su suite del Hotel. Siempre pedía la misma. Era una suite muy grande, tenía una cama king, un baño grande con ducha y tina extensas, una sala en donde había dos sillones grandes y tenía dos smarts tv 80', uno en la sala y otro cerca de su cama.

Le daban igual los lujos, no era algo que le fascine pero si podía darse lujos, se los daba. Ya era costumbre estar rodeada de lujos ya que con su carrera de polideportista ganaba mucho dinero. Aunque no solo la gastaba en lujos, siempre ayudaba a sus padres en lo que necesitara, o a su hermana si quería algo.

También hacía donaciones a la caridad, tener tanto dinero y ser ella sola ¿En que lo gastaba? Algo debía hacer, y que mejor que la caridad. También esta en contra del maltrato animal y muchas veces participo como protagonista de muchas protestas.

Se podía decir que era la chica perfecta. Es muy hermosa con una condición física inigualable (muy obvio si es que hace muchos deportes) su salud era excelente ya que tenia una dieta muy balanceada y los deportes la ayudaban, era multimillonaria por todas las ganancias de sus torneos ganados, donaba a la caridad y estaba en contra del maltrato animal.

La chica soñada ¿No? Bueno, ella no se sentía así y tampoco lo era. ¿Por qué? Porque por más que sea caritativa y esas cosas no era nada gentil. ¿Y pero que hay de sus amigos y familiares? Con ellos si es buena ¿No? Bueno así es, con sus amigos y familiares porque los aprecia mucho. Pero con gente desconocida actúa indiferente, ruin, engreída, fría, odiosa. Pero no todas las veces, la mayoría solo es indiferente y fría.

Es todo un caso, ¿Doble personalidad? Puede ser, ya que con personas cercanas es todo un amor de persona y con otras todo lo contrario. Por eso ha ido a psicólogos y psiquiatras para que diagnostiquen que problema tiene.

¿Qué le dijeron? Le dijeron que como tal no era un problema de doble personalidad. Si no que era un trastorno que hace tener desconfianza de los desconocidos y tener esa actitud con ellos. Mientras que con sus conocidos como, amigos y familiares, actuaba de buena manera porque ya había confianza.

El último año lo ha estado combatiendo. Antes era todo un ser que evitabas ahora era más gentil con los extraños aunque sigue siendo indiferente y fría.

Ahora estaba en su cama acariciando a su nueva amiga, su hurón Tikki. Estaba esperando a un amigo que le prometió que la iba a visitar. Mientras pensaba en distintas cosas su puerta se escucho golpear.

Instintivamente se paro de la cama y se dirigió a la puerta. Se arreglo la ropa y abrió la puerta encontrándose con un joven alto de ojos verde esmeralda y cabello negro con mechones verdes. Si, era Luka.

— ¡Luk! ¡Luka! ¡Luki! ¡Lu! — Grito abalanzándose a su mejor amigo y abrazándole. — ¡Te extrañe pedazo de idiota!

— Yo también enana. — La junto más a su cuerpo abrazándola. — ¡Ouch! — Se separo de su amiga y se agacho con los brazos en su vientre, si su amiga le había pegado un puñetazo.

— La próxima que me dices enana, esto... — Señalo su puño. — ... Va en tu hermosa cara.

— Okey, lo tendré en cuenta. — Se paró con sus pocas fuerzas y entro a la suite. — Estas hecha un asco, como siempre. — Dijo inspeccionando la de arriba a abajo.

Y era verdad, estaba despeinada con su cara cansada y llevaba un camiseta desgastada y unos shorts viejos como pijama, también estaba descalza.

— Recién me despierto. — Dijo inocente mientras se tiraba a su cama.

— ¿Recien? ¡Son las 2 PM! — Le tiró una almohada indignado por la pereza de su amiga.

— Ayer me quede en casa de mis padres a cenar y nos quedamos hasta tarde hablando de mi y mis logros, ya sabes.

— Siempre hablando de ti. — El joven rodó los ojos. — ¿No deberías estar entrenando para el campeonato?

— Si, pero soy la mejor y la voy a vencer. No necesito entrenar. — Se paro y se acerco a su armario a sacar ropa.

— ¿Y quien es tu contrincante? — Cruzo sus piernas mientras miraba a la azabache buscar en su armario.

— Mmm... No me acuerdo su nombre. ¿Kanani...? ¿Tusurugu? Ehh... ¡Algo así! Es japonesa. — Sacó una remera color rosa y se la midió en su pecho. — ¿Qué tal esta remera? — Pregunto a su compañero.

— Linda, me gusta. — Suspiro. — ¿Asi  qué japonesa? — Siguió con el tema anterior.

— Si, no se. ¡Ahhg! Soy mala con los nombres. Se que vive actualmente acá y es japonesa. Por ahora es la campeona mundial en esgrima, hasta que le gane yo obvio. — Ahora había sacado unos shorts de jeans rosa oscuro corto de tiro alto.

— Mmm... Ya se quien es. — Se levanto de golpe mientras caminaba hacia la sala. — Se llama Kagami, Kagami Tsurugi.

— ¡Si! ¡Esa! Ella es mi contrincante. — Respondió desde unos de los cajones mientras sacaba una nueva muda de ropa interior. — ¿Y tu de dónde la conoces? — Pregunto arqueando la ceja al momento que se acerco a él.

— ¿Uh? Ahh... Es una amiga cercana. — Ella lo miro con una mirada picara e incrédula. Él entendió a lo que se refería. — ¡Oh vamos! No jodas, es solo una amiga. Tu ya sabes que estoy saliendo con...

— Si, si ya se. — Interrumpió la azabache antes de que él terminara su frase. — Como sea, ponete cómodo. Yo me iré a bañar ya regreso.

Marinette agarró toda su ropa y se la llevó al baño para poder cambiarse allá. No es como si su mejor amigo no la haya visto desnuda ya, pero no quería incomodarlo y menos ahora que esta de novio.

Dejo su ropa en uno de los muebles del baño y abrió la ducha. Se sacó toda su ropa quedando completamente desnuda de pies a cabeza. Se adentro en esta y se relajo con el agua cayendo por su cuerpo.

Al cabo de poco más de media hora Marinette ya se había bañado. Se había puesto la remera que eligió con Luka, era rosa opaco yendo para el lila, tenía mangas cortas y finas. Llevaba el short rosa oscuro que también eligió antes para combinar con la remera. Se puso unos tenis y dejo su cabello suelto.

— Listo, ahora estoy hermosa. ¿Nos vamos? — Preguntó a su mejor amigo que miraba la televisión. Cuando este se dio vueltas se quedo mirándola.

— Estas... Horrible. — Al ver la cara de su amiga se retractó de su palabra. — Mentira, mentira. Estas preciosa.

La azabache rió por el miedo de su amigo. Ambos bajaron hasta el hall del Hotel encontrándose con una rubia de ojos azules mirándolos, en especial a su amigo. La azabache ya sabía de quien se trataba.

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