LA ZONA CERO

Capítulo 4: Los Santiago y el sueño americano

Tenia 11 años cuando presencie todo ese desmadre, como mi papa había firmado un pacto con el Grupo X.

Ese 2006 fue el ultimo año que mi estado vio la paz, no voy a negar que ocurrían crímenes, el nombre de el laza era conocido, sin embargo no habia mas alla de encontrar un ejecutado en las zonas mas despobladas del estado, era algo casi raro ver mas de un asesinato cada dos días, el ambiente era tranquilo, todos nos conocíamos y nadie desconfiaba de nadie, recuerdo que en las noches era normal que los niños de la cuadra saliéramos sin sentir miedo, yo, por mi parte, estaba mas que emocionado al tener finalmente una hermanita menor, Reynalda Santiago, con tan sólo 6 años ya era lo que mas queria en la vida, me preparaba para ser el mejor de mi clase, mi papa ayudaba en un centro de caridad y mi mama trabajaba como enfermera en una pequeña clinica, no nos faltaba nada, y mis padres se habían distanciado de el sueño de irnos a EU, a pesar de tener varios familiares alla, nuestra vida en Monclova era perfecta y no podia pedir mas, pero todo eso acabo ese pinche 10 de Diciembre del 2006, la guerra empezo y a nadie se le pregunto si estaban de acuerdo, los otros, sufririamos las consecuencias. Tan solo 2 meses después, mi ciudad era una fortificación de camionetas blindadas, y un viejo trato de mi papa convirtió a nuestra familia en espías del narcotráfico.

A inicios del 2004 nuestra familia pasaba por momentos difíciles, mi papa había perdido su trabajo en una empresa de aceros, y mi madre como enfermera no podia sostener bien los gastos, busco una manera de intentar pasar a los EU, y es ahí  donde se da el primer encuentro. Mi padre, según me contó, se reunió con un integrante de el Grupo X en un bar en a las afueras de Monclova, a lo cual pidió ayuda para pasar, debido a la rapidez de la conversación todo se quedo en un veremos, en Junio de ese año, una llamada de mis abuelos, residentes desde hace varios años en el norte de EU en Great Great City, aseguraron que nos ayudarían economicamente mientras se calmaban las cosas, de ahí, mi padre entro a trabajaren un pequeño albergue para personas sin hogar, no ganaba un dineral, pero silo suficiente para subsistir, volvió a encontrarse con aquel integrante de los X para decirle que las cosas se habían calmado y que retiraba la decisión, el delincuente acepto y todo quedo en paz, con la condición de que ahora era, en cierto aspecto, parte de la organización, mi padre no entendió muy bien eso, pero no le tomo importancia.

En el 2007 esas palabras tomarian sentido, ante la ola de violencia la población se atrinchero en sus hogares, mi padre muchas veces durmió en su trabajo ante las amenazas de que una masacre iba a ocurrir esa noche, mi madre recibia llamadas de auxilio de personas que habian sido atacadas, solo para que en cuestion de segundos recibiera otra llamada de que ningun paramedico debia ir a atenderlos;

-Eran enemigos de Matamoros?-

Era la unica pregunta que se hacia, sus compañeros en el servicio forense pasaron de tener turnos fijos de 8 horas a casi casi tener jornadas 24/7, cada media hora se notificaba un asesinato, la gente ahora desconfiaba de todos, las calles se quedaban vacías a partir de las 5 de la tarde, escuelas e iglesias cerradas, grandes supermercados y farmacias 24 hrs. fuera de servicio, la Monclova que conocia se habia ido. En abril de ese año, mi padre se encontraba listo para su jornada de la mañana, cuando vio como grandes camionetas se estacionaban fuera del establecimiento y de estas descendieron tipos fuertemente armados, un encapuchado se acerco a mi padre, cuando revelo su rostro, según me cuenta, lo reconoció como el traficante al que le pidió ayuda 3 años atrás, el tipo fue directo, requerían halcones en puntos estratégicos de Monclova para estar prevenidos de cualquier ataque de los carteles rivales, ataques tanto como hacia el Grupo X como al Cartel de Matamoros, a cambio, claro, de buenas sumas de dinero. El delincuente dio un sermón, que su misión era proteger a Monclova y Tamaulipas, y no permitirían que aquellos tipos se adueñaran de todo su territorio, mi padre y los demás concordaron, pues desde que se supo que otras organizaciones entraron al estado, la paz se había esfumado, sin dudarlo mucho, todos aceptaron, serian sus ojos en la entrada sur de Monclova.

Mi padre me contó que fueron días llenos de culpa, a las 12 del día podía avisar por teléfono la entrada de dos camionetas sospechosas, solo para que al día siguiente se mostrara esas camionetas en el periódico dinamitadas, calcinadas o rafagueadas, pero era algo con lo que tenia que vivir, ese dinero servía de mucho, a pesar de que fueron los meses mas largos que ha pasado nuestra familia. En enero del 2008 todo cambio, se supo la ruptura en Tamaulipas, la violencia se incremento pues todos querían tomar Monclova, ante ese infierno, mi padre fue a su albergue a su jornada diaria, inmediatamente después de abrir llegaron 4 camionetas blindadas, descendieron tipos con vestimentas negras y llamaron a todos con tranquilidad;

- Agradecemos su ayuda, fueron buenos hombres, no como esos pendejos de Matamoros, que traicionaron a nuestro estado, ahora esos weyes los están buscando. Ustedes trabajaron para nosotros, y lo mejor es que se vallan a otros lugares, por que aquí la cosa se va a calentar mas.-

- Monclova siempre ha sido mi hogar- respondió uno de los compañeros de mi padre.

- Si esa es tu decisión la entiendo, y no los obligaremos a nada.

Mi padre, por lo que me dijo, pensó rápidamente, valía la pena dejar a sus hijos en Monclova conociendo el infierno que se había desatado, cuanto tiempo iba a estar vivo sabiendo que ahora los enemigos de los X estaban en Matamoros, era seguro emigrar al sur?

Justo cuando los delincuentes abordaban las camionetas, mi padre se les acerco;

-Ayudenme a mi y a mi familia a pasar a EU-