Stranger Things & It (Bad Dream)

Capítulo 11: Ataque en la casa Byers

Algo malo estaba pasando en la casa Byers. 

Se había formado un ambiente tenso y un terrible sentimiento de que algo malo iba a pasar.  Joyce bajó del segundo piso para ver qué era lo que sucedía pero no tuvo tiempo de procesar si quiera el hecho de que los chicos de Hawkins estaban en la casa. 

Joyce miró hacia la sala de la televisión donde su padre estaba profundamente dormido en el sofá. Frunció el ceño, tratando de quitarse la idea de que su padre no estaba emitiendo ningún sonido ya que, normalmente, su padre roncaba por las noches y por esa misma razón se le hizo raro que la sala estuviera inundada en un silencio absoluto en donde lo único que se escuchaba eran las respiraciones agitadas de los presentes. 

Ya algo preocupada, comenzó a avanzar hacia la sala en donde estaba dormido su padre. 

- Mamá, no - Intentó detenerla Jonathan, caminando al lado suyo para protegerla por si algo pasaba. La mujer castaña le mandó una mirada a su hijo, esas que le decían "todo estará bien". El hijo mayor tragó saliva fuertemente y asintió, pero no se despegó de al lado de su madre. 

- Algo no me gusta en todo esto. - Reconoció Steve, mirando hacia sus espaldas, sintiendo la presencia de otro alguien o algo. Sin decirlo en voz alta, el pelinegro reconoció que estaba asustado. Al lado suyo, en una de las repisas, encontró un palo de golf entre algunas cosas. Sin pensarlo, lo tomó fuertemente y lo mantuvo en alto, como si se tratara de algún arma capaz de matar a cualquier monstruo que se les presentara. 

Mike estaba alerta por todo lo que su grupo pasó hace ya unos meses. No quería bajar la guardia por si alguna criatura del Otro Lado decidía volver y atacarlos, y esa situación por la que estaban pasando era exactamente igual a todas en las que han sido atacados por sorpresa. 

- Sí, algo no va nada bien aquí - Le dio la razón Dustin a Steve, quienes estaban pegados uno al lado del otro. Steve sostenía el palo de golf en alto y Dustin miraba a sus lados por si algo llegaba a aparecer a sus espaldas. - Definitivamente estas son las clases de situaciones en las que el Shadow Monster y quién sabe qué mierda más decide darnos un susto de muerte. 

- Dustin, cállate, no ayudas. - Lo regañó Max intentando fingir valentía, pero, por dentro, estaba aterrada, y Lucas pudo ser consciente de eso ya que la pelirroja estaba pálida y sus labios temblaban ligeramente. 

Por instinto, el moreno intentó tomarla de la mano, cosa que la pelirroja no rechazó ya que estaba asustada y, ese simple acto de su novio logró calmarla por un momento. Por fuera, Max parecía ser fría y despreocupada, pero, por dentro, se preocupara por el bien de sus amigos y del grupo, justo como en ese momento. 

Joyce ignoraba las conversaciones de los chicos mientras caminaba hacia la sala de televisión seguida de Jonathan que estaba alerta. La mujer se acercó finalmente hacia el sofá en donde su padre estaba recostado. 

- ¿Papá? - Llamó Joyce a su padre, agachándose al lado suyo. El hombre anciano tenía los ojos cerrados, las manos apoyadas en las bases del sofá y la boca abierta, pero no emitía ningún ruido, casi como si estuviera muerto. 

Para no pensar en lo peor, Joyce llevó su mano hacia el brazo de su padre para intentar sacudirlo un poco pero, al hacerlo, el hombre de cabello blanco no se movió, siguió inmóvil en la misma posición.

- Mamá, retrocede. - Pidió Jonathan, jalando a su madre del brazo para hacer que se aleje del hombre. Algo le decía en su cabeza que era una trampa, una muy mala trampa de alguien que intentaba asustarlos o, peor aun, asesinarlos. 

Joyce, haciendo caso a las palabras de su hijo, se separó del hombre de mayor edad. 

Justo cuando la mujer estaba por retroceder y ponerse detrás de su hijo, sin previo aviso, su padre abrió los ojos de golpe, pero, no eran los mismos ojos marrones oscuros que siempre estaban cansados, estos eran de un intenso y brillante color amarillo que reflejaban un terror incompresible, un terror que, con tan solo mirar a aquellos puntos amarillos, te daban pesadillas.