c u a r e n t a y t r e s

26.8K 3.7K 2.3K
                                    


— Pues eso fue hace una semana, creo que no le tienes que dar importancia —dijo en respuesta doña Lucrecia despues de que Mexico le contara su salida a comer roles con salsa—, y pos lo querías de amigo, na' más dejalo así.

— Tratas de decir que...

— Que lo dejes así, seguro ni te gusta pues sólo lo quería de amigo —repitió la menor mientras desmenuzaba una pechuga de pollo, pues el mexicano había ido a hablarle justo cuando ella hacia la comida.

— ¿Tratas de decirme que todo este tiempo he gustado de Rusia pero no me había dado cuenta de eso gracias a que lo quería sólo como mejor amigo? —preguntó asombrado por sus propias palabras. Para él eso tenía mucho sentido.

— No mames pinche chamaco, te acabó de decir todo lo contrario —aclaró Lucrecia, torciendo ligeramente el labio.

— Wou... —soltó el contrario a la vez que ponía su mano sobre su pecho—, ahora todo tiene sentido, ¡gracias por ayudarme!.

— Estas pero si bien pendejo...

— ¡Todo este tiempo he gustado de Rusia y ni me había dado cuenta! —expresó con una gran sonrisa mientras comenzaba a zangolotear a Lucrecia—... pero, ¿y ahora como chingados se lo digo?.

— No tienes por qué decírselo, sólo deja que las cosas pasen —respondió lo mejor que pudo, ya que Mexico no dejaba de moverla—, y no mames, tienes que tomar en cuenta que él tal vez quiera a alguien más.

— ... ¿Tratas de decir que Rusia y yo estamos predestinados a estar juntos, que incluso me estoy dando cuenta de mi amor por él cuando es el momento más conveniente y que seguramente Rusia también gusta de mi desde hace tiempo? —preguntó con una clara expresión de asombro.

— ¡Yo nunca te dije esa pinche mamada! —exclamó la menor, logrando zafarse del mexicano—, ni siquiera se de donde vergas sacaste esa idea.

— ¿Tratas de decir que...?

— ¡No trato de decirte nada! Yo sólo te estoy diciendo que estas bien pinche pendejo —dijo antes de volver a poner las manos en el pollo para desmenuzar—, y si va a seguir hablando de sus chingaderas, lávese las manos pa' que me ayude a desmenuzar esto mientras plática.

— Ta' bueno, despues de todo, tengo un chingo de cosas para contarte —respondió, para posteriormente dar media vuelta y dirigirse al baño súper rapido, de verdad tenía muchas cosas que contarle a su amiga.

— Cada dia esta más pendejo... y más joto —soltó al aire.





(...) 




— La verdad no sé como chingados se te ocurre hacer tanta chingadera —dijo en respuesta despues de que Mexico le contara esa vez en la que lo correteo un toro.

— Ni yo, pero creo que es un gran don con el que nací —añadió el mexicano antes de meterse a la boca una tirita del pollo deshebrado.

— No te trages el pollo, que luego no dejas ni vergas —le regaño la menor.

Mexico solamente se rio y siguió deshebrando el pollo, pero tenía una duda que no lo dejaba deshebrar pollo como en otras veces, pues la imagen de Rusia y todos los momentos que han pasado juntos llegaban a su mente, eso sólo hacia que se preguntara aún más si realmente gustaba del ruso o sólo se encontraba confundido por qué lo quería de amigo.

— Chamaca... ¿alguna vez te ha gustado alguien pero así bien cabron? —se atrevió a preguntarle.

— Pos si, allá cuando yo vivía en mi rancho —comenzó a contar—, él era mucho más alto que yo, pero todas las chamacas querian con él por qué tenía las greñas güeritas.

— ¿Y como le dijiste que gustabas de él? —lanzó otra pregunta. Ya hasta estaba listo para apuntar la respuesta de doña Lucrecia en un papel para robarle la idea.

— Fue algo bien sencillito hdijo con una sonrisa melancólica mientras hacia memoria—, mi abuelita tenía un chingo de platanitos en su casa, así que le pedí que me diera unos y se los lleve al güero, hasta me peine pa' verme bien bonita cuando lo viera.

— ¿Te acepto lo platanitos?.

— Claro que acepto mis platanitos, hasta me dijo que yo le gustaba desde hace tiempo —contesto—, despues paso el tiempo y nos casamos, él tenía familia fuera del rancho, así que ahí fue cuando me sali del rancho y pos acá fue donde tuvimos a nuestros guaches.

— ¿Tratas de decir que me le declare al tripaloski con platanitos pa' que nos casemos y tengamos guaches? —atinó a preguntar.

— No mames, como chingas con esa mamada...

— ¿Eso cuenta como un si? —preguntó intrigado.



































Doña Lucrecia siempre sera mi favorita ‹3

*Aclaraciones*

-Por más que lo intente, Mexico lo puede desmenuzar pollo sin irselo tragando xd

-Mexico y doña Lucrecia se conocen desde que Lucrecia es una bebé, pero no se volvieron compitas hasta que ella fue adulta :3

-Declararse con platanitos es lo maximo Bv

Al chile yo ame este capitulo, me encanto hacerlo :'³

" ¿Y si no me da la gana? "  🔽 RusMex 🔼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora