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Pasó una semana y seguía sin ver a Stefan, yo sabía que estaba en su casa, pero no tenía la auficiente fuerza mental como para plantarme ahí, si que había quedado varias veces con Damon, pero no me atrevía a ir a su casa y ver como Stefan me despreciaba, hasta hoy.

Me monté en mi Fiat 500 y me planté en casa de los Salvatore. Sabía que Damon no estaba porque había salido con Elena, así que sería el mejor momento.
Toqué a la puerta y nadie respondió.
Volví a tocar y no respondió nadie.
Todo esto me fastidiaba porque sabía que estaba dentro, al ser un vampiro, lo oía todo desde una gran distancia.

-Stefan por favor, se que estás ahí- grité y dándome por vencida, me senté apoyada a un lado al lado de la puerta y sin poder pararlo, empecé a llorar.
A los quince minutos Stefan abrió la puerta.

-Puedes entrar- dijo y volvió dentro de la casa.

-Stefan de verdad, siento muchísimo lo que he echo, se que es una locura, pero es la mejor locura del mundo, solo lo hice porque te quería, aunque ya veo que tu no sientes lo mismo...

-Nadia, no es eso, apenas llevábamos medio año juntos y has tirado tu vida a la basura por mi- me respondió y se sentó en el sofá de la sala, para después yo hacer lo mismo.

-¿Es que no te das cuenta? Hasta ahora todo lo que había tenido eran líos de una noche hasta que apareció Klaus y me rompió el corazón, pero tú eres lo mejor que me ha pasado en la vida, me has echo ver las cosas de una manera totalmente diferente, me he enamorado de verdad por primera vez, y ya lo siento, pero convertirme en vampiro por ti, ha sido la mejor decisión de mi vida.

Abrió sus brazos y yo me lancé a abrazarlo, llevaba ya tanto tiempo esperando esto...

-Ademas, lo siento, me porté horriblemente mal y no debería de haber echo eso nunca ¿me perdonas?- me preguntó.

-¡Claro que si!- dije y lo besé.

Pasamos la tarde sentado tirados en el sofá, hablando y abrazándonos sin parar, echaba esto tanto de menos... El me quería y yo tambien lo quería a él, y ahora que por fin volvíamos a estar juntos, no pensaba volver a separarme de él JAMÁS, me negaba completamente.

Entre mis sentimientos (Stefan Salvatore y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora