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Llegamos a casa y al salir del coche me cogió en brazos para que no usase el tobillo. Al entrar en casa me dejó en el sofá y yo sin parar de reírme, me tapé con una manta para que no se notase mi sonroje. Volvió con una venda, unas tijeras y esparadrapo. Se arrodilló en el suelo mientras me vendaba el pie y no pude contenerme.

-¿Stefan puedo peguntarte una cosa?

-Claro- me respondió.

-¿Que va a pasar con nosotros?- le pregunté.

-Lo que tu quieras- dijo y me regaló su sonrisa, me pegó la venda con esparadrapo y se sentó a mi lado.

-Pero... ¿que pasa con Elena? se que aunque esté con Dmon sigues sintiendo algo por ella.

-No, la quiero, pero como mejor amiga, con Elena cerré heridas del pasado y siempre va estar ahí, pero no es lo que piensas- me respondió.

-Ahora mismo me siento muy confusa Stefan- le dije.

-No lo estes, cuando sepas lo que quieres hacer de verdad, dímelo y ya está.

-Está bien- dije y me levanté- buenas noches Stefan.

-Buenas Noches Nadia.

Subí a mi habitación y cerré la puerta, me apollé en ella y me puse a pensar. ¿Que estaba haciendo? No podía irme a dormir, no así. Salí de mi habitación, bajé las escaleras y me quedé de pie delante de Stefan, aunque él seguía sentado.

-Ya sé lo que quiero hacer. Stefan, estos últimos meses me has demostrado mucho más que Klaus en estos años, curaste mis heridas, me hiciste sentir mejor persona, arreglaste mi corazón, que estaba echo trizas... tengo que decírtelo, no se si piensas lo mismo, pero creo que me estoy enamorando de el hermano de mi mejor amigo- dije soltando todo lo que tenía acumulado dentro.

Él se levantó del sofá, me miró a los ojos y me besó.

-Y yo creo que me estoy enamorando de la mejor amiga de mi hermano- dijo y me volvió a besar.

De repente, la puerta de la entrada se abrió y me separé demasiado tarde de Stefan.

-¿Que narizes está pasando aquí?- preguntó Damon mientras entraba con una maleta y Elena venía detrás de él.

-Damon, Elena vereís...- empezó Stefan, me miró con cara de interrogación y yo asentí- Nadia y yo somos pareja.

-Hermano hablemos- dijo Damon, dejó la maleta en la entrada y subió a su cuarto junto con Stefan.

-Bueno Nadia, no voy a decirte que como le hagas daño a Stefan te las verás conmigo, porque se que eres una chica maravillosa y por eso pegas tanto con Stefan. Él es un chico cariñoso.

Entre mis sentimientos (Stefan Salvatore y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora