Alquiler de novios - Emiliaco

4. Entrando en papel

-Bueno, entonces nos vemos mañana temprano para ponernos de acuerdo en...

-¿mañana?.- interrumpió Emilio.- ahora mijito chulo. Préstame tu celular.

-¿para qué?

-Para fotos, a menos que vayamos mañana sin evidencias de que andamos saliendo.

Desbloquee mi celular y el se metió a la cámara y extendió su mano para una selfie.-Ahora quiero que me muestres una sonrisa.

Sonreí y Emilio tomó la foto. La vio por unos segundos e hizo una mueca.- No me convenció. Necesitamos otra y esta vez.- me mira a los ojos.- quiero que te recargues en mi hombro.

Obedecí y me recargué en su hombro y tomó la foto. Sonrió al verla.- ándale, así si. Otra.- puso su mano en mi hombro y yo puse la mía en su cadera y nos tomamos otra foto.

-Ahora hay que ponerle más salsa a las palomitas.- arque la ceja y de sorpresa me dio un beso en la mejilla.- Ay, que bonis. Esta hay que publicarla.- se mete a mi Instagram y empieza a escribir: una mañana bien acompañada con esta personita 🙊💕

-No manches ya llevo como 15 likes.

-El poder del amor.- guiñó Emilio.- ahora, necesito que vayas a tu casa por varios cambios de ropa.

-¿para qué?

-Para tomarnos mas fotos. Tu familia va a querer ver fotos de nosotros en "distintos días" pero necesito que esas prendas sean de las veces que hayas salido últimamente.

-Oh, ya entiendo. ¿Y tú? ¿Qué te vas a poner?

-En está mochilita traigo 3 playeras distintas. Tomaremos fotos de la cadera hacia arriba. Y no te preocupes, también tomaremos completas. Pero quiero que la mayoría sea tipo selfies.

-wow, lo traes todo planeado.

-Pues ese es mi trabajo, ¿no?

Y así fue. Tuve que ir a mi casa lo más rápido posible para ir a distintas partes y tomarnos las fotos. Lo bueno es que no había nadie. Emilio tuvo que esperar afuera.

Regresamos al centro de la ciudad ya con prendas distintas y tomamos miles de fotos; unas buenas y otras no tanto, pero podían servir.

Eran las 7 de la noche y nos encontrábamos en Santa lucia caminando, tenía mi jumper estilo militar con una playera negra debajo y Emilio vestía de sus jeans y una playera del cuidado con el perro

-Muy bien, ahora necesitamos practicar.- anunció Emilio mientras frotaba sus palmas sonrientemente.

-¿practicar qué?

-¡Pues todo!

Me sonrojé al instante. Se me vinieron tantas cosas a la mente que Emilio tuvo que sacarme de ellas.- Claro que no del todo, mal pensando...a menos que me pagues extra.- mi cara se puso roja como tomate ante esa respuesta.- JAJAJA tranquilo, hermano. Estoy jugando.- me dio un empujoncito casi tirándome al agua.

-Bueno, y ¿que necesitamos practicar? O ¿qué sugieres con qué empezar?.- de repente mis manos empezaron a sudar sin razón alguna.

-Pues primero las manos.

Mierda. No ahora que están sudadas.- ¿y si mejor empezamos con la teoría? Digo, tenemos que planear como nos conocíamos, cuánto llevamos saliendo y cosas por el estilo. Ya lo demás se nos hará más fácil.

-Tienes razón. Eeeh ya le estás agarrando la onda, Joaquelongo.- reí ante ese apodo. Nos sentamos en unas mesas de uno de los restaurantes, el camarero llegó con 2 menús y pedimos lo más barato que había. Mientras que nos preparaban la comida empezamos a armar nuestra historia.- podemos decir que nos conocimos en el grupo de corredores de Chipinque.

-Orales, ¿estabas en uno de esos grupos mañaneros?

-Sip.- respondí mientras le daba un sorbo a mi limonada.- Luego me salí porque se creían mucho y además eran muy exigentes con el horario y solo competían entre sí.

-Mmm okay. Puede ser. ¿Hace cuánto que dejaste de ir?

-Hace 3 meses. Estuve como por un mes y medio

-lo que nos da 4 meses y medio de habernos conocido. Luego puedo decir que me salí días después porque ese grupo no era lo mismo sin ti

-Awww, que tierno.- ambos reímos y tomamos de nuestra limonada. Estuvimos un buen tiempo planeándolo todo y aunque tuvimos pausas para platicar de otras cosas me di cuenta que Emilio era una persona chida.

Espero que al final de todo este cuento acepte ser mi amigo.