•°Jelaus°•

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Jennie dormía aún plácidamente sobre la cómoda cama forrada con sábanas blancas de seda hasta que se vió obligada a abrir los ojos, sintiendo como daban pequeños toques en sus mejillas regordetas.
Al abrir sus felinos ojos se encontró con el rostro de Minnie peligrosamente cerca del suyo, sus cuerpos estaban casi unidos y la Tailandesa tenía su mano acunando su rostro.

Cuando Minnie se percató de que la castaña había despertado esbozó una gran sonrisa, pero al instante se sonrojó por la posición en la que se encontraban.

-Lo siento, no quise despertarte- Dijo poniendo un mechón de cabello que caía por el rostro de Jennie detrás de su oreja.

-Está bien- Dijo sonriendo la castaña tallándose los ojitos.

-¡Niñas! ¡Bajen a desayunar!- Escucharon gritar a Jisoo

Seguido de eso, ambas se turnaron el baño para poder entrar, lavar su cara, sus dientes y cambiarse de ropa.

Minnie portaba un hermoso vestido floral que se ajustaba perfectamente a su atlética figura, unas sandalias de verano, un lindo listón en su pelo y por debajo llevaba su traje de baño, mientras Jennie llevaba una camiseta blanca simple de mangas cortas, un short corto de color negro algo desgastado y unas Vans negras.

Finalmente ambas bajaron encontrándose con Jisoo sentada en la mesa revisando su teléfono y un olor delicioso inundando sus fosas nasales.

-Buen día- habló Jennie educadamente. Jisoo miró a Jennie y sonrió hacia ella.

-Buen día niñas- Minnie se sentó frente a Jisoo y Jennie a su lado

-¿Cómo durmieron?- Preguntó dejando su teléfono para poner toda su atención a ellas.

-Muy, bien- Dijeron al unísono, ambas con una gran sonrisa que no podían borrar de su rostro, pero ambas por diferentes razones.

Minnie estaba sumamente feliz de tener a Jennie a su lado, y la tenía más feliz aún que durante una semana podría despertar y lo primero que vería por las mañanas serían esos ojos felinos que tanto la cautivaban.
Por otro lado Jennie no podía sacar las imágenes de la noche anterior, dónde Lisa la envolvía con sus fuertes brazos, le susurraba al oído que todo estaría bien y el calor de su pecho abrazaba su cuerpo. Eran tantas emociones las que le causaba la mujer que era casi agobiante.

Mientras las tres charlaban en el comedor, en la cocina había un ambiente un tanto diferente.
Ya era usual que las encargadas de preparar el desayuno eran Lisa y Rosé, ya que se complementaban de lo mejor en la cocina y no era seguro dejar que Jisoo se acercarán si no querían tener que hacer una llamada de imprevisto a los bomberos. Desde que ambas se vieron no hubo las entre ellas que un buenos días, se sentía una vibra diferente, hasta que Rosé decidió romper el hielo.

-¿Dónde está Seulgi?- Preguntó en tono neutro mientras servía el puré de patatas sobre los platos.

-Probablemente fue a desgastar el plástico de mi tarjeta de crédito- Dijo provocando una sonrisa en la rubia.

-Lisa... Ten cuidado con Jennie ¿Si? No la hagas sufrir más de lo que ya lo ha hecho- Dijo dejando sin habla a la pelirroja.

-Q-Que? ¿De que estás hablando?- Dijo totalmente desconcertada. Rosé dejó lo que estaba haciendome y miró a Lisa a los ojos.

-Mira Lisa, sinceramente no sé lo que esté pasando entre las dos y no te pido que me lo digas, pero sabes que ella aún es pequeña y ha vivido más de lo debido. Me atrevería a decir que ha pasado más tiempo sufriendoen su corta vida que siendo feliz. Jisoo y yo la queremos hacer feliz, no está bien  lo que haces, por qué sabes que tienes esposa, la vas a hacer sufrir.- Dijo acariciando su mejilla y saliendo de la cocina llevando unos platos a la mesa mientras Lisa se quedaba parada en su lugar como si fuese una piedra.

CALL ME DADDY »JENLISA« »G!P«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora