El Gym - KOOKMIN ft Wonho.

Capítulo 5 - Ver el cielo en las nubes.

Bien, voy a sonar bastante-extremadamente-exagerado pero no lo soy, soy realista.

Su mano era muy cálida y suave, era como tocar la piel de un bebé, era como tocar el cielo, estaba viendo el jodido cielo y tenía una sonrisa tan grande se dejaban ver mis dientes de conejo. No quería soltar su mano, no quería dejarlo ir, no quería que se apartase pero debía controlar mis impulsos.

-¿Jeon?-Preguntó mirándome con curiosidad y yo acaricié delicadamente con el pulgar los pequeños y delicados falanges de aquel quien se sonrojó mucho. Me encantaba ser el causante de ése lindo rubor.

-Vámonos, yo te llevaré a un bonito lugar.

No quería soltarlo pero así fue, alejó su manita con timidez asintiendo con el mismo aura y yo terminé por comenzar a caminar con el menor siguiéndome a mi costado. ¿Podría llegar a escuchar los latidos de mi corazón? Porque yo sentía que mi corazón iba a salir de mi pecho por tan rápido que iba; estaba feliz y emocionado, estaba junto al chico que me gustaba porque sí, me gustaba JiMin. Caminábamos juntos, en medio de la noche y en su cumpleaños. ¿Qué más podía pedir?

Después de un par de cuadras llegamos a una famosa cafetería que era reconocida por los buenos granos de café que tenían y por la variedad de dulces que ofrecían además de unos deliciosos pasteles que pese a salir un dineral valían por mucho la pena.
La decoración externa era elegante con un toque rústico por la madera que eran acompañados con unos grandes ventanales dándole ese toque diferente; tenían luces de color amarillo que acentuaba el color de la madera.
Sin más, al estar dentro lo llevé hasta una mesa en el fondo, aquella era redonda con un sofá rodeándole a la mitad, era una mesa familiar pero no le importaba pagar demás por sólo estar ellos dos en ése sector, además no había nadie más que ellos en la zona y se podía divisar el ventanal que había en frente dando una vista hacia el exterior.

-Esto..

-Espérame aquí.-Le dije con una sonrisa en los labios teniendo una idea en mente.

«¿Desde cuando eres tan cursi y cortés con un desconocido?......no, Jimin no es un desconocido. Es el amor de mi vida.»

Cuando asintió y se acomodó en el sofá me alejé dirigiéndome hasta donde se encontraba uno de los meseros quien se mostró amigable y amable. Entonces fue cuando caí en cuenta de que no sabía cual era el pastel favorito de Jimin pero opté por el cual me hacía pensar en él:frutillas con crema.
Le pedí al muchacho que le llevase el pastel a Jimin y le cantase la famosa canción de feliz cumpleaños e iba a ofrecerle dinero por ello pero aceptó sin que yo llegase a siquiera mencionarlo.

-Lo que sea por un chico enamorado. Debes amar mucho a tu novio.

«Novio..novio..novio..» esa palabra retumbaba en mi mente haciéndome querer estallar, cuanto deseaba que así fuera pero seguía viéndolo difícil. Aunque tenía planes para deshacerme de WonHo, lo mataría definitivamente.
Iba a negar el que éramos novios para que no fuera a decir cualquier cosa pero ya se había desaparecido del lugar, siempre me iba por las nubes cuando pensaba en Jimin, todo lo relacionado con él me hacía perderme en mis pensamientos. Agradecí internamente por no estar estudiando porque seguramente estaría reprobando absolutamente todas las materias porque me la pasaría pensando en ese rubio.

Mis pasos fueron hasta la mesa donde estaba Jimin con sus labios abultados mirando su celular, eso me decepcionaba en parte pero lo entendía, tenía novio y lo amaba, además lo había abandonado en su cumpleaños, era comprensible que estuviese así y esperando respuestas a través del celular. Me senté a su lado y con cuidado le arrebaté el aparato de las manos.
Al parecer estaba tan triste que no reaccionó al instante, cuando se percató de ello me miró sorprendido y enojado a la vez, como un niño berrinchudo.