El Gym - KOOKMIN ft Wonho.

Capítulo 3 - La edad importa pero no importa.

—¿De qué te ríes?—Pregunté con cierta molestia y a la vez vergüenza. ¿Realmente estuve equivocado todo este tiempo?

—Río para no llorar.—Musitó soltando una última risita que se desvaneció en el aire.—Pero estás en lo correcto, somos novios.

—Ah..—Sólo eso salió de mis labios mientras sentía mi mundo derrumbarse con mis esperanzas en el suelo siendo llevadas lejos, bien lejos por el viento, quizás llegarían a otro planeta. «Buen viaje, mi última esperanza se fue a la...»

—¿De nuevo estás en las nubes?—Logré escucharle decir mientras yo mantenía mi expresión de derrota y dolor pero de inmediato borré eso y sonreí falsamente.

—No no, estoy aquí. Procesaba todo, ya sabes, esto de las parejas homosexuales y eso. ¡No estoy en contra! Para nada. Sólo que es primera vez que ya sabes y bueno, pues..no te vi hoy en el gimnasio, ¿qué pasó?—Hablé tan rápido que me quedé sin aliento. Sabía que la estaba cagando sólo por mis putos nervios de estar a su lado aunque nuevamente venía la depresión y frustración dejándome desganado.

—¿Estás bien? Hablaste tan rápido que casi no te entiendo nada.. pero bueno, verás.. no fui al gimnasio porque hoy es un día especial.. —Dijo con una apenada sonrisa.

—¿Día especial?

—Así es.. hoy es mi cumpleaños..

—¿TU CUMPLEAÑOS?

—Así es..—Volvió a decir pero esta vez apenado.

No se veía feliz. Pero yo tenía una duda, si estaba de cumpleaños ¿por qué su novio no estaba con él?; «Espera.. cuando me fui él seguía en el gimnasio.. oh y además había dicho que Jimin sólo era su amigo......mierda.» definitivamente le partiría la boca cuando lo viera, aunque probablemente saldría perdiendo y quedaría como tomate aplastado en el suelo.

Estaba tan furioso que no me di cuenta de que tenía una expresión de puro odio hacia la nada, mis manos estaban empuñadas al punto de tener un color ligeramente amarillento.
Pero todo eso se esfumó con el toque de su suave índice tocando mi mejilla izquierda.

—Hey..¿estás bien?—Me preguntó y yo me pregunté si era la primera vez que me lo preguntaba. Muchas preguntas.

—Ah..sí, estoy..bien.. por cierto, ¡feliz cumpleaños Park Jimin!  Por cierto, ¿cuántos años cumples?

—¡Gracias, ahm..! Aún no sé tu nombre..

—Cierto, soy Jeon Jungkook..

—Ya veo..Jeon.. respondiendo a tu pregunta..cumplí diecisiete años.

Mi boca se abrió mostrando además de mis dientes y paladar, una expresión de sorpresa.
¿Me gustaba un menor de edad? ¿ME GUSTÓ CUANDO TENÍA SÓLO DIECISÉIS AÑOS MIENTRAS YO TENGO VEINTE?; bueno, realmente tampoco eran tantos años de diferencia.. no, sólo unos cuantos. Nada de que preocuparse, aunque seguía siendo ilegal porque yo era mayor de edad. Aunque admitía que eso le daba un toque pícaro y morboso a nuestra relación—Inexistente, aún..— y yo admití que era un pervertido.
Pero luego una duda vino a mi mente la cual salió disparada.

—¿Cuántos años tiene tu novio?

—Oh bueno, WonHo.. tiene veintitrés.

Si mi boca antes estaba abierta, ahora se había re contra híper mega abierto; ése sí que había sido un pervertido y cuánto tiempo llevarían juntos. Jimin un bebé con trece y ese viejo con diecinueve o veinte, que asco. Bueno, para el amor no hay edad, ¿no? —No intento excusar mi diferencia de edad con él, para nada.—Pero de por sí WonHo alias hijo de puta, me daba asco.

—¿Cuánto llevan juntos...?

—Mh..¿por qué tan interesado en saberlo?—Me miró con curiosidad elevando una de sus cejas y posteriormente rió dejando ver sus bonitos dientes.

Me quedé perdido en su risueño rostro, como podía hacerme llegar al cielo con sólo una sonrisa.

—Curiosidad... pero sabes, quizás deberíamos seguir nuestra conversación en otro lado porque aquí hace frío y no quiero que te enfermes, además es tu cumpleaños y debemos celebrarlo como tal. Te llevare a comer pastel.—Le dije con una sonrisa tan grande llena de emoción; si alguien me viera no me reconocería.

—Yo..no puedo..estaba esperándolo de hecho, a WonHo.. Pero se ha atrasado más de lo habitual, de hecho pensé que no iría a entrenar hoy y sin embargo lo hizo, ni recordó mi cumpleaños..—Lo último lo escuché apenas porque lo dijo con una voz muy suave y baja.

Sentí el dolor en sus palabras. Sólo era un niño que se había dejado engatuzar por un maldito enfermo, además había tenido el descaro de negarlo.

De repente sentí el tono de llamada de mi celular, rápidamente lo saqué y miré el nombre tragando seco "Cajera dulce" ; en realidad de dulce no tenía nada. Miré rápidamente la hora y casi me desmayo '20:15' ¿cómo había pasado el tiempo tan deprisa?, aún podía llegar.
Podía despedirme e irme corriendo como final de maratón, pero lo dejaría solo y estaba seguro que tanto como yo él no sabía si llegaría.

—¿Es tu novia?—Me preguntó y yo me limité a negar con la cabeza apagando el celular, mismo que guardé en el bolso con la ropa de entrenamiento; quedaría pasado a sudor pero en ése momento no pensaba más que en tirarme de un puente por lo estúpido que estaba siendo.—Espera..hace un rato me dijiste que ibas al trabajo..

—Me he equivocado, hoy no era mi turno.. así que tengo la noche libre. Esperaré contigo hasta que llegue tu novio, estar solo aquí puede ser peligroso. Sobre todo en la noche..—Le dije con tranquilidad mirándolo observando cómo un color rosáceo se asomaba en sus pómulos.
Se veía muy hermoso, era perfecto y esos adjetivos no eran suficientes.

—No entiendo.. porqué te preocupas por mí..sólo una vez hablamos y no fue precisamente bonito.

—Para mí lo fue, porque por primera vez escuché tu voz bastante cerca.—Solté como el idiota que era, ¿qué pensaría ahora? «Que eres un pedófilo igual que su novio.»—Por cierto, yo tengo veinte, no te lo dije antes.

Traté de cambiar el tema para que ignorase mi comentario pero no fue así, Jimin tenía sus mejillas con un color carmín que hacía resaltar sus cachetes y sus acaramelados ojos que brillaban, pero no de tristeza como antes o así lo notaba.

—Yo...

—Tranquilo, de nuevo andaba por las nubes. Lo siento.

—...—Se quedó en silencio pese a que iba a decir algo pues su teléfono le hizo callarse. Vi que leía algo y luego volvía a guardar tal aparato.—Lo que sospechaba.

—¿Sucedió algo?

—No se acordó... y se ha ido con una amiga a comer.

«Corrección Jimin, a comerse. Se van a comer, ya sabía que no se resistiría a sus melones, no, sandías.»

—¿Viven juntos?

—No, vivo con mis padres todavía pero estuvieron a punto de echarme cuando supieron que estaba con él. La diferencia de edad los decepcionó pero al final cedieron, no sé cómo.—Se encogió de hombros mirándome para luego hacer un puchero efímero.

—Te recuerdo que..aún está mi propuesta en pié..—Me levanté de la banca acomodándome el bolso en mis hombros y le extendí la mano.

Alzó su mirada encontrándose con mis oscuros ojos y luego miró mi mano con timidez; mostraba seguridad pero en el fondo estaba hecho un mar de nervios y sentía que me derretiría, debía agradecerle al frío que me mantenía congelado.

Y sin darme cuenta pasó. .

Jimin tomó mi mano.