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Los adormilados ojos de la fémina eran testigos de la lluvia. Se encontraba frente al gran ventanal de la sala, con la pijama puesta y una taza a medio acabar en las manos. Antes de bajar al primer piso se había asegurado de no hacer ruido alguno para evitar despertar a los chicos, después de todo habían tenido un día demasiado agitado y se merecían un gran descanso.

一¿No puedes dormir?

Su voz le hizo dar un saltito. Sabía muy bien que no era la única despierta aquella noche, lo supo de inmediato cuando acechó a los chicos y no encontró a cierto mafioso en la habitación.

El joven capo caminó hasta llegar a su lado. Su hombro derecho chocaba con el brazo izquierdo del mayor, esa pequeña cercanía la hizo temblar, abrazo aún más fuerte la taza entre sus manos en un intento de calmar los latidos de su pobre corazón.

Bucciarati tenía razón, no podía conciliar el sueño.

一 Solo quería beber un poco de agua一 respondió tímida, mostrándole la taza

一 ¿Con energético?一 indagó con sorna levantando una ceja.

Sus mejillas se encendieron avergonzada de haber sido descubierta mintiendo vilmente.

El pequeño envase de polvo para bebidas energéticas yacía vacía en la mesita del comedor, se había olvidado por completo de ello. La próxima vez se aseguraría de tirar la evidencia.

一 Y-yo solo...

一 Querías ayudar, lo sé

一 Narancia estaba teniendo pesadillas一 confesó la chica casi en un susurro

Consideraba la hora de dormir como algo íntimo y sagrado, algo que debía ser disfrutado, por eso era irónico que ella estuviera despierta a tan altas horas de la noche.

Era inevitable, al mínimo intento de cerrar los ojos y tratar de dormir su stand empezaría a reproducir los sueños ajenos que se había encargado de sanar. Porque sí, pasar mala noche era una de las secuelas que sufría al hacer uso de Blue Side. Pero eso poco le importó después de ver murmurar y retorcerse a un sudado Narancia entre sueños.

El peli-negro comprendió sus palabras. La menor siempre había mostrado ese lado tan protector con los miembros. Ponía el bienestar de los demás por encima del suyo, en ocasiones tenía que intervenir y reprocharle sobre lo descuidada que estaba siendo la chica con su propia salud, aunque ésta le renegara y le jurará que se encontraba en excelente estado, era terca y testaruda cuando se lo proponía. Y eso le parecía realmente tierno.

一 Es bueno tenerte con nosotros.

Su corazón latio eufórico al oír tal declaración. Inmediatamente sus ojos conectaron con los orbes azules del mayor, tenía una sonrisa leve y sincera en los labios que le contagió. Conmovida por sus palabras le respondió con valor y un leve rubor en las mejillas:

一 Es bueno estar con ustedes.

𝙨𝙪𝙧𝙧𝙚𝙣𝙙𝙚𝙧 ㅡ 𝘣𝘳𝘶𝘯𝘰 𝘣𝘶𝘤𝘤𝘪𝘢𝘳𝘢𝘵𝘪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora