"ROMPIENDO CADENAS" [Editando]

Capitulo 3

Natalie y Matthew entran en la casa después de explorar la ciudad. Para Natalie, todo parece mágico; a estas alturas, debería haber olvidado cada rincón de ese lugar, pero cada paso le trae recuerdos vívidos de su antiguo hogar.

Su novio, Matthew, nunca había estado en esas tierras antes. Él es del Reino Unido, pero su familia vive al otro lado del país. Habían visitado a su familia unos días atrás y ahora se encontraban de nuevo allí.

Natalie inhala el aroma familiar de su hogar. Sin embargo, algo ha cambiado desde que se fue. Las paredes ya no son blancas, el comedor ya no tiene la caja de galletas encima del mueble alto; de hecho, el mueble alto ya ni siquiera está. Ha sido reemplazado por uno largo de color café con varios cajones y un refrigerador. El salón ahora cuenta con tres sillones en lugar de dos, y uno de ellos está cerca de la ventana. La alfombra negra que solía estar en el suelo ha sido sustituida por baldosas de color salmón dispuestas en un patrón ajedrezado. Incluso su antigua habitación de niña ha cambiado; ya no está decorada con conejitos y Barbies, sino que ahora es una habitación de invitados más formal. Sin embargo, las paredes aún conservan el mismo papel pintado floral de fondo blanco y flores rosadas y verdes, aunque algo desgastado.

Al entrar en la habitación de su hermana, Natalie se lleva una sorpresa desagradable. La habitación está desordenada, salpicada de manchas de pintura, y su hermana no está en ninguna parte. Su madre le asegura que volverá por la tarde, que está en la escuela, pero Natalie no puede evitar sentirse mal al respecto. Han pasado mucho tiempo sin hablar, y sabe que su hermana sigue tan terca y resentida como siempre. Pero está decidida a aclarar las cosas, aunque su hermana no esté dispuesta a escuchar.

Mientras tanto, Matthew explora la casa, examinando los cuadros en las paredes y tratando de familiarizarse con el nuevo entorno. Natalie admira la apariencia de su novio; lo encuentra guapo con su cabello despeinado y su sonrisa perfecta. A sus dieciocho años, Matthew comparte la misma edad que Natalie. Se mudó a Italia para perseguir su sueño de convertirse en veterinario, dejando atrás su vida en el Reino Unido. A pesar de ser un espíritu aventurero, Matthew está contento de estar de vacaciones y de tener la oportunidad de visitar a su madre.

Hannah, la madre de Natalie, aparece por la puerta de la cocina con una bandeja de jugos, emocionada de tener a su hija de vuelta en casa. Natalie observa a su madre, notando los cambios sutiles en ella desde su partida.

— ¿Estás segura de que Sophie volverá pronto? — pregunta Natalie, preocupada por la ausencia de su hermana.

— Sí, seguro que sí — responde su madre con una sonrisa forzada, tratando de ocultar su preocupación. Sabe que Sophie siempre ha sido independiente y terca, pero no puede evitar preocuparse por ella.

Matthew se siente un poco incómodo en esa casa desconocida, pero trata de parecer relajado. Intenta imaginarse cómo será la hermana de Natalie y se imagina a una chica rebelde con tatuajes y piercings, pero sabe que las apariencias pueden ser engañosas.