Aunque habían vivido quince años en Narnia, todo se perdió cuando volvieron a encontrarse con ese farol. Haber vuelto a casa había sido complicado, habían madurado en las tierras mágicas y parecía que solo ellos ocho se podían entender, así que sus...
Miraz habían sido advertido de que algo había pasado en el río, por lo que a primera hora de la mañana, había partido a la ubicación del puente, donde se entero de que les habían robado armamento para las propias tropas.
—Dime, ¿Qué tanto nos quitaron?— interrogó mirando al general
—Suficientes armas y armaduras para dos regimientos— respondió de manera rápida.— Pero hay más
Miraz observa como alzan la madera de aquel transporte y ve la nota que hay.
«Hiciste bien en temer al bosque» Eso era lo que se leía, y abajo estaba una firma muy peculiar.
—«¿X?»— interrogó alguien con curiosidad
—Caspian, décimo— respondió para después mirarlo
El general sintió que el miedo se apoderaba de él, sabía que le vendría un fuerte castigo por culpa de aquel pequeño desliz,
—Perdóneme mi Lord, la culpa es mía— solo podía pedir aquello, rogar por su vida sería inútil
—Lo sé— musito, su voz sonaba tan sería, como si en cualquier momento fuera a explotar.— Dígame general , ¿A perdido hombres?
—No, ninguno mi lord— niega él
—¿Ninguno?— insistió el Lord
—Vinieron en la noche como si fueran fantasmas— dijo él, quería salir de aquel problema pronto
—¿Entonces como explicas a tus soldados heridos?— cuestionó
Al no saber que responder, simplemente bajo un poco la mirada, lo que le resulto con una bofetada, haciendo que su labio comenzara a sangrar, mientras que Miraz se giraba a ver los demás hombres que le acompañaban.
—Me disculpo caballeros, parece ser que nuestro querido Caspian no es una victima más del salvaje levantamiento— dice mientras se sube a su caballo —Claramente es un instigador, por lo que Narnia necesitara un nuevo rey
Sin decir nada más, se fue de ahí.
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Estaban caminando por el bosque con el fin de llegar a su destino. Al frente del grupo iban Caspian, Peter y Violet hablando entre ellos, detrás iban el centauro líder con dos faunos, seguidos de Leonard y Susan, quienes discutían algo con varios ratones que sin pena alguna iban sobre el hombro del guardian y un jaguar que hablaba con Susan sin pena alguna. Trumpik, Nikabrik y Cazatrufas iban detrás de la reina y del guardián, con Edmund y Florenthia acompañados por un minotauro que recibió una manzana por parte de la pelirroja, atrás estaban Barty y Lucy, quienes hablaban con varios faunos, detrás de ellos, iban el resto.
—Y bien, ¿Cómo son?— interrogó Cazatrufas, quien escucha la conversación que iban de delante como de atrás.
—Impertinentes, quejumbrosos, tercos como mulas en la mañana— respondió Trumpkin, ganando un suave jadeo por parte de Thia