Capítulo tres.

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—¿Me estás escuchando, Francisco? 

—Sí, abuelo, te digo que ahora me interesa— Me dijo y parecía sincero— ¿Qué pasó después?

Lo que pasó después preferiría olvidarlo, Francisco. Las Fuerzas Armadas, tomaron el control de la República en 1976, con los líderes de las tres armadas a la cabeza: Jorge Rafael Videla, ejército, Emilio Eduardo Massera, marina y Orlando Ramón Agosti, aviación.

—Señora, las Fuerzas Armadas han decidido tomar el control político del país y usted queda arrestada— Le dijo el general José Rogelio Villarreal a la presidenta Isabel Martínez de Perón, iniciando así el golpe de estado.

Esa misma noche, se realizaron múltiples secuestros y arrestos, principalmente de activistas y dirigentes sindicales en áreas industriales estratégicas. Videla tomó la presidencia y se disolvió el Congreso Nacional.

No sabés todo lo que pasó en ese tiempo, Francisco. No te lo podés imaginar.

Durante la dictadura militar, tenías que tener cuidado de todo. No podías hablar de más, no podían juntarse muchas personas en un mismo lugar. Tuvimos que quemar todos los libros que se prohibieron, se prohibieron películas, el rock nacional ya no existía. Prohibieron hasta a Marcedes Sosa. 

Un día, me llevaron a mi y a Omar a la comisaría. No habíamos hecho nada, pero nos levantaron al azar en la calle y nos llevaron. Pasamos la noche ahí, sentados en el piso. Si te dormías o te recostabas, podías ser torturado física y psicológicamente. ¡Una locura! Decí que por suerte al otro día nos largaron.

Estaba terminantemente prohibido hablar sobre el comunismo. Omar, que era profesor de filosofía, se volvió loco. El tipo no podía mencionar a Marx, ¿Sabés lo difícil que es explicar Filosofía sin nombrar a Marx?

Qué no se te ocurriera ir sin documento por la calle porque era una garantía de ir preso y posiblemente terminar siendo torturado con picana o algo peor.

Y ojalá eso hubiese sido lo peor, Francisco.

¿Sabés cuántos desaparecidos hubo? No, yo tampoco. Pero se calcula al rededor de 30.000, aunque podrían ser más. Muchos más.

Los tipos llegaban a tu casa, te acusaban de subversivo, te metían en un falcón verde y que recen tus familiares si querían volverte a ver. Muchas mujeres que habían sido secuestradas, terminaban teniendo a sus hijos en cautiverio. 

Así surgieron las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, que son las madres y abuelas de los desaparecidos que buscan descubrir el destino de sus hijos y nietos.

Y como si fuera poco, en 1982 mandaron a cientos de inocentes a morir en Malvinas.

Para ese entonces el cargo de presidente era ocupado por Leopoldo Galtieri, quién ocupó militarmente las Islas Malvinas, dándole inicio a la guerra. ¿Por qué? Porque creía que el país podía unirse con la recuperación de las islas. Poco después se dijo que en realidad había sido porque estaba borracho, qué se yo. Como sabrás, Argentina se rindió.

Aunque por lo menos, el conflicto precipitó la caída de la Junta Militar.

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