»En un habitad donde reinaba la tiranía, la venganza y el odio. La pequeña lechuza Izuku, junto a su familia soñaban con qué los guardianes que tanto hablaban, vinieran a su rescate lo más rápido posible, pero este sueño tonto se fue desvaneciendo p...
«Finges que no te importa, pero en realidad te mata por dentro»
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Una pequeña lechuza solo caminaba a la par de su familia y de la gente totalmente despistado, con ojos de dolor y tristeza. Ignoraba completamente lo que llegará a suceder. Estaba cansado de todo, a pesar de su corta edad, tuvo dos intentos de suicidio, pero gracias a su familia pudieron detenerlo a tiempo. Solo quería largarse para poder ser libre y poder disfrutar sin tener que pasar por tanta tristeza, sin embargo, llegó el día donde tuvo que tomar una decisión rápida sin pensar las cosas apropiadamente.
Su padre Toshinori Yagi vío una salida donde se encontraba un soldado de espaldas con una espada atrás de ella, pensó que era el mejor momento para poder escapar juntos en familia, entonces lentamente con sus garras le quitó su arma cortando las cadenas de sus hijos con todas sus fuerzas.
—¡¡CORRAN, SALGAN DE AQUÍ LO MAS RÁPIDO POSIBLE!!—Gritando mientras peleaba con los demás soldados.
—¡PAPÁ, NO TE DEJAREMOS SOLO!—Los dos niños gritaban desesperados sin saber que hacer.
—¡SOLO SALGAN DE AQUÍ!—Sintiendo como las garras le cortaban su rostro.
—¡¡¡PAPÁ!!!—Lloraban del miedo de que algo le llegará a ocurrir a su padre, pero no tuvieron más remedio que escapar de ese lugar.
Antes de que estos saltarán del hueco para desprender sus alas, el comandante de los soldados agarro a su hermano menor por el costado provocando que este tenga una reacción rápida y empuje a Izuku de ahí.
—¡¡ENCUENTRA A LOS GUARDIANES HERMANO!!—Gritando con toda la energía y fuerza que le quedaba en ese momento.
—¡¡MIRIO, PAPÁ!!—Extendiendo una de sus garras hacia esa dirección mientras caía velozmente derramando miles lágrimas por cada segundo.
Los guardias del exterior fueron trás Izuku para que no escapara del territorio, así que provocaron unos sonidos que alertaron al pequeño.
—¡Mierda mierda, tengo que escapar lo más rápido posible!—Este solo se dió vuelta para extender sus alas y aletear lo más rápido posible.
En un abrir y cerrar de alas, una de las lechuzas cuando estaba apunto de agárralo, comprimió todo su cuerpo para pasar por un hueco que llevaba del otro lado.
—Mas rápido, más rápido Izuku, aletea más rápido, ¡POR FAVOR!—De tanto sobreesfuerzo sus alas se adormecieron cayendo poco a poco en un remolino de viento. En ese momento entro en pánico.—¡NO, NO, NO QUIERO MORIRME!—Seguía haciendo un esfuerzo para que sus alas resucitarán pero aquello estaba inmutable. Este solo daba vueltas y vueltas y vueltas hasta que chocó fuertemente con objeto enorme perdiendo el conocimiento al instante.
