❝tattoo❞ ━sunhak.

childhood memories.

Las siguientes dos clases  parecieron aún más incomodas y largas que la primera, pues Sunwoo no dijo palabra alguna, claro que en parte agradecía eso, pues la verdad no confiaba del todo en su disculpa, pero luego recordaba la forma en la que sus ojos brillaban mientras me veía en la mañana, el apretón que parecía ser de apoyo y la forma en la que había sonreído, eso sin duda me hacía pensar que tal vez ayer tan solo estaba teniendo un mal día.

La campana sonó indicando ahora que podían ir a la cafetería a comer algo y luego regresar a la ultima clase.

Empecé a guardar mis cosas de una forma bastante rápida y sin cerrar bien mi mochila salí con ella corriendo para esperar a mi  amigo fuera de su salón. Mis pies se movían constantemente, sentía que ya había pasado medio receso y que Hyunjoon no había salido, pero cuando ví  la cabellera negra salir mi sonrisa se formó pero desapareció rápidamente al ver como se alejaba  con otros dos chicos y una chica sin siquiera dirigirme la palabra. 

"Seguramente no me vio" Pensé y no pude ni un segundo en ir tras él para pasar mi brazo por sus hombros sobresaltándolo. 

—¿Haknyeon, qué haces? — dijo entre dientes y en un tono bastante bajo, solo para yo le escuchara, pero sentía las miradas curiosas de sus amigos así que les sonreí.

—¿Quién es él Hyunjoon-ie? — Una chica con cabello rosado preguntó y  estaba dispuesto a contarles sobre todos los años de amistad que teníamos, pero cuando iba a abrir mi boca las palabras salieron como balas de la boca de Joon-ie.

—Es un chico que conocí ayer, vivimos cerca — Dijo rápidamente haciendo que frunciera el ceño.

¿Ayer? que yo recordaba llevábamos más de tres años siendo amigos.

—Pero — intenté hablar pero de nuevo me interrumpió colocando su palma en mi hombro.

—¿Cómo era que te llamabas? — dijo viéndome y me sentí mal.

Esto era peor, era peor que escuchar a los hyungs decir toda esa basura de mi, se sentía igual que con Sangyeon Hyung, se sentía como si alguien a quien creías conocer como la palma de tu mano fuera un desconocido más. Un desconocido al que le había confiado miles de cosas, un desconocido al que ayudó cuando no se sentía bien, un desconocido al que considero su amigo.

Le dirigí una mirada triste, una mirada que transmitía miles de emociones: tristeza, enojo, decepción...¿En serio estaba pasando aquello? quería creer que era una simple pesadilla, que en cualquier momento despertaría en mi habitación, incluso pensé en pellizcar mi brazo para despertar lo antes posible, pero la mirada de Hyunjoon era tan real, que atemorizaba.

—Haknyeon...— respondí bajando mi rostro antes de que alguno notara mis ojos brillosos.

Tenía la esperanza de que empezara a reír y dijera que yo era su amigo, aquel que siempre estuvo  para él pero tan solo sintió la mano alejarse de su hombro.

—Un gusto verte Haknyeon, nos vemos — y ni siquiera quise ver su rostro, si estaba sonriendo como si no estuviera haciéndome daño, o si también a él le dolía.

Pero era más que obvio que no le dolía, porque cuando algo no te hace sentir bien, simplemente no lo haces...él lo hizo. Él fingió que yo tan solo era un chico con el que había intercambiando palabras vagas el día de ayer en el regreso, hizo desaparecer los años donde nos habíamos apoyado mutuamente, donde habíamos reído, llorado, peleado, reconciliando...Ahora todo parecía ser proyecto de mi imaginación.

Levanté mi rostro parpadeando varias veces para que las lagrimas que habían empezado a caer pararan y la manga de mi suéter ayudo a  limpiar las que ya habían caído. No pensaba ir a la cafetería, lo que menos quería ahora era buscar un lugar donde comer, ser visto por todos. Quería un lugar donde pudiera ordenar mis pensamientos y tal vez llorar en paz.