Fijé mi mirada en el ataúd negro que se encontraba enfrente de mí, estaba forrado de flores y el aroma dulce inundaba el lugar. Giré mi rostro para observar a las personas a mi alrededor. No conocía a nadie. Había una señora apoyada al ataúd que lloraba desconsoladamente. Suspiré, tratando de calmar la tensión que se había generado en mí. Odiaba ver a las personas llorando porque automáticamente me entraban unas ganas de llorar incontrolables.
Acomodé mi vestido negro y fue entonces que empecé a escuchar un pitido de fondo. Era demasiado irritante. Me dolía la cabeza de sólo escucharlo. El pitido se intensificaba cada vez más. Cerré mis ojos intentando apagar aquel pitido. Y fue entonces que sentí un fuerte golpe en mi brazo derecho. Abrí mis ojos rápidamente y lo que vi me desconcertó.
Una enfermera estaba parada enfrente de mí. Tenía el rostro lleno de pánico mientras observaba el plato sobre mi brazo.
-¡Lo siento mucho! -Dijo rápidamente mientras tomaba el plato y lo colocaba en la mesita de luz al lado de la cama. -Te traje el desayuno y sin querer se me cayó el plato sobre ti, ¡No quería despertarte! -Exclamó avergonzada.
Sólo la miré con desconcierto, fue entonces que analicé el lugar. Estaba en el hospital. Sólo había tenido una pesadilla. Suspiré de alivio mientras me levantaba de la camilla. Observé mis piernas y no tenía ni un rasguño. Fruncí el ceño confundida. Había jurado que mis piernas se habían fracturado durante el accidente… accidente…
-Zac… -Susurré mientras mi corazón se disparaba en mi pecho. De pronto volví a sentir aquella adrenalina dentro de mí. Caminé hasta la puerta y me detuve, observé a la enfermera y con la voz temblorosa pregunté lo inevitable. -¿Dónde está Zac?
La enfermera me miraba como si estuviera loca, caminó hasta mi lado y me sonrió me manera dulce intentando tranquilizarme.
-Supongo que te refieres al muchachito que llegó contigo. -Asentí rápidamente. -Él estaba preguntando por ti justamente, ven conmigo.
Él estaba preguntando por ti justamente…. Eso quería decir que estaba bien. Pero, ¿Cómo? Yo lo había visto con el cráneo roto. Sacudí mi cabeza intentando sacar aquella imagen escalofriante de mi mente. Seguí a la enfermera hasta la puerta de una habitación. Ella se detuvo y observó por la ventanita de vidrio, dirigí mi mirada hacia adentro de la habitación. Una sensación extraña recorrió mi espina dorsal. Ahí estaba Zac, comiéndose una sopa naranja, que supongo era una sopa de zapallo. Se veía relajado, a su lado estaba una señora que hablaba con él. Por el increíble parecido de ambos, era evidente que esa mujer era su madre.
-Creo que tiene visita. -Inquirió la enfermera con amabilidad.-¿Quieres entrar de todos modos o prefieres esperar a que esté solo? -Me pregunto la enfermera mientras me analizaba. -Estás un poco pálida, deberías comer algo antes.
Intenté responderle, pero estaba demasiado shockeada con los incidentes. Era imposible. Yo lo había visto sin signos de vida, había sentido todo ese dolor y esa desesperación. O estaba alucinando o algo andaba mal.
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CONTRITUM (2°Parte #Darksoul)
Paranormalne"Y cuando te busques y no te encuentres, recuerda de donde vienes, para descifrar a donde iras..." •Segunda Parte de Dark Soul •Esta obra se encuentra registrada y pantentada queda prohibido el plagio de la misma. @Copyright