Tenía muchas cosas en la cabeza. Tanto buenas como malas. A lo largo de mi vida siempre había sentido una especie de vacío que nunca había logrado llenar y se sentía horrible. Con los años había logrado acostumbrarme a vivir con ello, pero eso no quitaba el hecho de que me hacía sentir miserable. Siempre había sabido que era distinta, desde que nací. Después de todo, me había criado en un orfanato, pero eso no era lo que me hacía rara, si no el hecho de que nunca logré encajar con nadie. Como si los cupos de amiga, amigo y novio estuvieran llenos y nadie llenara los requisitos para entrar en esa lista. Siempre que alguien intentaba acercarse a mí me sentía completamente fastidiada y buscaba la manera de librarme de esa persona. Disfrutaba de mi soledad, como si estuviera de luto por algo o alguien. Me cuestionaba constantemente si estar tanto tiempo conversando conmigo misma había sido la causa de mis habilidades mentales. Durante años fui mi propia compañía, durante años mi mente fue mi mejor amiga. Era loco lo que pensaba pero tal vez eso había logrado despertar alguna parte en mi cerebro, una parte que la personas normales no sentían la necesidad de hacer uso. No estaba completamente segura de nada, pero mi intuición me decía que éstas personas sí podrían ayudarme, darme respuestas sobre mi pasado y la sensación de vacío con la viví todos estos años.Suspiré y observé a mi alrededor mientras salía de mis pensamientos.
Petunias, petunias y más petunias. Cerré los ojos intentando no vomitar, los viajes largos me daban indigestión.Una especie de vértigo. Y no es que fuera débil, si no que ya llevábamos diez horas de viaje. Sentía mis glúteos aplanados y adoloridos, estaba harta.
-¿Ya vamos a llegar? -Cuestioné molesta. La morena que iba al volante solo sonrió, como si hubiera dicho algo gracioso. Sin embargo, el muchacho que estaba a su lado simplemente me ignoró, por octava vez.
Imbécil.
-Ya van ocho veces que preguntas eso Jay. -Dijo la muchacha que era como mi gemelita perdida.
-Jay 2.0, ya quiero bajarme. Mis nalgas ya están desapareciendo y no es como que tuviera mucho por desaparecer. -Cuestioné inquieta mientras me sobaba una nalga. Oí la carcajada de la muchacha y automáticamente mi mirada se fue sobre el joven que estaba a su lado. Él no se había reído de lo que dije, de hecho, tenía una mano en su frente como si le estuviera rogando internamente a Dios por paciencia.
Imbécil.
-Pues, suerte para tus nalgas por que ya llegamos. -Inquirió la muchacha mientras paraba el auto. Abrí mis ojos rápidamente y observé el lugar intentando ubicarme. Era una casa de paredes blancas, observé a mi alrededor, había una playa. ¿Estábamos en la costa?
-¿Pero qué mierda? -Inquirí confundida mientras me bajaba del auto.
-Es la casa de Iam. -Respondió la joven.
-Es narco o qué diablos... -Susurré observando la casa que parecía sacada de una película de riquillos. Caminé hasta la puerta siguiendo el paso de la morena.
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CONTRITUM (2°Parte #Darksoul)
Paranormal"Y cuando te busques y no te encuentres, recuerda de donde vienes, para descifrar a donde iras..." •Segunda Parte de Dark Soul •Esta obra se encuentra registrada y pantentada queda prohibido el plagio de la misma. @Copyright