Epilogo.

45 2 6
                                    

Gira de la victoria.

La llegada del aerodeslizador, la entrevista, la cena de despedida, la bienvenida en el distrito, la primera noche en casa, las felicitaciones, Eve, mi nueva vida... el  trato continuo desgarrador, y las pesadillas.

Han pasado 6 meses desde que salí de la maldita arena. Pero resulta, que sigo soñando como matan al chico los mutos, como me ahogo en  el rio. Nada me reconforta, sería más útil si hubiera muerto.

Hoy, llegan las cámaras a mi casa. Estarán todo preparándome para las cámaras y para empezar la gira.

Eve llega unos minutos antes que las cámaras y me da un abrazo y la despedida.

Salgo de la casa seguida por mi acompañante Jane, mi mentor y estilista.

-        -  ¡¡¡Algo aquí será fabuloso!!!- Señala Aria

-        -  Claro que sí. – le respondo

Todo pasa muy rápido, de la estación del tren hasta el distrito 13, se hacen unos 25 minutos. La ceremonia en el 13 es muy rara.  Tenemos que bajar un montón de pisos. Llegamos a un salón, que eso parece, donde se encuentra la mayoría de la población, pero no se llena. En un segundo me dan flores, digo un tonto discurso que escribió Jane, acerca de los tributos muertos, que sinceramente no recuerdo quienes eran. Y así, van pasando los distritos. El 12, una cena en la casa del alcalde, donde solo comen las personas más importantes. Del resto, son solo concentraciones en las plazas. Me olvido de todo por los días que faltan para llegar al distrito 5.

Al llegar al distrito 8, se ven las fábricas de textiles. Se ve humo salir de los inmensos tubos. Y me recuerda la chica que mate. En la plaza, no puedo ver a los padres que lloran frente a mí. Jane me pide leer algo, pero no lo pienso hacer.

-          - Yo solo quiero decir, que siento haber ganado – Aria resopla detrás de mí.- Que es injusto. Teníamos que matarnos entre nosotros. Y no es que queramos, pero aun así lo hacemos, y ¿por qué? Porque le tenemos miedo. ¿Eso no es ser cobarde? En ese caso ninguno de los ganadores son valientes, porque ninguno dejo de seguir las reglas y no matar por miedo. Yo no quería matar. Pero mate a su tributo. ¿Por qué? Porque si no ellos me mataban a mí. Y no podía permitirlo – por alguna estúpida razón lloro – Y no es que sea injusta con ustedes – digo dirigiéndome a los padres – es que son injustos con todos nosotros.

Los agentes de la paz comienzan a acercarse a mí y me dicen que me retire. Pero quiero acabar.

-       -   ¡¡¡Y no se puede permitir...!!!

Pero me jalan antes de que termine.

Mi mentor, me lleva las manos a los hombros y me grita.

-      -    ¿Qué es lo que pasa por tu cabeza?

-      -    Lo siento – digo llorando – estoy enojada y...

-       -   Nada. ¿Sabes que acabas de hacer?

-       -   ¡Sí! Y en este momento todo el mundo está frente al televisor viendo como insulto al gobierno por ser injusto. Y quizá me maten por instigadora.

Salgo corriendo y me pierdo en la habitación del tren.

En el distrito 6. No me ven con tanta furia. Si no, como si me dijeran que no me tienen coraje, ni alguna indiferencia.

-      -    Antes de que salgas – me dice Aria, sosteniéndome la mano- piensa lo que vas a decir.

-      -    ¿Nada de papel hoy?

-     -     No. Se tu misma.

Pero no creo poder decir ni una sola palabra. La familia del chico, está mirando a otra parte cuando salgo.

-         -  Hola.  Yo... - veo detrás de mí y recuerdo lo que dijo jane, de pensar. Pero no puedo pensar. -  Solo sé que, no fue una buena forma de morir de ninguno de los dos tributos. – Aunque no conozco a la chica, lo digo – Y que tienen que saber que yo no quería matar a... a... - Maldita sea, ¡el nombre del chico! – Yo no quería matar a nadie, y que fue verdad todo lo que le dije a Alan- Hasta que por fin recuerdo su nombre.- Yo no soy una vencedora feliz.

Mi mentor me detiene antes de acabar y lamento todo lo que paso.  

-        -  Yo no... lo siento.

Y salgo directo al tren.                         

-         - ¿Qué te pasa Kate? – me pregunta Aria.

-       -   Nada. Solo que, es verdad todo eso y quiero que lo sepan.

-      -    Sabes que te castigaran.

-      -    Lo sé. Pero supongo que lo harán lento y me dolerá mucho, y no pueden lastimarme más de lo que ya hicieron.

En el capitolio, es toda una fiesta.

El presidente me ve con cierta diferencia, me odia.                                       

Pero aun así, me felicita y me da todo su amor. Un amor para una vencedora.

En mi casa ya. En el distrito 5. Me siento un tanto mejor. Una cena en la plaza donde todo es distrito come, me siento bien por haber ganado, tienen comida para un año y yo seré popular.

Eve, llega con una noticia mala.

-       -   En el distrito, nadie está contento del todo.

-       -   ¿A qué te refieres?

-     -     A que piensan que, todo lo que dijiste está bien, deben revelarse de nuevo.

-     -     ¿Estás de broma?

-       -   No, y debes tener cuidado.

Un poco después de que la gira termine, en mi cama, acostada, me imagino entrenando a unos chicos para matarse. Y me imagino también, a los distritos, y hasta al mismo Capitolio, rebelándose.

Faltan unos meses para los juegos, y seré mentora.

Y sé que, no podré decirles a mis tributos que sigan vivos, y que después morirán por culpa de las pesadillas. Que es lo que hago yo todas las noches. Y voy a seguir haciéndolo hasta que este vieja y arrugada como pasa y una noche mientras duerma, soñare con flores, las hermosas flores venenosas de la arena y muera envenenada en mis sueños.

FIN

Veinticinco Años Después (Fanfic THG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora