Capítulo 1: Viernes 15

1.3K 61 10
                                    


.

~.~:~.~:~.~:~.~:~.~:~.~:~.~:~.~:~.~

Quince días

~.~:~.~:~.~:~.~:~.~:~.~:~.~:~.~:~.~

.

Ranma

.

..

...

—Tu hermana me ha dicho que estabas aquí —Suelta la moneda abruptamente y la esconde entre sus ropas, mi voz le sorprende, no se ha percatado de mi presencia a pesar de que llevo un par de minutos observándola en silencio. ¿En qué pensaba? ¿Estaría emocionada por el día de mañana? Sí, eso debe ser. Eso explica su súbito sonrojo.

—Ranma me has asustado —dice bajando la mirada, parece que mi presencia le incomoda. De pronto y como si acabara de recordarlo, se lleva la mano a la cabeza y comienza a luchar con el prendedor de pelo que sujeta el velo de novia a su corta melena.

Trago saliva y me acerco un par de pasos.

El frío nocturno se clava en mis huesos, atraviesa mis músculos hasta alcanzar mi corazón, ni yo mismo sé lo que quiero decir. Ella arruga la muselina entre las manos y yo doy un largo suspiro.

—¿Porqué te lo quitas? Te queda bien —Tomo el velo con suavidad y observo el prendedor a la luz de la luna, sus diminutos dientes de plata brillan siniestros. Con cuidado acaricio sus cabellos y vuelvo a colocarlo en su lugar.

Está tan hermosa... Con esos ojos gigantes que me hipnotizan y esos labios jugosos como fresas rodeados por el halo blanco, puro e inocente. Siento como algo en mi interior se retuerce en agonía, algo se pudre y muere cuando aprieto los dientes y me vuelvo a alejar.

—Escucha, yo... —comienza torpe, distingo el rojo en sus mejillas por el frío.

—He venido a despedirme —interrumpo, y parece como si la acabara de pinchar con un alfiler.

—¿Qué?

—Ya he firmado los papeles, no tendrás ningún problema.

Su respiración se vuelve rápida y superficial, casi consigue marearme su ritmo impropio.

—Quédate —suplica mientras sus ojos se llenan de lágrimas—. Quédate al menos hasta mañana.

Sonrió de medio lado intentando disimular mi dolor, mi incendiario enfado.

¿Cómo se atreve a pedirme algo así? ¿¡Cómo puede estar tan ciega!?

Akane Tendô, eres la mujer más obtusa que he conocido jamás.

—¿Quieres que me quede a ver como te casas con ese imbécil? ¿¡Un tipo que siquiera sabe cómo tomas el café!? —escupo perdiendo los nervios, y no pasa un segundo antes de que me arrepienta de mis palabras. Me muerdo la lengua y aparto la mirada mientras con una mano revuelvo mis cabellos.

Mierda. Mierda. Mierda.

Sus ojos marrones me escrutinan, me mira entre la confusión y la incertidumbre. Hazlo fácil Ranma, hazlo rápido; dile adiós y marcháte para siempre de su vida. Es lo que ella necesita, es lo mejor para todos.

—Supongo que hay deseos que nunca se hacen realidad —murmuro, no es una pregunta, es una afirmación. Esto es un adiós, Akane.

La miro por el rabillo del ojo, está llorando. Joder Akane, no te pongas a llorar.

Quince díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora